Suscríbete a
ABC Premium

Leds, lombricultura y placas solares para unos centros de FP más 'verdes'

Un programa de la Consejería de Educación incentiva a estos 164 institutos para ser más sostenibles

Todos se han embarcado en proyectos que incluyen sustituir la iluminación o lograr sus propias fuentes de energía

Alumnos del centro de FP en Villaviciosa de Odón, en trabajos de plantación IGNACIO GIL
Sara Medialdea

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A Bruno, alumno del ciclo de Paisajismo y Medio Rural del Centro de Capacitación Agraria de Villaviciosa de Odón, se le ocurrió un proyecto de estudios tan bueno, que terminó implicando a todo el centro: construir un jardín vertical hidropónico, de cultivo sin tierra. Su compañero Julián Solís apostó por utilizar técnicas de plantación más seguras y menos contaminantes. Como su centro, los otros 163 de Madrid que imparten Formación Profesional (FP) han realizado una auditoría medioambiental para mejorar su huella ecológica. Y han introducido proyectos didácticos que les permiten además ahorrar en la factura de la luz o generar su propia energía.

Es mucho lo que se puede hacer en materia de sostenibilidad desde las aulas. La clave aquí es que mejoran la gestión ambiental y lo hacen enseñando de forma práctica a los alumnos. Los institutos han empezado a utilizar iluminación led, el 90 por ciento han instalado placas solares fotovoltaicas, y un 40 por ciento tienen al menos un punto de recarga para vehículos eléctricos.

Los centros públicos de Formación Profesional de la Comunidad de Madrid han participado en este programa, que financia la Consejería de Educación. El objetivo es «que los centros puedan integrar la sostenibilidad en sus programas formativos y en su gestión organizativa, contribuyendo a la mejora medioambiental del funcionamiento diario del centro docente», subrayaba el consejero, Emilio Viciana.

Las medidas tomadas se han notado visiblemente en las facturas eléctricas, explican en la consejería. Por lo que toca al consumo de agua, en más de 60 centros se ha conseguido reducirlo cambiando la grifería y con otros mecanismos de ahorro. Y también se han subvencionado instalaciones para recuperar el agua de lluvia, que se usa para regar los huertos escolares.

Carga gratis

Cada instituto, según su especialidad, encamina sus esfuerzos en ese campo. En el Centro Integrado de Formación Profesional Profesor Raúl Vázquez, que está especializado en el transporte y el mantenimiento de vehículos, los puntos de recarga de bicicletas y patinetes eléctricos llevan incorporadas placas solares, para que la carga sea gratis.

En el Centro Integral de Formación Profesional Ignacio Ellacuría de Alcorcón tienen una pantalla en la que se proyectan el ahorro de consumos producidos por las placas solares, la acumulación de energía y la inyección de electricidad a la red, lo que proporciona a los docentes medios didácticos y materiales relacionados con estas prácticas. Y en el Centro Integral de Formación Profesional Federica Montseny, en Fuenlabrada, han conseguido ahorrar en 2023 un 40 por ciento en la factura eléctrica por distintas vías.

Semilleros del Centro de Capacitación Agraria de Villaviciosa de Odón IGNACIO GIL

Ambos edificios han recibido la certificación ISO 14001, como el Centro de Capacitación Agraria de Villaviciosa de Odón. Su director, Luis Cardo, explica a ABC que han introducido un nuevo ciclo formativo: Educación y Control Ambiental, cuya primera promoción laboral salió el año pasado. Ellos también tienen una instalación fotovoltaica, a la que han añadido acumuladores de energía porque «los excedentes los pagan mal»: «Preferimos, en lugar de venderlos, almacenar».

Compostaje

Sus proyectos implican a los alumnos y en ocasiones salen de ellos. Como el de Bruno: ese jardín vertical que le «ha llevado mucho más de las 30 horas demandadas» para aprobar. En paralelo, desarrollan otro proyecto de compostaje y lombricultura: «Aprovechando las actividades de poda que tenemos, en lugar de enviar los restos a contenedores, los tratamos nosotros con una trituradora y los transformamos en compost» y en humus de lombriz.

Las placas solares en el edificio de Formación Profesional, en Villaviciosa de Odón IGNACIO GIL

Otro alumno, Julián Solís, es el padre de un proyecto de plantación de arbolado urbano. «Lo tradicional ―explica el director del centro― es invertir una parte en el hoyo donde se planta el árbol y cinco en la planta, y lo que nosotros queremos es hacerlo al revés: dedicar más a la raíz del problema». Con ello, lanzan tres mensajes: no hay que elegir el árbol «para el momento de la foto, sino pensar en su tamaño de adulto». Además, hay que pensar «en la aireación y la vida de los suelos: las raíces necesitan respirar; como los suelos están muy compactados, salen por donde pueden, y eso provoca levantamientos de aceras y calzadas o caídas de ejemplares».

La lista de proyectos en que está embarcado este centro da idea de la implicación de los institutos de FP con este programa: «Hemos trabajado en eliminación de especies invasoras, como el alianto; en la restauración de la antigua olmeda de Villaviciosa de Odón; y con la Universidad Autónoma de Madrid para probar diferentes abonos orgánicos y de síntesis a través del riego, y ver qué efectos tienen, para no tirar abono sino abonar, que es distinto».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación