Lobato ningunea a Óscar López y exige respeto para la militancia del PSOE de Madrid
«Si dijeras que hay una Michelle Obama capaz de movilizar todas las agrupaciones, me lo replantearía todo, pero no la hay»
Sánchez sube la apuesta contra Lobato: del alcalde de Fuenlabrada al ministro López
![Juan Lobato, junto a su equipo más cercano en la Asamblea de Madrid](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/11/21/juan-lobato-RQltB9rVmWz2KHEl0CoqheO-1200x840@diario_abc.jpg)
Félix Bolaños, Fran Martín, Óscar López, Sara Hernández, Javier Ayala... A Juan Lobato le cuesta recordar todos los nombres que han salido a la luz como posibles candidatos para competir contra él por el liderazgo del PSOE de Madrid, supuestamente impulsados desde Ferraz ... y La Moncloa. Es decir, por Pedro Sánchez. Son tantos nombres que cuando los comenta ante la prensa se le 'olvida' uno de ellos, el de Emma López, concejal del Ayuntamiento de Madrid y vocal del Comité Organizador del 41 Congreso Federal del PSOE. La prensa se lo recuerda. «No me puedo acordar de todos. Son tantos que es imposible», se justifica.
El último ha sido el ministro Óscar López, al que en el equipo de Lobato verían, en caso de confirmarse su candidatura, como un auténtico paracaidista en la Comunidad de Madrid, con escaso conocimiento de la realidad de esta región, de sus pueblos, de las corporaciones locales y de los distritos de la capital.
Lobato está volcado en hacer oposición contra Ayuso, pero también en cerrar filas con Sánchez, algo que ha acentuado en los últimos meses, ante la cercanía del congreso regional del PSOE de Madrid. El 7 de diciembre tienen que presentarse las candidaturas a la secretaría general y el 11 de enero es la primera votación de las primarias. Lobato, que ganó las primarias en 2021 sin tener una oposición directa de Ferraz, quiere seguir al menos hasta las elecciones autonómicas de 2027, pero no deja de comprobar con cierta impotencia cómo su proyecto no convence a la dirección federal de su partido.
El portavoz de los socialistas madrileños ya comentó que Sánchez no le había dicho ni media palabra sobre la posible candidatura de Óscar López en la conversación que tuvieron la semana pasada, ni cuando hablaron en septiembre. Y estos últimos días tampoco ha recibido ninguna llamada de Ferraz para confirmarle o desmentirle que el ministro le vaya a echar un pulso, avalado por Sánchez.
Cada vez que se le pregunta por la posibilidad de que Ferraz pretenda relevarle al frente del PSOE de Madrid, Lobato deja ver cansancio, hastío y cierta frustración. «Ya está bien», comentan en su equipo. «Llevamos 30 años así y no ha cambiado nada». En este caso, el actual líder de los socialistas madrileños ha optado por ningunear a sus posibles adversarios, ante los nombres que han ido salido. No se frenó en absoluto al comentar con cierta ironía que ni que fueran Michelle Obama... En un caso así él podría replantearse todo. Pero es que enfrente no tiene a nadie de ese nivel capaz de lograr una gran movilización en un plazo corto de tiempo.
En declaraciones en los pasillos de la Asamblea de Madrid, constató que no hay una Michelle Obama que pueda generar «una movilización social brutal en poco tiempo» contra él para hacerse con al secretaría general del PSOE madrileño. «O sea, si dijeras: es que Michelle Obama quiere encargarse del PSOE de Madrid, de ir a inaugurar agrupaciones por los pueblos, de hacer asambleas locales en los barrios, entonces yo me lo replantearía, sinceramente», reconoció Lobato.
Pero no es el caso. No hay Obama a la vista, advirtió. Porque Óscar López, por muy ministro que sea y por mucho discurso antiAyuso que exhiba, no tiene ese poder de movilización ni de lejos, y ni siquiera conoce mínimamente los pueblos y los barrios de Madrid, como insinuó unos días antes Lobato.
Por eso, Lobato se siente totalmente legitimado para mantener su proyecto hasta 2027. No hay nadie por el que merezca la pena «renunciar a todo el trabajo hecho por miles de militantes en todos los rincones de la región». No hay «una alternativa magnífica, evidente, ilusionante y que la gente no pueda resistirse a apoyarla». Así, pidió inteligencia porque «no hay» esa gran opción enfrente en estos momentos y exigió, sobre todo, un respeto a la militancia madrileña.
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