Kiko Veneno: «Los políticos tienen miedo de que la cultura abra los ojos de la gente»
Su gira 'Un país para escucharlo' junto a Ariel Rot hace escala el sábado en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe para actuar en el festival Madrid Live Experience
Ariel Rot y Kiko Veneno: «Queremos celebrar la vida»
![Ariel Rot y Kiko Veneno](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/09/29/ariel-kiko1-RyyYnlhfJy2uT5rKYb2QfOP-1240x768@abc.jpeg)
Cuando se está viviendo una experiencia bonita e ilusionante, da mucha pena que en el último momento ocurra algo que inunde de sabor agridulce el recuerdo que quedará de ella. A Kiko Veneno le da pena y también coraje, porque el final de la ... aventura de 'Un país para escucharlo', un programa de televisión que se convirtió en gira, se ha amargado por el peor de los motivos: un gesto feo que tiene que ver con el dinero.
«El proyecto consiste en que Ariel Rot y yo recorremos España para compartir escenarios con artistas locales, pero dando conciertos en lugar de grabando programas. Es la misma idea pero cambiando el formato», explica el artista antes de cambiar el tono. «Y esto que te voy a decir quiero que lo pongas, porque es una vergüenza. Cada día que tocamos, tenemos que pagar a Televisión Española 1.500 euros por 'utilizar el nombre del programa'. En lugar de estar orgullosos de que nosotros llevemos el nombre del programa por todo el país levantando nuevos valores de la música española, en lugar de apoyarnos, van y nos cobran. Es alucinante».
Bienal de Flamenco
En opinión de este sabio de nívea testa, este detalle de mal gusto obedece a que «vivimos unos tiempos en los que las instituciones políticas están muy preocupadas por desacreditar a la Cultura, y por supuesto por no financiarla».
Y pone otro ejemplo: «Ahora tenemos la Bienal de Flamenco en Sevilla, y me he quedado perplejo al comprobar que no ha habido un comité técnico que haya estado trabajando durante meses para asegurarse de dotar al evento con las necesidades básicas. Han hecho todo en el último momento porque se han hecho las cosas mal desde el ámbito político. El otro día me tuve que salir de un concierto porque el sonido era tan horrible que era una auténtica tortura. ¿Cómo es posible que no haya un equipo solvente detrás del evento flamenco más importante del mundo? Esto sólo se explica por la denodada lucha de la política contra la cultura. La cultura abre los ojos de la gente, y a los políticos les da miedo que la gente pueda ver con claridad lo simplones y sinvergüenzas que son, en la mayoría de los casos. No es que se olviden de la cultura, es que van en su contra. No les interesa que la gente sepa. Porque si supiera, no votaría lo que están votando. Tengo setenta años, y puedo decirlo con conocimiento de causa».
«Cada día que tocamos, tenemos que pagar a Televisión Española 1.500 euros por ‘utilizar el nombre del programa’: 'Un país para escucharlo'»
'Un país para escucharlo' convivió en la parrilla pública con otro espacio dedicado al pop, 'La Hora Musa', pero ninguno de los dos continúa en la actualidad y la programación musical en televisión de todos vuelve a ser un erial. «'Un país para escucharlo' tenía un millón de espectadores, a veces más. Pero da igual. Yo no sé si es que lo hicieron para aparentar que se preocupan por la cultura de vez en cuando…», lamenta Kiko, a quien al menos le quedará para siempre un precioso recuerdo de las actuaciones de esta gira, «en lugares muy bonitos de nuestra geografía y acompañados por artistas como Quique González, Coque Malla, Muchachito Bombo Infierno, Rozalén, y otros menos famosos como Olatz Salvador, una cantante en euskera bastante novedosa, el grupo murciano Crudo Pimento, el grupo folclorista Mayalde de Salamanca, el músico y etnógrafo leonés Rodrigo Martínez, las Estrogenuinas… gente muy variada y enriquecedora».
Pionero de lo que ahora está de moda
Muchos de estos artistas se han sumergido de una u otra manera en el actual proceso de resignificación del folclore en el pop, un fenómeno que Kiko celebra con entusiasmo. «No es una cosa nueva porque yo lo he practicado desde joven, siempre lo he tenido claro. Desde el momento en que empecé a descubrir el mundo me di cuenta de que el conocimiento de las cosas antiguas es básico para entender el presente. Por eso alucino cuando veo a todos estos chavales de ahora que quieren hacerse famosos con la música y no saben ni quiénes son los Beatles. No les pido que sepan quién es Stravinsky o Mozart, pero no llegar ni a los Beatles es tener un recorrido demasiado corto».
Todo el mundo estará de acuerdo en que antes de la discografía de los cuatro de Liverpool, cualquier joven promesa de nuestro pop debería sumergirse a fondo en la Kiko Veneno, una obra capital de la música española que, sin embargo, no se valora como cabría esperar. Al menos en euros.
«Me han ofrecido del orden de cien o doscientos mil por comprarme todo mi repertorio», revela el artista, que se ríe cuando hablamos de las millonadas que se pagan por lo mismo en el mercado anglosajón. «Las multinacionales llevan décadas vendiéndonos que los mejores son ellos, que hay que decir 'fitness' en lugar de 'gimnasia'. Somos una colonia cultural del capitalismo norteamericano, y eso ha favorecido que haya habido poco espacio para el surgimiento de artistas españoles que sean grandes e importantes fuera de España. Por eso en este país no hay ese tipo de operaciones, porque no hay catálogos que vendan tanto. Los artistas españoles no valemos más».
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