Marginal, 19 años y vecino de Aluche: así es el 'hacker' que robó 600.000 euros al Ayuntamiento de Palma y a otro de Gerona
La Policía Nacional detiene en Madrid a un joven que se hizo pasar por una empresa de limpieza y estafó, contratando a 'mulas' a dos consistorios por el método del 'falso CEO'
Cae una banda que estafó 230.000 euros con el fraude del CEO en Valencia

Es una persona con un entorno familiar inestable, cercano a la marginalidad. Vive con su novia en un humilde piso del barrio de Aluche, en el distrito madrileño de Latina y carece de estudios. La casa la tiene manga por hombro y, como relatan fuentes policiales ... a ABC, «para nada, viéndole, alguien puede pensar que es una persona capaz de hacer lo que ha hecho»: el fraude del CEO.
Llamémosle Pablo y tenía 19 años aún cuando el verano pasado levantó nada menos que 300.000 euros de las arcas del Ayuntamiento de Palma. Luego, se ha descubierto, en el curso de la operación Ceo, que este chaval hizo lo propio con otro consistorio de unos 12.000 habitantes de la provincia de Gerona. La Policía Nacional le echó el guante hace apenas unas semanas y está investigando dónde ha ido a parar tantísimo dinero.
El tal Pablo, español nacido en octubre de 2002, montó su propia red de latrocinio informático, contratando, primero, a las llamadas 'mulas'. Se puso en contacto, por Instagram, con jóvenes a los que tampoco les iba muy bien económicamente. Insertó una serie de anuncios en esta red social y les habló por privado. «Gana 50 euros sin moverte de tu casa», venía a decir el reclamo.
Lo hizo, al menos, con cinco personas: en una primera fase, una chica que ahora tiene 20 años y un varón de 24, ambos con DNI español pero de origen latinoamericano. En la segunda parte, contó con un peruano de 22 años, un español que actualmente tiene 23 y un venezolano de 24, residentes en Madrid. venezolano (1999 cumplidos).
Lo siguiente fue pagarles esa exigua cantidad de dinero para que abrieran sendas cuentas corrientes en bancas 'online', a su nombre. El pacto incluía lo más importante: facilitar a Pablo las claves y datos fundamentales, aunque fueran las identidades de las 'mulas' las que obrasen formalmente.
La adjudicataria de limpieza
Luego, el cabecilla se las arregló para crear una serie de correos electrónicos falsificando al verdadero remitente, la empresa de limpieza Samyl, adjudicataria de este servicio en Palma de Mallorca.
Envió una comunicación, simulando ser el encargado de la contrata, en la que explicaba que habían cambiado de número de cuenta corriente y facilitándole la nueva, que, claro está, era una de las que le habían creado sus compinches.
Así, consiguió que el Ayuntamiento palmesano le hiciera dos abonos, vía transferencia: una de 39.498,27 euros (el 8 de marzo de 2022) y otra de 263.652,20, lo que suma más de 303.000 euros. La sorpresa llegó cuando la verdadera Samyl reclamó sus abonos, los reales, a la concejalía de Hacienda. El gobiermo municipal de la capital de Islas Baleares denunció la estafa ante la Policía Nacional, que comenzó sus pesquisas.
El caso de Gerona
Al tirar del hilo, los agentes vieron que los testaferros se encontraban en Madrid, por lo que el caso pasó a la Unidad de Investigación Tecnológica de la Jefatura Superior de la capital de España. Tras arrestar a laas 'mulas', se percataron de que Palma no era la única ciudad estafada, sino que había otra localidad en Gerona a la que le habían hecho exactamente lo mismo: 300.000 euros a nombre de la falsa Samyl.
A finales de febrero, los policías se presentaron en casa de Pablo y de su novia, que estaba manga por hombro. Se incautaron de ordenadores y tres teléfonos móviles, ante la aparente tranquilidad del principal sospechoso del denominado 'fraude del CEO'.
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