José Maya: «Cuando un flamenco busca el duende, intenta estar cerca de Dios»
El bailaor presenta en el Teatro Pavón 'Color sin nombre', un espectáculo al compás de la pintura de Mark Rothko
Mark Rothko, la forja de un rebelde siempre en crisis
El bailaor José Maya (Madrid, 1983), curtido en los escenarios desde la infancia y junto a los más grandes (debutó a los nueve años en el Teatro Albéniz con Antonio Canales, Juan Ramírez y Joaquín Grilo, y es miembro del sexteto de Tomatito desde ... 2007), vive a caballo entre las capitales de España y Francia, «la mitad de la semana en un lado, y la otra mitad en el otro», ya que tiene una escuela de danza en el artistísimo barrio parisino de Montmartre. Pero los próximos diez días los pasará en su ciudad natal para presentar en el Teatro Pavón 'Color sin nombre', un impresionante espectáculo al compás de la pintura del artista estadounidense Mark Rothko (los días 14, 15, 17, 18, 21, 22 y 24 a las 21.30h, domingos a las 12h), en el que invita al público a dejar volar su imaginación en busca del duende.
Imagino que no habrá dos veladas iguales.
Hemos recreado un mundo onírico de paisajes imaginarios, en el que siempre hay algo nuevo. Y se deja mucho espacio para que la improvisación capte la imaginación del momento. La idea de hacer algo con la obra de Rothko siempre me ha perseguido, siempre he buscado esa entonación, ese paisajismo elegante y sentimental. Hemos elegido ocho cuadros suyos empezando en la capilla de Houston, donde unos marchantes muy importantes de Estados Unidos le encargaron una serie de lienzos para representar la unión de las culturas y las religiones.
Mensaje más importante que nunca. Y además, muy conectado a la propia naturaleza del flamenco.
Totalmente. Rothko se basaba mucho en la espiritualidad, y eso es algo que comparte con el flamenco, una música arraigada en la tierra con raíces árabes, gitanas, judías, indias... Los flamencos, cuando buscamos el duende, intentamos acercarnos a Dios. Rothko tiene mucho de eso también. Y es curioso, porque a pesar de ser uno de los grandes pintores del siglo XX, hay mucha gente que no lo conoce.
Ahora mismo la Fundación Louis Vuitton de París ha organizado la mayor exposición de su obra que se ha hecho, y recomiendo visitarla a quien pueda porque es una absoluta maravilla.
También hay mucha gente que desconoce la larga tradición flamenca del Teatro Pavón.
Se convirtió en centro emblemático del arte flamenco hace cien años, cuando allí se empezaron a entregar los premios Copa Pavón. Después de que Falla y Lorca crearan el Concurso de Cante Jondo en Granada, Francisca Pavón, que fue una revolucionaria, mandó hacer el diseño del teatro al arquitecto Teodoro de Anasagasti e ideó una suerte de recreación del certamen en la capital.
Después acogió los premios de las Llaves del Cante, donde se consagraron Manuel Vallejo, Sabicas, Ramón Montoya, Manuel Torre o Antonio Chacón. Hay una imagen muy emblemática de cuando murió Chacón, ya que colocaron su féretro en la puerta y la calle se llenó de aficionados para mostrarle sus respetos.
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¿Cómo valora la declaración del flamenco como Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid?
Me parece una cosa de lo más normal, y que ya era hora. Porque es capital del flamenco, un lugar abierto que siempre ha recibido a los mejores artistas con los brazos abiertos. Los cafés cantantes de los años veinte fueron muy importantes, y a partir de ahí se creó un universo flamenco en la ciudad en el que participaron todos los más grandes, desde Manolo Caracol, Lola Flores, Camarón, Paco de Lucía... Todos ellos vivieron e hicieron crecer sus carreras aquí.
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