Navidades madrileñas con olor a naftalina en las fotos del Archivo Regional
Una exposición virtual nos retrotrae a aquellos tiempos de zambombas y aguinaldos del pasado
Dos mujeres se aprovisionan de viandas para la cena de Navidad, en 1933
La nostalgia a veces toma el color sepia de las antiguas fotografías. Y cuando estas nos retrotraen a la infancia, y más en Navidad, la combinación se convierte en un camino directo hacia el corazón. La Consejería de Cultura, que dirige Marta Rivera de la Cruz, ha puesto en marcha una exposición virtual que puede ver cualquier curioso con acceso a un ordenador. Un catálogo de 86 imágenes de las navidades pasadas.
A través del Portal de Archivos de la Comunidad de Madrid, se atraviesa la puerta a un mundo que algunos vivimos, y otros sólo recordamos por lo que nos contaron nuestros mayores. Fotografías de los años 1930 a 1970, procedentes de los fondos del Archivo Regional y de la Colección 'Madrileños', que puede verse y descargarse a golpe de clic.
Cómo se decoraban las calles, qué ambiente había en los establecimientos, qué belenes se ponían, las cabalgatas y las caras de los niños pegando la nariz a los escaparates de las jugueterías: las instantáneas transmiten sentimiento, el frío de las gélidas noches de antes y la ilusión escapándose por las pupilas de los más pequeños.
'Madrid por Navidad' es el título de la muestra, que se ha dividido en cinco secciones para recorrer 40 años de la historia de la capital en imágenes. Cada una de ellas se acompaña de la letra de un villancico popular.
El mercadillo navideño
Bajo el epígrafe 'Luces, villancicos y aguinaldo' se presenta la primera parte de la exposición. En la que se pueden recorrer visualmente los puestos del tradicional mercadillo de la Plaza Mayor, y su extensión en la plaza de Santa Cruz. Allí acudían las familias en busca de panderetas y zambombas -ahora casi una reliquia-, bolas para el árbol o la figurita que faltaba en el belén doméstico.
Martín Santos Yubero muestra las calles iluminadas, y el enorme árbol de Navidad de la Puerta del Sol, muy cerca del oso y el madroño.
Una segunda sección tiene por título '¡A Belén pastores!', y recoge diferentes Nacimientos, una de las tradiciones más arraigadas en Madrid desde que Carlos III trajo de Nápoles esta costumbre. Pueden verse fotos del enorme Misterio colocado en la fachada del edificio de Galerías Preciados, a los montados en los soportales de la plaza de las Descalzas o la plaza de la Villa. Y el mejor, uno en la parte trasera de un Seat 600, con su leyenda escrita sobre el polvo del capó: «¡No tocal!».
Bombos y bolas
La tercera sección es '¡Mañana sale!', y se dedica íntegramente a la fecha que marca la llegada de la Navidad: el 22 de diciembre, con el Sorteo Extraordinario de la Lotería. Bombos, bolas, tablas y la alegría de los niños. Y, cómo no, la emblemática foto de la más famosa lotera que en el mundo ha habido: Doña Manolita, despachando en el mostrador de su establecimiento a los clientes ávidos de hacerse con la suerte, o dándose un paseo por la ciudad. No una, sino dos fotos muestran la cara de doña Manolita: una de Santos Yubero, de 1948, y otra de Nicolás Muller, de 1950.
Son 86 instantáneas del Archivo Regional y de la colección 'Madrileños' que vuelven a la Navidad de los años 1930 a 1970
Las fotos muestras a agraciados por la fortuna, entre ellos los que se arremolinan a las puertas de la perfumería Cortés, en 1954, con distinta ropa y estilo de peinado, pero las mismas sonrisas que se encuentran a día de hoy entre quienes consiguen acertar con el número premiado.
Hay un cuarto bloque que lleva como título 'La cena de Nochebuena'. Parece ser que fue el Papa Julio I en el siglo IV el que estableció el día 25 de diciembre como el de celebración del nacimiento de Jesús. Aquí, las instantáneas se recrean en las ricas viandas que en cada casa se intentan llevar ese día a la mesa.
Dos señoras portando un cordero y un pavo vivos, junto a una cesta de bebidas, en un colmado en 1933. Es fácil de imaginar el futuro inmediato de ambos animalitos. O la gigantesca cesta de Navidad de 'Casa Carrasco', en 1950: más alta que muchos jugadores de la NBA.
Desde doña Manolita en su administración de Lotería a los niños con la nariz pegada al escaparate de las jugueterías
Mención aparte merecen esas imágenes de cenas familiares, donde faltaba mesa y sobraban platos, y los niños abundaban como hace décadas que no se recuerda.
Hay un último apartado, dedicado a las más simpáticas majestades, las que cierran las fiestas navideñas: lleva por título '¡Que vienen los Reyes Magos!' y hace referencia justamente a esa noche mágica en el que tres hombres montados a camello reparten ilusiones y, a veces, carbón.
Las imágenes que conserva el Archivo Regional muestran a un grupo de niños con las caritas literalmente pegadas al cristal del escaparate, observando con delectación cocinitas, muñecas y otros juguetes en 1959.
Da la entrada a esta sección un pequeño corneta encaramado sobre un caballo de cartón casi de tamaño natural no sabe si atender al animal o al instrumento, en 1936.
Reparto
Los Reyes Magos, a caballo o a pie, visitan a niños del Auxilio Social o de hogares desfavorecidos para llevarles sus presentes. Y montañas de juguetes para los hijos de los periodistas se recogían y repartían en la sede de la Asociación de la Prensa, en el año 1942.
Los niños ingresados en el hospital del Niño Jesús veían pasar ante sus camas a una fila de niñas uniformadas, portando cada una un juguete con el que los obsequiaban, para hacer más dulce su espera del momento de salir de allí, en 1936, en la instantánea de Martín Santos Yubero. Y una familia completa disfrutaba del scalextric, el juguete con el que soñó una generación entera, en la fotografía del mismo autor tomada en 1969.
El personal de Correos, devorado por el aluvión de cartas en las navidades de 1963; seguro que muchas eran misivas enviadas a los Reyes Magos.
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