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Las mejores inocentadas de la historia: de la venta de Cibeles al robo de un león del Congreso

Un bando municipal prohibía llevar barbas en Madrid; la Cibeles fue vendida, y un león de Las Cortes, robado; son algunas de las inocentadas más logradas de la historia

Fotomontaje del Viaducto hundido, en 1905 ARCHIVO
Sara Medialdea

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Ser gracioso, mover a la sonrisa, alegrar el día al lector o buscar la manera de engañarle, siempre de forma sana, es el objeto de las inocentadas, una tradición de más de un siglo en la prensa española. Aunque los tiempos parece que no invitan, por exceso de 'fakes', no está de más saber que por un día al año, hay que tomarse todo lo que se lea con un cierto recelo. Por si las inocentadas.

Hay una larga tradición de gastar bromas por medio de noticias falsas publicadas el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. Aunque algunos editores las rechazan de plano, por antiguas, rancias y alejadas del verdadero objeto del periodismo, otros mantienen el buen humor y la costumbre de buscarles las vueltas al lector más avezado, con ingenio y ciertas dosis de ironía. Porque como las fallas en Valencia, a veces las inocentadas son también una crítica o una llamada de atención al poder.

La costumbre de publicar inocentadas se remonta a mediados del siglo XIX. Y en el caso del ABC, prácticamente nació con ellas puestas: en 1905, se publicaba la primera, con un fotomontaje que hizo estremecerse a más de uno: el hundimiento del Viaducto. El suceso, acompañado de una muy gráfica ilustración, iba acompañado de todo lujo de detalles, y parecía tan veraz, que más de un vecino se acercó para ver lo que había pasado.

No fue la única: ABC reincidió en muchas ocasiones desde entonces, pero sólo por citar otra muy sonora, está la que se basó de nuevo en una foto trucada: la que el 28 de diciembre de 1914, con la Primera Guerra Mundial ya comenzada, anunciaba el aterrizaje de un zepelín nada menos que a las puertas del Casino de San Sebastián. De nuevo fueron muchos los que cayeron en el engaño.

El zepelín que 'aterrizó' frente al Casino de San Sebastián en 1914 archivo abc

La sucesión de inocentadas reflejadas en la prensa ha sido tan extensa como cuajada de imaginación e ingenio. El periodista y docente José Manuel Burgueño incluso ha publicado el primer libro recopilatorio de estas bromas impresas, 'Se vende la Cibeles' (Literatura Abierta-Torre de Lis, 2022). En él, se recogen todo tipo de anécdotas relacionadas con estas simpáticas invenciones, a veces tan verosímiles que se confunden sospechosamente con la realidad. Y otras tan absolutamente impensables que, sólo por eso, seguro que hicieron dudar a más de uno sobre su veracidad.

Por ejemplo, la venta de la fuente de la Cibeles, una noticia que levantó protestas entre los madrileños, muy apegados a su diosa de piedra. O la prohibición de llevar barbas. O el robo de uno de los leones de Las Cortes –no se especificaba en la noticia si se trataba de Hipómenes o de Atalanta–.

El libro de José Manuel Burgueño recopila, por primera vez, inocentadas aparecidas en la prensa de todo el mundo

Burgueño relata esta y otras muchas inocentadas recogidas en la prensa, en un tono ameno que anima la lectura. Recuerda la columna de José María Salaverría en un ABC del 28 de diciembre de 1908, en la que señalaba que «al salir hoy a la calle, todo español despabilado llevará una fuerte preocupación entre una y otra ceja. Hoy es el día de los Santos Inocentes... ¡Por Dios, que no nos engañen!».

Pero por mucho que fueran prevenidos, es muy difícil que no se la colaran. Que levante la mano quien no se haya visto cazado en alguna ocasión por estas noticias, flor de un día en el que todos pecamos de tremenda ingenuidad.

Carrillo, cartujo

Otras del libro de Burgueño: que la Mezquita de Córdoba colapsó, que Alfredo Di Stéfano, la saeta rubia, había fichado como director técnico del Barcelona, o el ingreso de Santiago Carrillo en la orden cartuja.

La clave, al escribir una de estas inocentadas, está en no pasarse de frenada: tiene que ser verosímil, para que el lector se la crea o, al menos, tenga dudas sobre si puede ser cierta. En algunas ocasiones, explica el autor, se dejaban 'pistas' como artículos firmados por Johnnie Walker, Adolfo Domínguez o Sansón Carrasco. Y hay quienes han sido tan hábiles que incluso han engañado a los colegas de otros medios, que han repicado la noticia.

Una última advertencia: aunque en España se celebra hoy –ándense con ojo–, en otros puntos de Europa es el 1 de abril el día de hacer inocentadas. Le llaman 'april's fool'.

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