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La doble muerte criminal de Juana Canal

Jesús Pradales, homicida confeso de la vecina de Ciudad Lineal, la acusa ahora de violenta. El caso estuvo a punto de prescribir porque la Policía en 2003 no se molestó en investigar su desaparición

El acusado de matar a Juana Canal culpa a su víctima: «Me entró miedo y la descuarticé»

Jesús Pradales, este martes, en la segunda sesión del juicio contra él en la Audiencia Provincial de Madrid ep
Carlos Hidalgo

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Veintiún años y medio después de haber dado muerte, descuartizado y enterrado sus restos en un paraje de Navarredondilla (Ávila), Jesús Pradales sigue manteniendo su inocencia en el caso de Juana Canal. Al menos, a medias. Reconoce, como ya lo hizo tras ser detenido en el otoño de 2022, que la golpeó y que ella perdió así la vida; pero insiste en que fue de manera accidental y, en su carrera hacia adelante, que lo hizo porque ella se puso agresiva. La familia de la víctima niega de arriba a abajo esta línea de defensa y lo acusa de mentir.

La segunda sesión por el homicidio de esta vecina de la calle de Boldano, 2 (Ciudad Lineal), comenzó ayer con la declaración del acusado, taxista y feriante. Fue arrestado el 26 de octubre de 2022, a solo cuatro meses de que prescribiera el caso. Entonces, reconoció que en febrero de 2003 mató a su entonces pareja, Juani, durante una discusión por la recaudación del taxi. Oficialmente, la víctima llevaba casi 20 años desaparecida (Pradales dejó una nota informando a uno de los hijos de la mujer, ya fallecido, de que habían discutido esa noche y de que ella se había marchado de casa); hasta que el 18 de noviembre de 2019 una pareja halló huesos de una pierna que, al ser pasados por la base de datos de ADN, determinó: eran los restos de Juana Canal.

La investigación de 2003, si es que la hubo, fue un desastre que empezó y terminó en la comisaría de Ciudad Lineal, hasta el punto de que una patrulla acudió al piso en plena discusión y no hizo absolutamente nada; sin embargo, el impulso que dieron décadas después los agentes de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central logró la caza del autor confeso del crimen, que desde hace casi dos años duerme a la sombra.

Ahora le toca el turno a la verdad. El tribunal y el jurado popular deberán determinar si el también hijo del pintor Antonio Pradales la mató de manera voluntaria. La Fiscalía y la acusación particular, representada por el letrado Juan Manuel Medina (SOS Desaparecidos), exigen 15 años de prisión por homicidio doloso. La defensa califica el crimen de homicidio imprudente, delito que habría prescrito a los cinco años.

El reo declaró de nuevo que la golpeó de madrugada durante un episodio violento en el que, según su versión, Juani había bebido y tuvo una actitud agresiva contra él. Pradales fue detenido años después por violencia de género contra otra mujer en presencia de su hijo, en una gasolinera, según informa Ep. Afirmó que a Canal le dio un golpe con el brazo para evitar que le siguiera golpeando. El fiscal, por contra, afirma que Jesús le dio en el cuello hasta que cayó. Desafortunadamente, no hay una autopsia que determine cómo falleció la mujer.

«Estaba acojonado»

La pareja llevaba cinco meses saliendo y, a las dos semanas de conocerse ya vivían juntos, con los dos hijos de Juana: «Fue un flechazo. Lo dejé todo por irme a vivir con ella». Esa noche, declaró, estaba «más violenta» que otras veces y se inició una discusión sin ningún motivo en la habitación de uno de sus hijos: «Se levantó y empezó a pegarme y a decirme que iba a llamar a la Policía». Fue cuando acudió la patrulla del distrito, pero se marchó al considerar que su intervención no era necesaria.

Juana Canal, en una imagen cedida por su familia abc

Como adelantó ABC sobre su primera declaración judicial, el encausado dijo que ella «se metió con 600 euros en el baño y dijo que los iba a tirar por el váter». «Al salir, empezó otra vez a agredirme con los puños y a insultarme. La aparté con el brazo. Fue un empujón y escuché un golpe seco cuando cayó cerca de una mesilla. Me fui y al rato, al no escucharla, volví. Es una imagen que no podré olvidar», recordó. Se la encontró tirada en el suelo, sin pulso. Pensó en llamar a una ambulancia, pero no tenía el móvil. Añadió que entró «en pánico», que «estaba acojonado y no sabía qué hacer». Intentó sacar el cuerpo del bloque, pero en el descansillo «había una vecina».

«Luego ya se me ocurrió lo de la bañera. ¡Cómo podía llevarla si no era así! Parecía que no era yo. Cogí un cuchillo pero no recuerdo ni el baño ni nada. No podía llevarme el cuerpo entero. Estaba aterrado», insistió. Y reconoció que lo descuartizó. Metió los restos en unas maletas y los trasladó al paraje, donde excavó dos hoyos y los enterró. Tres semanas después, interpuso una denuncia falsa en Carabanchel contra Juana, por agresión.

El letrado Juan Manuel Medina incidió en que, si «este señor» sale absuelto, se estaría «matando otra vez a Juana Canal, como ya se la mató cuando no se investigó su desaparición».

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