Lobato quiere llevar el orgullo de Madrid al PSOE y tener voz propia
El líder socialista madrileño tiene cuatro años para consolidar su discurso en el Senado y en Ferraz y marcar un nuevo estilo que le sitúe como alternativa seria
Juan Lobato salta a la política nacional y será senador autonómico del PSOE por Madrid
![Juan Lobato, en un acto de campaña electoral](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/07/13/lobato-psoe-RwUGOlYhZVforGJ5yyMn2AJ-1200x840@abc.jpg)
Juan Lobato se siente más cómodo con Isabel Díaz Ayuso que con Mónica García. Es algo que salta a la vista en la Asamblea y que confirman en su entorno. Su relación es buena y cercana y entre ellos hay, sobre todo, ... respeto mutuo y algo en común que les une más allá de sus ideologías: su 'orgullo' madrileño, ese sentimiento emergente en los últimos años que lleva a creer en la fuerza de esta región y en su potencial de crecimiento y también a hablar bien de Madrid. Sí, hablar 'bien' de Madrid, algo que muchos políticos han olvidado durante décadas y que siguen sin practicar hoy. Pues Lobato habla bien de Madrid y comparte con Ayuso que esta región no tiene límite en el futuro.
La misión de Lobato no es fácil. El excalcalde de Soto del Real se puso al frente del PSOE madrileño en sus horas más bajas, tras el batacazo de las elecciones autonómicas del 4M de 2021, cuando quedó en tercera posición, por detrás del PP y de Más Madrid, y perdió incluso su rol como líder de la oposición. El pasado 28 de mayo, el huracán Ayuso dio pocas opciones al resto, borró del mapa a Podemos y dejó a Más Madrid y al PSOE muy por detrás con un empate de escaños, con seis mil votos más para los de Mónica García. El proyecto de Lobato mira a 2027 con un objetivo: ser una alternativa seria frente a un 'animal' político como es Ayuso. Sin olvidar que cuatro años en política es como una era geológica y se sabe cómo empieza, pero nunca cómo se acaba. Que se lo digan a la Isabel Díaz Ayuso de principios de 2019, cuando se presentó como candidata por primera vez, como una perfecta desconocida, y perdió en las urnas. Hace solo cuatro años de eso.
La mayoría absoluta del PP en Madrid hace más difícil todavía el papel de la oposición y la posibilidad de tener 'foco'. Lobato, que fue alcalde con mayoría absolutísima tras las elecciones locales de 2019, entiende la política desde el diálogo y los acuerdos y así lo saben todos los diputados de su grupo parlamentario. Por eso no quiere una oposición basada en el 'no' ni en el discurso destructivo. Fuentes parlamentarias socialistas madrileñas afirman que tiene voluntad de entendimiento con el PP de Ayuso y pretende mantener puentes con el Gobierno de los populares.
En el PSOE apuntan un área donde ven posibilidades de encontrar puntos de encuentro: la digitalización. La importancia de esa tarea se ve en que tiene una consejería propia en el Gobierno regional de Ayuso. Y Lobato está dispuesto a avanzar en un camino que va directo al futuro de Madrid. Aunque parece una quimera, los socialistas no descartan acuerdos puntuales en educación, siempre que sirva para mejorarla. Ahí ven mucho camino por recorrer.
Hace un par de semanas, el portavoz del Grupo Popular, Carlos Díaz Pache, se reunió con Lobato en una primera toma de contacto al principio de la legislatura. Ambos corroboraron su voluntad de tender puentes y mantener una línea de comunicación abierta. En un ambiente político nacional en el que la comunicación entre el PSOE y el PP está rota, por no hablar del diálogo entre Sánchez y Feijóo, en la Asamblea se valora de forma especial que se mantenga la idea de que hablar para buscar acuerdos es positivo para los ciudadanos.
El Grupo Socialista en la Asamblea no ve mal que Ayuso presente una propuesta para limitar el número de diputados en el Parlamento autonómico, que se fija en cada convocatoria electoral en función del crecimiento de la población. En las primeras elecciones, en 1983, había 94 diputados y ya vamos por 135.
Los socialistas aceptan una limitación, pero quieren enmarcarla en una reforma global del Estatuto de Autonomía. Y ahí sí que choca con el PP, que solo quiere tocarlo para poner un límite al número de escaños.
Los presupuestos
Hasta final de año, una de las principales tareas del Gobierno de Ayuso será presentar los presupuestos regionales de 2024, tras el bloqueo de las cuentas de 2023 que ejerció Vox a principios de este año. Los populares están dispuestos también a buscar puntos de acuerdo con el PSOE en enmiendas parciales que puedan mejorar el texto, sin cambiar los ejes principales del PP.
El jueves, el Pleno de la Asamblea dio luz verde a la designación de Lobato como senador autonómico, en sustitución del socialista José Cepeda. El líder socialista madrileño da este paso como parte de su estrategia para hacerse oír en un espacio nacional, como el resto de dirigentes regionales de su partido, según subrayan fuentes del PSOE. «No podía quedarse fuera». Y menos, añaden, ante el escenario político que se abra tras las elecciones generales del 23 de julio. «Madrid tendrá que ser escuchada».
Lobato tendrá ocasión de hacer preguntas a miembros del Gobierno, sea del color que sea, en las sesiones de control del Senado, algo que para sus planes es vital.
Objetivo, 2027
Discurso diferenciado
El PSOE madrileño de Juan Lobato quiere tener un discurso y una voz propia dentro de su partido, para que Madrid se haga oír y respetar y se tenga en cuenta en los debates internos y externos. El movimiento de Lobato en el Senado va en esa dirección.
Diálogo con el PP
El estilo de Lobato es el de la oposición constructiva, lejos del 'no es no'. Su primer encuentro con el portavoz del PP fue positivo: ambos vieron la posibilidad de tener abierta una vía de comunicación durante la legislatura.
Digitalización
En esta área puede haber más posibilidades de acuerdos entre el partido del Gobierno y el socialista. El PSOE cree que es fundamental para afrontar el Madrid del futuro. Lobato, por cierto, no es de los políticos que hablan mal de Madrid. Al contrario, cree en su potencial y en lo bueno que ya tiene.
Presupuestos
El PSOE ha agradecido el 'gesto' del PP de permitir que siga teniendo la presidencia de la Comisión de Presupuestos, clave en la Asamblea, y dejar fuera a Más Madrid.
El líder socialista madrileño no tiene vocación de ser un político profesional, como tantos otros que se conocen y que le han precedido. Los que le conocen aseguran que este técnico de Hacienda se cree realmente la parte buena y práctica de la política: ser útil a los ciudadanos. Si pierde ese sentido, se dedicaría a su profesión, técnico de Hacienda del Estado, y a su familia. Y es esa seguridad la que le permitirá tener voz propia dentro de su partido y un discurso más allá de argumentarios uniformes. El tiempo dirá si acabará siendo un 'verso o barón suelto' dentro del PSOE más allá de las consignas oficiales de Ferraz.
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