«Iban a por él»: el último pandillero asesinado en Madrid fue víctima de una emboscada tras salir de la discoteca
La Policía Nacional investiga quiénes son los seis sujetos, también de una banda latina, que acuchillaron en el corazón a Álex, miembro de los Trinitarios y con un problemático historial delictivo
El pandillero asesinado en Tetuán estaba acusado de violar a una menor y lideró la banda de atracadores de TikTok

El largo historial criminal que, presuntamente, había acumulado en tan pocos años de vida le pasó factura de la peor manera. Eso es lo que piensan los investigadores del final del pandillero latino asesinado el pasado fin de semana en la calle de Bravo Murillo (Tetuán). Álex de la Rosa, nacido en Madrid pero de padres dominicanos, apenas tenía 22 años y ya contaba con una espeluznante 'hoja de servicios' con su banda, los Trinitarios, que levantaba ampollas. Entre propios y extraños.
El Grupo VI de Homicidios y la Brigada de Información de Madrid llevan conjuntamente esta investigación, la muerte violenta número seis en el cómputo global en lo que va de año en Madrid; pero también el sexto crimen de bandas latinas entre el 1 de enero de 2022 y el pasado domingo de madrugada (ocho contando aquellas muertes de pandilleros pero con móviles distintos a la guerra entre grupos antagónicos).
Tienen claro que «iban a por él», que «le tendieron una emboscada». Es más, comparan el caso, en esos términos generales, con la ejecución de otro trinitario, a comienzos de octubre pasado, cuando salía de una sala de fiestas de Fuenlabrada tras un concierto del rapero y miembro de la banda Rochy RD (del que Álex también era ferviente seguidor). En aquel asunto, al fallecido y a las otras tres personas heridas los tirotearon dos individuos que huyeron en una furgoneta por causas que se están investigando.
En el caso de Tetuán no fueron dos, sino seis los implicados, explican a ABC fuentes del caso; y el arma utilizada fue un estilete en pleno corazón, que lo llevó directo a la muerte. Una especie de daga que no ha sido encontrada aún y que en nada se parece a los bolomachetes de 45 centímetros que usan en sus 'caídas' las mafias juveniles.
En cuanto a la posible autoría, hay dos líneas de investigación abiertas: por un lado, la aparentemente más lógica, que no es otra que el suceso sea obra de la organización criminal rival por antonomasia, los Dominican Don't Play (DDP); pero hay otra hipótesis de trabajo, referente a que a Álex le dieran muerte sus propios compañeros de los Trinitarios, en cuyo 'coro' de Cuatro Caminos ostentaba un puesto de mando intermedio. La banda en ese barrio está dividida en facciones que pugnan entre sí por el control. Esa posibilidad está encima de la mesa. No parece que haya sospechosos identificados y, por lo tanto, tampoco se sabe si unos u otros pudieron utilizar a menores de edad a modo de sicariato, como es habitual en casos como estos en los últimos tiempos.
Posible chivatazo del bar
La celada, eso sí, es prácticamente un hecho probado y está descartado, con los datos que se manejan, que el incidente que tuvo dentro del Strong Drink de Bravo Murillo poco antes de ser asesinado a unos metros de la puerta, cuando se marchaba a su casa en la calle de Navarra, tenga algo que ver directamente con el homicidio. Fuentes policiales explican a este periódico que los criminales pudieron recibir un chivatazo de que Álex, conocido también como 'el Negro', se encontraba en el local y le esperaran fuera: o, simplemente, que supieran que andaba por allí, como de costumbre.

No sería el primer caso de un asesinato entre bandas en el que su víctima hubiese descuidado esa medida de seguridad, la de no frecuentar los sitios de siempre. Aunque los mismos informantes precisan que no tienen noticias ciertas de que este sujeto hubiese sido objeto de una 'vendetta' anterior. Más allá de amenazas, claro.
El historial delictivo de Álex en los últimos cuatro años, desde que cumplió la mayoría de edad (el previo se desconoce, aunque existe), es de lo más variado y abre numerosos frentes: desde liderar a un grupo que atracaba locutorios y tiendas de alimentación de Tetuán a la presunta violación de una menor de edad; de hecho, el 21 de marzo de 2021, ingresó en prisión provisional por los robos con violencia, un total de seis probados. Pero el juzgado número 23 de Madrid lo dejó en libertad con cargos; estaba a la espera del juicio por la acusación de agresión sexual (ya nunca será sentenciado), con la prohibición de salir de España. También se le había investigado por tenencia ilícita de armas, pues incluso utilizaba una pistola táser.Con semejante carrera, Álex resultaba muy incómodo a propios y extraños de su círculo delictivo: DDP o Trinitarios que habrían puesto fecha a su sentencia de prematura muerte.
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