Elio Leiros: «Cuando bajo al centro, me doy cuenta de por qué Madrid atrae tanto a la gente»
COLONOS
Pocos 'colonos' muestran una pasión y una intuición tan desbordada sobre la capital y sus maravillas
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Elio Leiros (Caracas, Venezuela, 2000) recibe en un lugar de la calle de Atocha, el Hard Rock Hotel, que tiene algo de Las Vegas, de Las Vegas de Elvis Presley, en el Madrid más menestral. Late en el joven músico, que goza de seguidores ... desde Santander a Ushuaia, una intuición gloriosamente cumplida; la de que Madrid es su sitio en el mundo desde que se instaló en 2021.
Lo dice quien prepara álbum para este año que se estrena y que, con cada composición, 'colapsa' las plataformas donde en esta época descansan los ritmos. Ahí queda su 'Si fui un error', junto a Guaynaa.
Quiere que los astros se le conjuren para cantar en el Bernabéu, con la camiseta de un Real Madrid donde estuvo a prueba en su más tierna infancia. Por eso, no se amilana si le tiene que componer un himno. De buena gana que lo haría.
—¿De dónde arranca su irrefrenable pasión por Madrid?
—Es una ciudad que siempre amé, por el fútbol, por el Real Madrid. Cada vez que venía de vacaciones a España con mi familia, notaba que tenía una conexión especial con Madrid. En Vigo, donde me instalé por primera vez en España, tenía todo muy lejos. Y mi equipo y yo tomamos la decisión de venir para aquí. Y aquí estamos.
—O sea, que es usted 'merengue'...
—Soy madridista hasta el punto de tatuarme un balón con el escudo del Real Madrid.
—Los amores eternos quedan grabados a fuego en la piel, qué duda cabe. Pero en un músico, me subyuga saber qué memoria guarda del madridismo.
—Para mí, el madridismo tiene un componente importante de nostalgia. Recuerdos de cuando en Venezuela soñaba con poder jugar en el equipo. De hecho, con 10 u 11 añitos, entrené un tiempo en Valdebebas. Dos meses estuve a prueba allí. Por eso, entrar al Bernabéu es como volver a ese sueño. Además, recuerdo el primer partido que vi, en 2013. Fue un partido contra el Athletic de Bilbao. Y desde ya te digo que el que más me ha marcado ha sido Cristiano Ronaldo.
—Madrid va cambiando el epicentro de la música escrita en español, ¿no le parece?
—Es verdad que mucha parte de la industria está aquí. Se busca el mercado de España, y eso se ve en la importancia de Madrid en la música.
—¿Cuál es la huella que esta capital deja en sus letras?
—Yo trabajo con mi productor, en Argentina, vía Zoom. Pero la ciudad inspira. Dependo mucho de la época del año. Ahora, con el frío, compongo con más melancolía. Pero llega el calor y hay que pensar en temas de playa, de piscina.
—Llegando julio, extrañará el trópico...
—En Venezuela el calor es más soportable. Pero el verano de Madrid... De todos modos, lo llevo mejor que el invierno.
—Ha dicho que no le gusta el bullicio, pero si pasa por la Puerta del Sol, ¿qué se le viene a la cabeza?
—Es que me parece maravilloso ver cómo tanta gente de todo el mundo converge. Y todos los días. Eso es algo que demuestra que estamos hablando de una ciudad 'top' a nivel mundial. Aunque yo, lo confieso, soy más de estar en la calma. Y cuando bajo al centro, pese a que ya digo que sea más de relax, entiendo por qué Madrid atrae tanto a gente de todo el planeta.
—Parece el título de una canción, pero ¿qué dejó en Caracas? O mejor dicho, ¿cómo extraña a Venezuela?
—Caracas, si se quita el tema político, es una ciudad espectacular. Pienso que habría que conocer más a fondo Venezuela. Además, en Venezuela se habla mucho de Madrid , y no sólo por el fútbol. Se conoce de referencias la Gran Vía, el Retiro, y hay muchos que la quieren conocer y vivir.
—Permita una concesión a la interioridad. ¿qué es Madrid en su vida?
—Madrid me ha dado estabilidad, una nueva vida. Una nueva cultura. Un nuevo equipo de trabajo. Nuevos amigos. Pero lo más importante es que Madrid me ha dado un hogar.
—Siendo como es un embajador de Madrid confeso, ¿qué le cuenta de esta ciudad a sus paisanos?
—Lo primero que le recomiendo es que prueben su gastronomía. Lo segundo es que recorran sus monumentos; desde la Puerta de Alcalá al Palacio Real. Aunque la lista de atractivos es interminable.
—De lo vivido aquí, dígame un instante que le haya sorprendido.
—Salgo de un concierto de Jay Wheeler, y es la primera vez que veo una avalancha de gente que se me acerca para pedirme un autógrafo y una foto. Aquello me marcó.
—Volvamos a su fetiche urbano, a su templo, al Bernabéu. Digamos que le presto el estadio, y voy intuyendo cuál es su respuesta...
—Je,je,je. Me encantaría dar un concierto en el Santiago Bernabéu. Sería como quitarme la espinita de no haber podido jugar en este estadio. Y, obviamente, me pondría la camiseta del Real Madrid.
—La última. ¿Le haría un himno al club de sus amores?
—Si me lo propongo, por supuesto que le haría un gran himno. Incluiría mi experiencia, pero también la gloria en Europa y en el mundo. Me detendría también en jugadores como Guti, Butragueño, Di Stéfano, Roberto Carlos, Sergio Ramos. Es que el escudo es muy grande.
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