La marcha anti-OTAN que llenó la Ciudad Universitaria y donde la cerveza se pagaba con 'psoetas'
HISTORIAS CAPITALES
Cientos de miles de personas participaron en una reivindicación festiva con actuaciones musicales y discursos antibloques
40 años de la entrada de España en la OTAN: Conversiones, trampas y espionaje de la URSS
Manifestación anti-OTAN en el año 1985. Entre los asistentes, Imanol Arias y Pastora Vega
Frente a la facultad de Ciencias Biológicas, en un enorme descampado que ahora alberga en parte el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, en el corazón de la Ciudad Universitaria, tuvo lugar un acto reivindicativo y de protesta en noviembre de 1981, hace más de ... 40 años, en el que participaron cientos de miles de personas. Hubo música, fiesta, himnos y pancartas, pero sobre todo, una ilusión desatada en una sociedad que nacía a la democracia.
El lema principal de aquel día era «Por la paz, el desarme y la libertad». Se celebró un domingo, 15 de noviembre, y la clásica guerra de cifras entre Administración y administrados no apagó para nada su éxito: hubo entre 100.000 personas -según el gobierno civil- y 500.000 -en los cálculos de la organización-.
Eran los tiempos en que comenzaba a hablarse del ingreso de España en la OTAN, una idea a la que se oponían -de entrada- desde la izquierda ideológica. Que aquello iba a ser un éxito era algo que se palpaba en el ambiente desde primera hora de la mañana. A las 10, ya había riadas de personas caminando desde Cuatro Caminos, por un lado, y desde La Moncloa, por el otro, hacia la Ciudad Universitaria. Aquel mar de personas se iban agrupando en el enorme descampado, esperando a que comenzara el acto.
Para entretener la espera, había puestos de comida y bebida en los alrededores. En ellos, cambiaban las pesetas de curso legal por otro tipo de moneda, coyuntural: las 'psoetas», únicos billetes que admitían para comprar bocadillos o bebidas.
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ContinuarPor el escenario pasaron todo tipo de personajes populares: desde el periodista Luis del Olmo a los artistas Carlos Tena, Luis Eduardo Aute, Joaquín Sabina, los clásicos Ana Belén y Víctor Manuel, Miguel Ríos o grupos como Topo, Leño o Suburbano. Entre actuación y actuación, discursos políticos. El último en hablar fue Felipe González, que se comprometió a convocar un referéndum para la entrada en la OTAN en el caso de ganar las elecciones. Más adelante lo hizo: ganarlas y convocarlo, solo que defendiendo el 'sí' a sumarse a uno de los bloques militares del momento.
En aquel inmenso mitin se habló de la 'mayoría natural' de España, junta en una jornada para pedir la paz y quejarse de que, aunque hay armas suficientes para destruir toda la Humanidad, continuaban fabricándose más. Cuatro décadas después, en este punto al menos no se ha avanzado gran cosa.
Año 1982. Marcha Anti-OTAN en dirección a la base militar de Torrejón de Ardoz
En primera fila, figuras destacadas de la época: Santiago Carrillo, Dolores Ibárruri La Pasionaria, Alfonso Guerra, Ciriaco de Vicente, Carmen García Bloise, Luis Gómez Llorente, Joaquín Leguina, Nicolás Redondo, Luis Solana, Marcelino Camacho…
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La concentración festiva duró más de cuatro horas -hacía una bonita mañana soleada-; fue de las más numerosas que se habían convocado en los últimos años en la capital. Sobre la participación en la misma, como es habitual hubo quien vio más personas de las que fueron, y quien contó menos de las que había. Tirando de ironía, recogen las crónicas que al día siguiente, el periodista Luis del Olmo inició su programa radiofónico señalando que lo escuchaban «diez millones de personas, según las estadísticas; tres millones, según la Policía Municipal, y 132 personas, según el gobernador».