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El crimen del taxista Isidro: «El cliente lo ha asesinado porque no estaba de acuerdo con el precio de la carrera»

La cámara del coche grabó el crimen, en el 'parking' del hospital Príncipe de Asturias

Muere degollado un taxista en Alcalá de Henares

Un lazo negro, en la parada de taxis del hospital de Alcalá de Henares, ayer, en recuerdo a Isidro guillermo navarro
Carlos Hidalgo

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Por no pagar apenas 30 o 40 euros de carrera. Quizá por hacer la gracia del 'simpa'. Ese parece haber sido el motivo, si es que puede llamarse así, para que un joven segara la vida a cuchilladas de Isidro, un veterano taxista de Alcalá de Henares. Vecino de Torrejón de Ardoz, llevaba unos doce años en el gremio. Aunque el suceso ocurrió a última hora de la tarde del martes, como adelantó ABC, la víctima falleció a mediodía de ayer en la UCI del hospital Príncipe de Asturias, en cuyas inmediaciones fue apuñalado.

El Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La principal hipótesis que se manejaba al cierre de esta edición, cuando se estaba a la búsqueda del asesino, es que el cliente no estuviese de acuerdo con el importe de la carrera, y no tuviera mejor argumento que acabar con la vida del conductor, español de 62 años. La cámara del coche grabó la secuencia del crimen.

Sobre las seis y media de la tarde, el sospechoso subió en la parada de taxis del número 43 de la avenida de los Reyes Católicos, en el centro de Alcalá. Es una de las vías principales de la ciudad, que lleva hasta el centro histórico del municipio, junto a la Huerta del Obispo. El punto en el que comenzó la carrera está cerca de una barriada interbloques en la que residen algunas personas conflictivas y no se descarta que el sospechoso viva allí.

El vehículo es un eurotaxi, una Volkswagen Caddy, utilizado sobre todo para llevar a personas en sillas de ruedas y con movilidad reducida. En cuanto a la parada, es más utilizada durante las mañanas que por las tardes, aunque es posible que hubiera algún otro taxista detrás del de Isidro y fuera testigo de cómo comenzó ese servicio.

Pidió entonces a Isidro que lo llevara hasta el barrio de Espartales Sur. Concretamente, a una urbanización conocida como El Camino del Sueño, donde en realidad conviven naves industriales con pequeñas parcelas. Allí, le comentó: «He quedado aquí con un hombre, me tendrá usted que esperar, que luego quiero ir a otro sitio». Las fuentes consultadas apuntan a que el pasajero era un tipo joven, moreno y con una gorra. Y que pudiera tener algo que ver con las drogas.

«No creemos que sea un atraco»

Lo cierto es que «Isidro lo esperó un rato, en una zona que puede ser conflictiva» y que, al regresar al vehículo, el cliente le dijo que siguiera hacia la zona de Urgencias del hospital Príncipe de Asturias de la localidad. No se sabe si a la cita a la que acudió el asesino fue en una empresa o en una vivienda. Una vez llegados al exterior del centro sanitario, a la altura del aparcamiento, el pasajero, sentado en el asiento de detrás, comenzó a discutir con Isidro. Se sospecha que le echó en cara el precio de la carrera y que podría haberse buscado la excusa de una maniobra de conducción al llegar al hospital para negarse a pagar el montante. Los numerosos amigos y compañeros de Isidro con los que este diario habló ayer convergían en un mismo perfil: «Era un hombre honrado y muy querido. No le pegaba nada pelearse con nadie. No creemos que haya sido un atraco».

Otro colega de la víctima apuntaba a «lo ilógico que es atracar a alguien en la puerta de un hospital en el que continuamente hay policías trasladando a detenidos, guardias civiles con presos de Alcalá Meco y vigilantes de seguridad en Urgencias». «Además –insiste este taxista–, Isidro no responde al perfil de una persona que busque pelea, todo lo contrario».

Entonces, en plena discusión, el joven sacó un arma blanca y le dio cuatro o cinco cuchilladas al taxista, sobre todo en la zona lumbar, que le reventaron órganos vitales como el hígado. La cámara de seguridad interior del vehículo grabó toda la escena. Intentó salir como pudo del coche para pedir ayuda y fueron varios médicos que fumaban un cigarro en el exterior los que le vieron sangrando. Lo asistieron rápidamente e ingresó directamente en la UCI, donde le administraron un par de transfusiones de sangre.

Pero, ayer a mediodía, expiraba. Para hoy hay convocada una concentración del gremio, en repulsa por lo sucedido, a la una de la tarde en la plaza de Cervantes. Está aún fresco el mal recuerdo del anterior taxista asesinado en Madrid. Ocurrió en noviembre de 2019, también en Alcalá. La muerte de José Luis Espada Morales, acuchillado diez veces y falleció a los 59 años, dejó consternada a la profesión, como no pudo ser de otra manera. Una puñalada en la aorta fue la que acabó con su vida. Apenas le robaron unas monedas que llevaba en el cajetín del coche y el homicida huyó.

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