Metropolitano versus Bernabéu: el otro derbi que gana el templo blanco
La reforma faraónica del estadio de la Castellana arrebata al club rojiblanco su hegemonía en el terreno musical
La estructura puntera del Real Madrid, con cubierta y campo retráctiles, ofrece un espacio rentable los 365 días del año
Un Mad Cool con 8.000 personas menos y más trenes para apaciguar a los vecinos

Una noche de verano de 1982, una tormenta cayó sobre un estadio a reventar. Decenas de miles de personas aguantaron bajo la lluvia, que desmontó parte del escenario donde tocaban los Rolling Stones y derramó cientos de globos de colores. La banda británica siguió ... con 'Under my thumb' mientras una guirnalda hinchable y arcoíris se enroscaba como una serpiente entre los músicos, y esa escena se grabó en la larga e icónica historia musical del Vicente Calderón. El mismo lugar donde Madonna, en 1990, cantó con una camiseta del Atlético de Madrid y enamoró al público, donde Michael Jackson congregó a 60.000 personas con la frase: «Levanta tu cabeza bien alta y grítale al mundo: sé que soy grande, creo en mí».
El antiguo coliseo rojiblanco celebró su último concierto en 2017, con Alejandro Sanz; tres años después desaparecería el Calderón junto al meandro de la M-30, ahora cubierto por una losa verde. El Atlético de Madrid trasladó su casa al este de la capital, al reluciente estadio Metropolitano en el distrito de San Blas-Canillejas. Allí sumó cerca de 20.000 butacas y siguió invitando a grandes estrellas; el pasado verano acogió a Guns N' Roses y Aitana. Pero esta hegemonía se termina. Su gran rival, a 13 kilómetros de distancia, el otro coloso de la ciudad, está listo para arrasar (también) fuera del campo de fútbol.
El Bernabéu y el Cívitas Metropolitano son las salas de conciertos más grandes de la ciudad, lejos de los números limitados del Wizink (con un aforo de 17.000 personas), el Palacio de Vistalegre (15.000) o la plaza de toros de Las Ventas (23.000). Solo el nuevo recinto Iberdrola Music, un polémico espacio en el distrito de Villaverde que se testará por segundo año consecutivo con el festival Mad Cool, una superficie de 85.000 metros cuadrados y capacidad para 100.000 personas, supera las cifras de los dos campos madrileños. Este 2024, sin embargo, la reforma faraónica del Bernabéu ha desequilibrado la balanza de este otro derbi, porque ahora el Real Madrid posee un estadio versátil y multiusos en cualquier época del año, y en ese aspecto ni siquiera el Metropolitano puede presentar batalla.
El proyecto de Florentino Pérez ha sido caro. El club blanco presupuestó inicialmente 575 millones de euros para transformar el Bernabéu en un platillo volante recubierto de láminas de aluminio. Esa cantidad se ha triplicado –y las obras se han alargado dos años más de lo previsto– hasta los 1.170 millones. Aún falta otra fase de los trabajos, la superestación de Metro de 83 millones, doce ascensores y un vestíbulo futurista, pero el estadio con tecnología puntera ya está listo. La cubierta y el césped retráctil, un moderno mecanismo que guarda los pedazos del campo en apenas unas horas dentro de una estructura conocida como hipogeo, se estrenaron el pasado 26 de abril con el evento 'Locos por la música', en el que Camela o Juan Magán actuaron para unas 30.000 personas. Fue un inicio tímido de una nueva apuesta que cristalizó la semana pasada con Taylor Swift.
Igual que la tormenta de los Rolling Stones o la camiseta colchonera de Madonna, las dos convocatorias de Taylor Swift en el Bernabéu han ingresado en la lista de los conciertos más épicos de la capital. La repercusión de la cantante estadounidense, que enamoró a 130.000 seguidores y desesperó a muchos vecinos, se tradujo en una caja millonaria para la ciudad –también en una multa de 40.000 euros a la promotora por incumplir los límites de ruido–, y situó al feudo de la Castellana en el mapa mundial. El mismo que hace años recibía a artistas de la talla de Frank Sinatra y Bruce Springsteen, pero palidecía ante las fiestas míticas del Calderón, con David Bowie, Prince, Bon Jovi, Guns N' Roses, Paul McCartney... Y a pesar de esa galería de leyendas, de que algunas repitan en el campo del Atleti –Bruce Springsteen actúa el 17 de junio–, y de esas 4.000 plazas de aparcamiento con hueco para enormes tráilers, el Metropolitano pierde en esta nueva era, porque su césped debe preservarse durante toda la temporada futbolera.
Estadio Santiago Bernabeu
65.000 conciertos
La capacidad del Bernabéu para eventos al margen del fútbol tras las obras; durante los partidos puede acoger a 81.000 personas.
8 conciertos
El Bernabéu tiene el calendario cargado hasta octubre: Duki (ayer), Manuel Carrasco, Luis Miguel, La Velada del Año organizada por Ibai Llanos y dos eventos más de reguetón y k-pop.
1.170 millones
El coste de la reforma del Bernabéu, el triple del planteamiento inicial, ha permitido al Real Madrid disponer de un espacio versátil.
En otras palabras, el Bernabéu es un espacio rentable los 365 días del año. El templo del Real Madrid, que firmó un acuerdo de explotación con la norteamericana Legends por 25 años y 400 millones de euros anuales, ya adelanta al del Atleti en número de conciertos: ocho programados de aquí a octubre, entre ellos, Karol G, Aitana, Luis Miguel y la velada de Ibai Llanos, frente a los cinco estivales del Metropolitano, que convoca de nuevo a 'The Boss', también a Metallica y Estopa. Respecto al aforo para conciertos: 65.000 personas en el estadio renovado; 60.000 en el de San Blas-Canillejas. Aun así, más allá de las fechas veraniegas, el Metropolitano organiza una media de dos o tres eventos diarios, como congresos o citas que llenan salas de 500 personas. Son más de 450 eventos a lo largo del año que ya suponen una cuarta parte de los ingresos del estadio rojiblanco.
Estadio Civitas Metropolitano
60.000
El aforo del estadio de San Blas-Canillejas para conciertos, de un total de 70.000 butacas, 20.000 más que las plazas del antiguo Vicente Calderón.
5 conciertos
Tres fechas de Bruce Springsteen, dos conciertos de Metallica, Morat, Estopa y Feid son los artistas programados para este verano en el templo rojiblanco.
25 por ciento
Un cuarto de los ingresos que percibe el Atlético de Madrid por el estadio Metropolitano proceden de la celebración de eventos, más de 450 a lo largo del año.
El furor por estos macroconciertos dentro de los campos de fútbol preocupa a los vecinos. Quienes residen alrededor del Bernabéu ya han advertido: partidos todo el año, sí, pero no conciertos a todo volumen. La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) ha nombrado este fenómeno: 'eventificación', o la celebración de eventos masivos que suponen molestias, ruidos y colapso de barrios residenciales. A las puertas de un verano ajetreado, piden regular un sector en el que el Bernabéu promete asumir un buen pedazo de la tarta.
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