Del motor de agua al robot Telekino, inventos e inventores que surgieron en Madrid
HISTORIAS CAPITALES
La inventiva y capacidad de aportar nuevas ideas ha sido siempre grande en la capital, donde confluían talentos de toda España
Las patentes en España: de un molino al primer eBook
![Marzo de 1921, pruebas del salvavidas para náufragos inventado por Fernando López Sanz, en la Casa de Campo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/23/invento-ahogados-RRq4WZHbfHDo3oI3qaK1i3N-1200x840@diario_abc.jpg)
Hace sólo unos días se conocieron los datos del último informe PISA, donde se valoraba por primera vez la competencia en Pensamiento Creativo, la capacidad para generar nuevas ideas y mejorar las ya existentes. Los niños madrileños sacaron la mejor nota de toda España. ... No es extraño: en la capital se ha dado históricamente una importante nómina de inventores, algunos nacidos aquí y otros llegados de distintos puntos del país y que desarrollaron aquí su trabajo.
En Madrid se vieron, décadas e incluso siglos atrás, inventos como la ordeñadora mecánica, el salvavidas para náufragos el aparato eléctrico que evitaba los choques de trenes, la Minimax, que era un extintor manual de incendios de principios del siglo XX, algunos de los primeros robots o autómatas, y el motor de agua, sólo por citar algunos.
Ahora que tanto se habla del medio ambiente y la necesidad de cuidarlo, y que los coches eléctricos intentan hacerse un hueco en las grandes ciudades, en Madrid se vivió mucho tiempo atrás un invento español que revolucionó este sector: se trata de Arturo Estévez, que estudió Técnica Industrial en Madrid, y que fue sumando patentes a lo largo de su vida de prolífico inventor.
De su imaginación surgió un mecanismo de baterías solares para producir energía eléctrica, que patentó en los Estados Unidos en 1950; y veinte años después, el que sin duda fue su invento más sonado, el motor de agua. Nunca llegó a comercializarse ni a patentarse ese hallazgo, que con solo mezclar el líquido elemento con una singular clase de arena, conseguía que los vehículos rodaran. Lo contaba en ABC con todo lujo de detalles, pero ni la publicidad recibida ni sus llamamientos a las autoridades lograron sacar de la oscuridad este invento, que según algunos cronistas, se encargaron de acogotar los grandes 'trusts' energéticos.
Este es sólo un ejemplo de la inventiva y talento que desde hace muchos años se ha lucido en Madrid. Recoge muchos ejemplos Enrique Javier de Lara en su libro «El Inventor» (AACHE), biografía novelada de Valentín Silvestre, y en el que se menciona a otros muchos como el cántabro Torres Quevedo, inventor del funicular que atraviesa las cataratas del Niágara desde 1916 y que era conocido allí como el 'Spanish Aerocar'.
![Imagen principal - Arriba, el aparato Minimax, un extintor manual de incendios, probándose en 1906. Abajo, izquierda, Mario Bretón, en 1919 en la Academia de San Fernando con el aparato eléctrico de su invenció que tiene por objeto evitar toda clase de choques de trenes. dcha, Arturo Estévez en la demostración del motor de agua, en 1971.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/23/invento-incendios-U16863177106XLj-758x470@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Arriba, el aparato Minimax, un extintor manual de incendios, probándose en 1906. Abajo, izquierda, Mario Bretón, en 1919 en la Academia de San Fernando con el aparato eléctrico de su invenció que tiene por objeto evitar toda clase de choques de trenes. dcha, Arturo Estévez en la demostración del motor de agua, en 1971.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/23/invento-electrico-U36275685301XEY-464x329@diario_abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Arriba, el aparato Minimax, un extintor manual de incendios, probándose en 1906. Abajo, izquierda, Mario Bretón, en 1919 en la Academia de San Fernando con el aparato eléctrico de su invenció que tiene por objeto evitar toda clase de choques de trenes. dcha, Arturo Estévez en la demostración del motor de agua, en 1971.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/23/invento-motor-agua-U02421722722Prg-278x329@diario_abc.jpg)
Este artefacto fue utilizado como dirigible por los ejércitos francés e inglés durante la Primera Guerra Mundial. Y también de su cabeza salió el diseño de Telekino, el autómata gobernado por control remoto mediante ondas hertzianas. Aunque lo más destacado en su caso fue la serie de máquinas analógicas para el cálculo aritmético: algo así como unas protocalculadoras que recibían nombres tan curiosos como el aritmómetro electromecánico. Y que se sepa, hasta Einstein compró varias de ellas para realizar sus cálculos. También inventó una máquina autómata que llamó 'El Ajedrecista' que tenía por costumbre ganar a los humanos en este juego.
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Valentín Silvestre fue uno de los inventores más prolíficos del siglo XIX, y así se refleja en la Oficina Española de Patentes y Marcas, donde existe constancia de hasta veinte patentes suyas. Todo un portento, pero no menores fueron otros que en Madrid presentaron el salvavidas para náufragos, que llevó al estanque de la Casa de Campo Fernando López Sáinz, perito electricista; la rueda elástica de José de Acuña; la máquina que evitaba choques de trenes, que salió de la mente de Mario Bretón en 1919; o el Minimax, un extintor manual de incendios que se probó en presencia del Rey Alfonso XIII , el conde de Peñalver y otros destacados nombres de la época. A la hora indicada, se prendió fuego a una caseta de madera embreada, y cuando las llamas lo lamían con delectación, se hizo funcionar el aparato extintor, que logró sofocar el incendio en menos de un minuto. Todo un éxito. Más tarde se probó con una chimenea, y con una balsa de alquitrán, siempre con excelentes resultados.
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