Hazte premium Hazte premium

Pinturas de Coello y esculturas de Bigarny, nuevas joyas BIC de Madrid

La Comunidad también declara Bien de Interés Cultural un cuadro de Luis de Morales

Dos óleos sobre cobre que elogian las hazañas de los Moncada y sirvieron de patrón para tapices engrosan el catálogo BIC de Madrid

La Anunciación, de Claudio Coello, en el Monasterio de la Encarnación ABC

M. R.

Madrid

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Un boceto de Claudio Coello en el que da prueba de su extraordinario dominio de la escala, el espacio, la composición, la perspectiva y el color es una de las nuevas joyas de nuestro patrimonio que ha pasado a formar parte del catálogo de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid. El cuadro corresponde a un borrador llevado a cabo para uno de los óleos más importantes que se hicieron en Madrid, la Anunciación con los profetas y sibilas que vaticinaron la llegada del Mesías, del Monasterio de la Encarnación Benedictina (San Plácido). Pertenece a una tipología que tenía un gran auge en el barroco madrileño, los grandes cuadros del altar.

Junto a la Anunciación de Claudio Coello, Patrimonio también ha dado la máxima catalogación cultural al retrato de la Virgen del Sombrero, de Luis de Morales, así como un conjunto de tres elementos escultóricos que formaban parte del sepulcro, datado en el siglo XVI, de don Diego de Avellaneda y doña Isabel de Proaño. Todas las obras pertenecen en la actualidad a colecciones privadas y destacan por sus valores históricos y artísticos.

La Comunidad destaca que la importancia de la obra de Coello «radica no solo en ser el prototipo para una pintura final, sino en que es, además, un ejemplo de la maestría de su autor para exponer una multitud de figuras con aparato y teatralidad, sin la severidad tradicional, dando lugar a una escenografía colorista y luminosa, con un excepcional sentido del color, teniendo entre sus fuentes Rubens y Tiziano».

Retrato de la Virgen del Sombrero, de Luis de Morales, y El sepulcro de don Diego de Avellaneda, del siglo XVI

El cuadro dedicado a la Virgen del Sombrero, por su parte, reúne, arguyen, «unos valores cualitativos e iconográficos determinantes, conformando una imagen muy característica de la producción del pintor Luis de Morales, uno de los más relevantes de la historia del arte de España».

La pieza «aglutina influencias italianas y flamencas características de la obra de su autor, destacando en especial la delicadeza con que se representan los rostros de la Virgen y el Niño, la pericia técnica con que se definen las transparencias de las cintas del sombrero y la exactitud en el dibujo de la mosca posada sobre la manga de la Virgen». Este óleo ha sido restaurado recientemente.

En cuanto a la obra de Felipe Bigarny y su taller, se trata de un conjunto de tres elementos escultóricos. Está compuesto por dos figuras de 'putti' (niños alados) y un sillar con relieves decorativos que formaban parte del sepulcro de don Diego de Avellaneda y doña Isabel de Proaño.

Las figuras, datadas entre 1536 y 1543, están realizadas en alabastro y muestran un trabajo de cuidada técnica, que se refleja en el pulcro tratamiento de las superficies pulidas y el detalle de la talla del cabello y los pliegues de los ropajes que visten las figuras. Para Patrimonio «destaca la incorporación de elementos de la estética renacentista, como la idealización de los tipos, la monumentalidad o la pureza de líneas».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación