Las obras de nunca acabar de la biblioteca Manuel Alvar
Tras seis años cerrado, la reforma del centro iba a acabar este semestre, pero se alargará varios meses más
Biblioteca Manuel Alvar, cuatro años de fundido a negro

«Por fabor (sic), avrir (sic) la vivlioteca (sic). Es urjente (sic)». Con pintadas de este tipo, llenas de faltas de ortografía y convertidas en fenómenos virales recurrentes en redes sociales, ha amanecido en más de una ocasión a lo largo de estos más de ... cinco largos años de persianas bajadas la biblioteca Manuel Alvar (Azcona, 42). No es para menos. Construida sobre unos antiguos laboratorios farmacéuticos, lleva desde 2019 cerrada por obras, para desesperación de los vecinos de La Guindalera, que no han dejado de luchar para recuperar una de las bibliotecas «más grandes de Madrid, con más de 600.000 documentos y 280 puestos de lectura», explican fuentes de la Plataforma Ciudadana Distrito Salamanca.
«Ahí está el legado del lingüista Manuel Alvar, además del registro de libros de la censura, ejemplares únicos que no están en ningún otro lugar. Para los expertos es un lugar muy importante, pero para el barrio y sus estudiantes también, porque ahí preparaban exámenes y oposiciones. Además, tenía un salón de actos que era el espacio más amplio que había en la zona para celebrar actividades. Ahora, en la David Gistau, la otra que queda abierta, no dan abasto», lamentan.
Actualmente, las fachadas de la Manuel Alvar, de titularidad estatal pero gestionada por la Comunidad de Madrid, están limpias (o más bien repintadas para tapar tanto grafiti). Y desde la calle se ve a algunos operarios trabajando en el interior del edificio. Sin embargo, no es esto lo que desespera a los vecinos, sino el parón que vieron en noviembre.
En teoría, los trabajos deberían terminar el primer semestre de 2025 «si no hay imprevistos», apuntan fuentes del Ministerio de Cultura. «Sin embargo, enviamos una pregunta vía portal de Transparencia a Cultura y en enero nos respondieron que el grado de ejecución es del 45,31 por ciento. En noviembre descubrimos que había habido una modificación del proyecto que lo retrasaría tres meses más», critican los vecinos, que no dejan de fiscalizar la evolución de la obra.
En una nueva petición de información les confirmaron que la nueva fecha prevista de finalización de las obras es el segundo semestre de este año. Fuentes ministeriales consultadas por este diario no han dado más detalles de esta ampliación, aunque sí han recordado que la reapertura corresponde a la Comunidad.
Y antes de que se produzca, señalan desde el ejecutivo autonómico, hay que colocar muebles, libros (unos 120.000 volúmenes), equipos informáticos... «Y hay que trasladar al personal, que aquí había al menos una docena de bibliotecarios. En la Gistau, mucho más pequeña, este proceso tardó un par de meses», señalan desde la Plataforma Ciudadana Distrito Salamanca.
Largo historial
La paciencia de los vecinos se agota porque este proyecto, que empezó en diciembre de 2023, es la enésima mejora que encadena la Manuel Alvar, un espacio de siete plantas con 6.580 metros cuadrados de superficie. Se clausuró por primera vez de forma repentina en abril de 2019 por «obras de emergencia para resolver deficiencias de seguridad en elementos arquitectónicos y las instalaciones de protección contra incendios».
Acabaron el primer trimestre de 2020, pero después llegó la pandemia y como la Comunidad de Madrid aún tenía reformas pendientes, decidió mantenerla cerrada. Mientras licitaba el proyecto, el Ministerio de Cultura les comunicó que tenía previsto acometer mejoras adicionales (relacionadas con la accesibilidad y la instalación eléctrica), así que ambas instituciones acordaron, según explican fuentes ministeriales, que sería la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura –organismo autónomo del Ministerio de Cultura– la que acometería estos trabajos, que cuentan con un presupuesto de 5,6 millones de euros. «Ha fallado la planificación, porque una vez pasada la emergencia se tenía que haber planeado y cerrado por el tiempo imprescindible», reconocen desde la Plataforma Ciudadana Distrito Salamanca. .
El proyecto, según los vecinos, ha sufrido modificaciones en los últimos meses y está «al 45% de su ejecución»
Ella, como decenas de vecinos del barrio, llevan todos estos años manifestándose cada día del Libro (23 de abril) y cada día de las Bibliotecas (24 de octubre) frente al que fue su centro de lectura y encuentro predilecto. Si esta situación sigue prolongándose en el tiempo, asegura, están planeando además organizar una concentración frente al Ministerio de Cultura, al que también han enviado una carta solicitando una reunión para poder dar una solución a estos 2.103 días sin biblioteca.
«No apreciamos nuestro patrimonio, es un escándalo que hayan tardado más de cinco años», zanjan. Como recuerda una pintada a rotulador que aún se puede leer en el cartel de las obras colgado en la verja principal del centro: «Bais (sic) tarde».
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