Hazte premium Hazte premium

Una exposición inmersiva acerca a Madrid la historia de Notre Dame

La muestra, ubicada en CentroCentro, cuya entrada se puede adquirir desde 3 euros, ocupa 800 metros cuadrados y ha sido exhibida en trece países con más de 380.000 visitantes

Magritte ya tiene su primera exposición inmersiva con intención de dar la vuelta al mundo

Un visitante comprueba con ayuda de la tecnología los trabajos de extinción del fuego ISABEL PERMUY
Jesús Nieto Jurado

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Notre Dame, 15 de abril de 2019, el mundo civilizado contuvo las «lágrimas», esas mismas «lágrimas» por algo que es de todos y de cada uno de nosotros. Notre Dame es Patrimonio de la Humanidad, como lo es el Paisaje de la Luz, por eso, CentroCentro acoge la muestra interactiva 'Notre Dame de París. La exposición interactiva': diseñada por la empresa Histovery y con apoyos públicos y privados. Realmente esas «lágrimas» del orbe, a la que se refirió este miércoles la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, son y serán día de la apertura al público, sonrisas de admiración.

Por medio, contados con afán didáctico y breve, los 850 años del templo, uno de los símbolos de la cristiandad, pero también de los cinco continentes. Con una tableta, la penumbra, la sombra de una quimera neogótica de ese iluminado que fue Viollet-Le-Duc y una réplica de la efigie de Nuestra Señora de París, basta para ver la historia del templo, desde que en 1160, el obispo de París soñara, como soñaban los obispos entonces, con una catedral.

Pura historia de Francia, con maquetas, con una reconstrucción apta para todas las edades y con «22 experiencias» que no sólo abarcan, temáticamente, los complicados trabajos de salvamento y reconstrucción.

También la intrahistoria del pueblo llano que, en casi nueve siglos, ha asistido al nacimiento y consolidación de un símbolo. La exposición, de 800 metros cuadrados y abierta hasta el próximo 14 de julio, día nacional del país vecino, pone en plena plaza de Cibeles, y desde tres euros, un relato en el que las nuevas tecnologías preparan al visitante para la reapertura el 8 de diciembre del presente.

Imagen principal - Arriba, una réplica del rosetón catedralicio. Abajo, una copia de la quimera de Viollet-le-Duc y de la imagen de Nuestra Señora de París
Imagen secundaria 1 - Arriba, una réplica del rosetón catedralicio. Abajo, una copia de la quimera de Viollet-le-Duc y de la imagen de Nuestra Señora de París
Imagen secundaria 2 - Arriba, una réplica del rosetón catedralicio. Abajo, una copia de la quimera de Viollet-le-Duc y de la imagen de Nuestra Señora de París
LO ANALÓGICO Arriba, una réplica del rosetón catedralicio. Abajo, una copia de la quimera de Viollet-le-Duc y de la imagen de Nuestra Señora de París ISABEL PERMUY

Todo está pensado para que cada cual organice la exposición según sus necesidades, su nivel de conocimientos. Hasta los más pequeños pueden sumergirse en la nao de la Île de la Cité y alrededores buscando un tesoro. Si bien el tesoro es el movimiento real de las figuras, los planos interpuestos de la capital gala con reconstrucciones en tres dimensiones. Y los acontecimientos relatados someramente, como la boda entre Enrique IV (protestante) y Margarita de Valois (católica) o la coronación imperial de Napoleón por el Papa con el detalle de las pompas, y la corte, que correspondieron a cada momento histórico, más allá de los simbolismos anacrónicos del cuadro de Jacques-Louis David del Louvre.

Las figuras cobran vida en la tableta que se mueve al compás del visitante. El tañer de las campanas, la recreación de las vidrieras y el rosetón hacen olvidar el tráfago de la Puerta de Alcalá. El recorrido es temporalmente circular; principia con el incendio homenajeando a los bomberos parisinos con un traje donado a tal efecto, y acaba con la explicación de cómo se consolidaron los elementos estructurales y las labores de restauración con el acento en todos los profesionales implicados.

En cifras, en torno a 150 personas, durante año y medio, han pisado el terreno, con mascarillas, para transmitir el mayor realismo posible y ofrecerlo a 380.000 visitantes en medio mundo.

Un trabajo que ha llevado a que esta muestra más reducida se exhiba paralelamente en Westminster, después de pasar por doce países, incluyendo la Exposición Universal de Dubai. En colaboración con el Ente Público Responsable de la Conservación y Restauración de la Catedral de Notre Dame de París, patrocinada por el sello L'Oréal y el apoyo de la Embajada y del Instituto Francés, Quasimodo cambia la catedral por el Palacio de Cibeles.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación