Más gato montés en la sierra de Guadarrama
Expertos de Medio Ambiente buscan en Madrid refugio para esta esquiva especie, de la que apenas se sabe ni cuántos ejemplares quedan ni por qué se está extinguiendo en silencio
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![Un gato montés, en la sierra madrileña](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/03/gato-montes-Rj87VI7nwKFlTtfWXgngyzO-1200x840@abc.jpg)
Aunque parezca mentira, la muy concurrida Sierra de Guadarrama puede haberse convertido en refugio del gato montés, una especie singular, poco conocida, esquiva y cuyos ejemplares han ido desapareciendo progresivamente de la Península sin que terminen de conocerse las causas. De tamaño más grande ... que el gato doméstico, y más corpulento, este animal de hábitos crepusculares busca las zonas boscosas más solitarias y suele hacer vida nocturna, por lo que es difícil que cualquier excursionista se lo encuentre.
Son animales solitarios, de unos 90 centímetros de alto y 38 hasta la cruz, en torno a 5 kilos de peso y de pelaje grisáceo con rayas oscuras, más claro en el vientre. La cola es muy poblada y de color negro en el extremo. Es primo lejano del lince ibérico: como él, pertenece a la familia de los félidos. La especie lleva años sufriendo un continuado e importante descenso de la población, lo que ha llevado a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid a adoptar algunas medidas.
En el caso concreto de Madrid, el Gobierno regional lleva años investigando, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, cuál es el estado de conservación de la especie en la región. Se investigan las posibilidades de que la Sierra de Guadarrama, por sus características, se pueda convertir en un refugio para estos ejemplares, y conseguir así la recuperación de la especie.
Un espacio adecuado
Este carnívoro, uno de los más emblemáticos de la fauna ibérica, ha aparecido en los últimos tiempos con cierta frecuencia en la Sierra de Guadarrama. Y los expertos entienden que este enclave, en el centro de la Península y nexo entre los ambientes mediterráneos y los del norte, lo convierten en un espacio muy adecuado para que aumente el número de estos animales.
Hasta ahora, se han realizado muy pocos estudios sobre el número de ejemplares que quedan, pero había evidencia de que la población era cada vez más escasa. No quedan claros los factores que han conducido a esta situación.
El Centro de Investigación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos, está realizando una evaluación del estado de conservación del gato montés en esta Sierra. Dirige el estudio el profesor Emilio Virgós, que se encarga también del sondeo que se realiza, con participación de decenas de voluntarios, en toda España, con muestreos de 2.000 hectáreas y 12 cámaras de fototrampeo. Estas permanecen en el campo durante 60 días, y junto a ellas se sitúa un atrayente natural que facilita la detección de los ejemplares que haya por la zona.
Los primeros resultados del estudio que se realiza en este Parque Nacional han sido esperanzadores: muestran la presencia de gato montés en un 33 por ciento de las cámaras instaladas. Hasta ahora, se ha terminado el muestreo en la vertiente sur del Parque Nacional y en la parte oriental, y actualmente se está censando el Valle de El Paular, con resultados también muy satisfactorios.
Los datos preliminares, afirman en Medio Ambiente, «indicarían que las poblaciones del Parque Nacional pueden estar entre las más importantes y numerosas del centro peninsular».
Territorio abrupto
De hecho, dada la escasez de ejemplares de esta especie en muchas zonas del centro y oeste de la Península, cobran aún más relevancia las poblaciones que se han localizado en la Sierra de Guadarrama. Parecen haber jugado a favor de este Parque Nacional el contar con territorio muy abrupto y tener abundancia de presas, dos factores que se han convertido en ventajas competitivas a la hora de facilitar la supervivencia de la especie, que en otros puntos ha sido muy acosada por el hombre.
Los responsables de Medio Ambiente se plantean ya, de hecho, que si las poblaciones de la Sierra madrileña presentan buenas densidades de gato montés, podrían ser incluso fuente de ejemplares que se llevarían hacia otras zonas donde hubiera escasez.
Hasta ahora, el estatus de conservación de este carnívoro es desconocido en la mayor parte de su área de distribución. Figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC) como «casi amenazado». Un informe reciente de este mismo organismo asegura que es posible que su estado de conservación sea desfavorable en la Península Ibérica.
Las causas de la disminución de ejemplares pueden ser muchas: se especula con algunas como la pérdida de hábitat, la reducción de sus presas principales –roedores, pequeñas aves y sobre todo de los conejos que son la auténtica base de su alimentación–, la persecución que sufren en los cotos de caza menor, la presencia de tóxicos en el monte, o incluso la hibridación con los gatos domésticos.
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