Lobato busca su encaje en el nuevo PSOE pese a la «pérdida de confianza»
El equipo de López insiste en que no dedicará «ni un minuto» a ocuparse «de algo tan pequeño»
El móvil de Lobato salpica a los secretarios de Estado de Comunicación Vallès y Antolín en la filtración sobre el novio de Ayuso

Casi tres meses después de dimitir como secretario general del PSOE de Madrid y portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea, Juan Lobato se mantiene como diputado raso en el Parlamento regional, sin ninguna función concreta, y como senador por designación autonómica. El PSOE ... de Óscar López no parece tener prisa en resolver su situación, que ha quedado en una especie de tiempo muerto, entre la indiferencia y el ninguneo del nuevo jefe de los socialistas madrileños. «No vamos a perder un minuto en ocuparnos de algo tan pequeño», insisten en el equipo de López cuando se les pregunta por la situación y las funciones de Lobato en la Asamblea y el Senado.
El exportavoz socialista acudió al último Pleno de la Asamblea, tras su comentada ausencia la semana anterior solo unos días después de que el congreso regional del PSOE abrazara al sanchismo con el ministro López al frente. Lobato llegó a las diez en punto, justo a la hora de inicio de la sesión, acompañado de Carlos Moreno, uno de los hombres de confianza cuando lideraba el grupo. Ha quedado relegado a la segunda fila de los escaños socialistas, desplazado también por el portavoz de la ejecutiva de López, Javier Guardiola, con quien no intercambió ni media palabra a lo largo del Pleno.
Lobato estuvo concentrado en su portátil, aplaudió a los suyos cuando tocó y votó lo que tuvo que votar junto al resto de sus compañeros. Disciplina total. Y no hay que esperar nada diferente. Pero tampoco una cordialidad especial. En el Grupo Socialista se mantienen las formas, pero puertas adentro, incluso personas que antes formaban parte de su núcleo duro de poder en el partido, advierten de que la carrera de Lobato ha quedado sentenciada por el episodio que protagonizó al llevar una conversación de WhatsApp con Pilar Sánchez Acera a la notaría, con lo que pretendía, según dijo, acreditar que los datos confidenciales del novio de Ayuso que le estaban ofreciendo para que los usara contra la presidenta regional no tenían un origen ilícito. Ferraz le forzó a dimitir y ahora Pilar Sánchez Acera es la número dos del partido en Madrid y quien mueve los hilos en la Asamblea, según fuentes socialistas. Lobato, en cambio, mantiene sus actas de diputado autonómico y senador, sí, pero «la pérdida de confianza total» es un hecho, advierten en el Grupo Socialista.
El que fuera secretario general del PSOE de Madrid desde 2021 hasta su dimisión, en noviembre pasado, afronta una etapa de travesía política incierta, sin el apoyo de su partido y con esa pérdida general de confianza entre sus compañeros, incluso entre los que formaron parte de su núcleo más próximo, según comentan fuentes parlamentarias socialistas a ABC. «¿Quién se puede fiar de él a partir de ahora?», se pregunta de forma descarnada un compañero de filas. «Ha sentenciado su presente, pero también su futuro, por muy incierto que sea».
Lobato intenta adaptarse en esta etapa liderada por Óscar López, el enésimo cambio del PSOE de Madrid para tratar de acabar con la hegemonía que mantiene el PP en la Comunidad desde hace tres décadas. No tiene intención de liderar ahora mismo ninguna corriente crítica, a la espera de que cambie el viento de la política, se ha puesto a disposición de su nuevo secretario general y ha expresado su voluntad de «ayudar» y colaborar en lo que se necesite. Pero la respuesta es el silencio, la indiferencia o el desprecio: López ni siquiera le ha llamado desde que dimitió, ni tampoco en el congreso regional. No existe ningún contacto entre ellos.
Las tres claves
En la Asamblea
Empezó el nuevo periodo de sesiones, pasó el congreso regional y Juan Lobato sigue como diputado raso en la Asamblea, por ahora sin una función específica. El grupo lo ha desplazado en los escaños.
En el Senado
Mantiene su acta de senador por designación autonómica. Ha pedido compatibilidad con la vuelta a la actividad como técnico de Hacienda, sin su sueldo como senador.
En el partido
En el PSOE de López se ha optado por no darle nada de protagonismo. Fuentes socialistas admiten que la «pérdida de confianza» es evidente entre sus compañeros, lo que complicaría su futuro.
Por ahora sigue siendo un diputado raso, sin función específica. La portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea, Mar Espinar, ha confirmado que «estará en una comisión». Después del congreso del partido, el Grupo se está reestructurando con los nuevos cambios. «Cuando se haga, por supuesto, estará en una comisión y tendrá que trabajar».
Fuentes próximas al ex portavoz aseguran que la conversación entre la dirección del grupo y Lobato ya se ha producido, para determinar la función que tendrá. En el equipo de la portavoz lo niegan. En cualquier caso, Lobato creía que lo mejor, dada su situación como exsecretario general y ex portavoz, sería formar parte de una comisión 'institucional'.
«Se ha hecho una reorganización normal dentro del nuevo periodo de sesiones y ha habido un encaje lógico para Juan», comentan en el entorno de Lobato. Dentro de las comisiones parlamentarias que hay en el Parlamento autonómico, la más institucional sería la del Estatuto de Autonomía, Reglamento y Estatuto del Diputado.
Perfil nacional
Lobato sigue siendo, además, senador por designación autonómica, puesto al que accedió a principios de legislatura, cuando decidió que sería positivo que fuera él el representante del PSOE de Madrid elegido por la Asamblea para ir a la Cámara Alta, para potenciar su perfil nacional. La situación en su partido ha dado un giro abismal, pero él mantiene el acta de senador y está dispuesto a seguir con ella. En el Senado forma parte de cinco comisiones, la mayoría de ellas relacionadas con su especialidad como técnico de Hacienda: es vicepresidente de la Comisión de Hacienda y vocal en las comisiones de Economía, Comercio y Empresa, Presupuestos, Constitucional y la general de las Comunidades Autónomas.
Lobato espera ahora la resolución en el Senado sobre la compatibilidad de mantener su acta, con la renuncia del sueldo, y recuperar su actividad en la Agencia Tributaria. En la Asamblea no habría problema de compatibilidad, han confirmado fuentes parlamentarias.
Más allá de sus actas de diputado autonómico y de senador y del puesto en Hacienda, Lobato tiene pendiente de resolver su situación política dentro del PSOE, algo que se cerró en falso con la crisis que vivió el partido en noviembre y que derivó en su renuncia como secretario general de los socialistas madrileños. Antes de su dimisión, cuando preparaba el congreso de su reelección, estaba convencido de que sus apoyos internos habían crecido respecto al 61 por ciento que logró en las primarias de 2021. Pero el partido cambió y sus compañeros supieron adaptarse con rapidez al cambio.
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