Lobato defiende su «perfil propio» en el PSOE mientras los frentes abiertos se multiplican
El secretario general de los socialistas de Madrid reclama a su partido máxima contundencia contra la corrupción y responsabilidades políticas
Juan Lobato marca su espacio en Madrid tras el último batacazo del PSOE
«Claro que voy a mantener mi perfil propio. Es un encargo que tengo y es lo que piden los militantes del partido y la sociedad madrileña». Juan Lobato no tiene ninguna intención de cambiar ni de entrar de forma ciega en el carril ... único del sanchismo y este viernes lo ha dicho alto y claro en la Asamblea de Madrid, en declaraciones públicas. Su estrategia en esta región es una apuesta firme por defender un discurso «adaptado a la realidad madrileña», y por tanto alejado muchas veces de los mensajes de Sánchez y su núcleo de poder hostiles hacia este Madrid de mayorías absolutas del PP, con Ayuso y Almeida a la cabeza.
Lobato no entiende de muros ni comparte esa idea en política, prefiere el diálogo con todos y la búsqueda de pactos con el PP, pide escuchar a los miles de manifestantes que salen a las calles contra la amnistía, no esconde sus disconformidad contra esa medida, reclama autocrítica interna tras el resultado «malo sin paliativos» en Galicia, defiende el trabajo de los dirigentes territoriales y pide tiempo para ellos, anima a recuperar un PSOE de mayorías y, sobre todo, no tiene por costumbre hablar mal de Madrid, sino todo lo contrario, algo que para muchos ya es un cambio en su partido y no menor.
La estrategia «libre» de Lobato en Madrid despierta recelos en el PSOE
Su mano tendida a Ayuso y sus críticas a la amnistía han sumido en el desconcierto a una parte de los socialistas madrileños, donde aparecen voces críticas que asoman como alternativa
El secretario general de los socialistas madrileños, que procede de la política municipal y se le nota en esa cercanía que busca a todas horas y en la mano tendida que no baja aunque sepa que no se la van a tomar, hace equilibrios a menudo para conservar ese perfil personal, que en esta época de polarización llama más la atención, y al mismo tiempo no dejar de hacer oposición dura contra Ayuso. Aunque lo de 'dura' lo pongan en cuestión incluso en algunos sectores de su partido, donde, según admiten algunos de los críticos, hay cierto «desconcierto» por la manera de actuar de Lobato respecto a Ayuso: unos días quiere pactar, y otros se pone al frente del batallón antiayusista.
En esa búsqueda continua del equilibrio, los frentes políticos se le multiplican y ponen a prueba cada día su estrategia con acento marcado madrileño, mientras algunas voces críticas en el PSOE escudriñan cada movimiento que da.
El último de esos frentes abiertos que someten a test de estrés su 'perfil propio' está relacionado con la corrupción, por el caso Koldo, que contrasta con el archivo de las denuncias que se presentaron en su día contra el hermano de Ayuso por su intermediación en la compra de mascarillas.
Al contrario que Sánchez, Lobato ha evitado en todo momento aludir al caso del hermano de Ayuso, y se ha centrado en pedir máxima contundencia contra la corrupción. «Lo digo en general», matiza con precaución. «El PSOE ha sido históricamente contundente contra la corrupción, y lo tenemos que seguir siendo». Según advierte, si hay un «mínimo indicio» de corrupción, deben asumirse responsabilidades políticas. Otro aviso a navegantes desde Madrid.
Esa contundencia, sin embargo, es la que no existe en Móstoles, donde Noelia Posse continúa como concejal a pesar de estar acorralada por el caso ITV. Lobato, en este caso, apela al código ético para esperar a que se abra juicio oral para tomar medidas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete