El sindicato mayoritario de Metro da vía libre para no secundar la huelga general
Discordia entre los conductores de cara al 29-S
Cuando las palabras «metro» y «huelga» se unen en la misma frase saltan las alarmas por el potencial del suburbano madrileño para paralizar o no la ciudad. Ayer, el Sindicato de Conductores de Metro, el que reúne a mayor número de afiliados en la empresa pública de transportes, acordó en una asamblea dar cancha libre a sus afiliados para secundar o no la Huelga General del próximo día 29. «El ambiente que se palpa en las líneas es que hay bastantes conductores que no van a hacer huelga, pero se decidirá todo el día 29. El sindicato va a apoyarles elijan lo que elijan», pronunció Francisco Rubio Bermejo, secretario de información del Sindicato de Conductores.
Esta decisión e impresión choca de lleno con la de los sindicatos convocantes de la huelga, UGT y CC.OO., quienes respaldan el paro en todo el país. «Habrá un seguimiento de la huelga de los conductores del 70%, pero es que tampoco hubieran ido a trabajar si no la hubiese habido porque es San Miguel, el patrón de Metro y todos los años falta el mismo porcentaje de trabajadores», aseguró Teo Piñuelas, representante de UGT en el ente público.
Las discrepancias entre los sindicatos que forman el Comité de Huelga vienen dadas, en parte, por no tener en cuenta al Sindicato de Conductores para convocar el paro, como determinó su secretario general, Vicente Rodríguez: «Nos ha molestado que no se nos consultara siendo parte implicada y el descontento es general, lo entendemos como un desprecio hacia el sindicato». «La próxima vez, que convoce el Sindicato de Conductores una Huelga General. Entonces, le apoyaremos UGT y CC.OO.», opinó Piñuelas.
La cuestión es que en otras ocasiones, el Sindicato de Conductores ha dado libertad a sus asociados para seguir o no los paros, así que no es algo inusual, destacó Piñuelas, quien matizó que la mayoría del Comité de Empresa la apoya. Sea como fuere, los sindicatos respetarán los servicios mínimos. Los mismos señalaron que el hecho de que los conductores secunden o no la huelga no influye en el éxito de la misma. «No entendemos que algunos medios nos señalen con el dedo. Con la huelga de Metro éramos los malos; ahora también. La gente no se puede escudar en la movilidad y en el suburbano para decidir si va o no», determinó Rubio.
«Lo que contribuye al fracaso es que las empresas y los polígonos industriales abran, pero no Metro. No somos el ombligo del país. La cuestión es que somos referente porque nos hemos opuesto a lo que los mercados dictan a los políticos, pero la foto de la Huelga General no es la de los andenes abarrotados, sino vacíos», añadió Piñuelas.
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