Una ciudad «segura» a dos ruedas, pero con falta de cultura ciclista
Asociaciones y sindicatos coinciden en que la situación ha mejorado, pero «aún queda mucho por hacer»
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![Ciclista por el carril bici de la calle O'Donnell](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/07/29/bicicleta3-RxdXE17XBooepDcgAdijOPJ-1200x840@diario_abc.jpg)
Es el eterno debate. Hay quienes aseguran que, efectivamente, Madrid es una ciudad fiable para los ciclistas y quienes lo refutan. En lo que sí coinciden es en que la capital -y España, en general- no tiene cultura de bici. Debemos admitirlo, poco se ... parece nuestro país al paisaje amsterdamés. «Es segura, pero no es urbe ni paraíso de bicis», indica Carlos Cejudo, un «friki de los velocípedos» y miembro de la asociación Madrid Ciclista.
En lo que va de año, 352 personas han sufrido un accidente en bicicleta en Madrid. El 32'39 por ciento (114 ususarios) de esos incidentes se deben a una caída sufrida por el ciclista. Y tan sólo una víctima mortal. No obstante, 2024 es el año que más percances alberga del último lustro. En el año anterior, en el mismo intervalo de tiempo, se produjeron 276 accidentes. Y, en total, se contabilizaron 810, según datos procedentes del Portal de Datos Abiertos del Ayuntamiento de Madrid. «Las cifras de mortalidad siguen siendo bajas», indica Cejudo, que señala que «ponerles nombre y apellido a los fallecidos es un dato positivo».
Desde la asociación impulsan «el ciclismo urbano como un medio de transporte en igualdad frente a los demás». «La bicicleta es un vehículo, y su lugar natural es la calzada», defiende. El ciclista asegura que debemos trabajar en combatir el pánico -«no realista»- al tráfico. Además, revela que la solución para convertirnos en una futura ciudad ciclista está en seguir fomentando el respeto: «Nuestra seguridad depende tanto de nuestro comportamiento como del de los demás conductores».
Con él coincide Fernando García, repartidor y delegado sindical en la empresa Glovo, que expresa que, además de los ciudadanos, son las administraciones quienes deben fomentar el uso de este «vehículo de transporte»
El repartidor asegura que existe mucho «mito» y «drama» alrededor de la bicicleta. «Las personas tendemos a difundir el miedo. Pero es sólo una excusa para desplazarnos en coche», relata. Explica que, aunque se trata de un crecimiento vegetativo, la situación ha mejorado mucho desde 2009: «Entonces no existía respeto hacía los ciclistas. A mí, en aquellos años, se me han llegado a tirar taxis y autobuses encima». Cuenta que, como repartidor, nunca ha tenido un accidente de tráfico. Al menos nada grave. Y eso que hubo un tiempo que se desplazaba en bicicleta-de la oficina a casa- hasta cuatro veces al día. «Tan sólo pequeños sustos. Pero como puede ocurrirme si utilizo el coche. Y los leves incidentes que he tenido se deben a caídas», expresa.
García otorga mucha importancia a la 'masa crítica', un fenómeno ciclista que nació en los cruces sin semáforo de China. «Los ciclistas, ignorados por los conductores de automóvil, se iban acumulando en estos lugares hasta llegar a un número que les permitiera cruzar con seguridad, imponiéndose a la carretera», relata.
En Madrid, desde 2004, se celebra la Bici Crítica: un grupo de ciclistas se reúnen el último jueves de cada mes en Cibeles para realizar un recorrido en bicicleta, «como un banco de peces que circulan como unidad». El objetivo es fomentar la seguridad hacia este vehículo. «Necesitamos pacificar el tráfico. Simplemente necesitamos estar. Falta que salgamos».
No obstante, añade que las normas de circulación están diseñadas sólo para los turismos y que hoy día vemos a las bicicletas como un vehículo vulnerable. El repartidor opina que las redes segregadas pueden ser un freno. Aunque afirma que en determinadas zonas su implantación es importante, como en la Castellana, por ser «una vía de alta velocidad y ocupación». Pero a veces es peor el remedio que la enfermedad, «como el carril que hay en Serrano, que es un desastre».
No obstante, añade que las normas de circulación están diseñadas sólo para los turismos y que hoy día vemos a las bicicletas como un vehículo vulnerable. El repartidor opina que las redes segregadas pueden ser un freno.
Aunque afirma que en determinadas zonas su implantación es importante, como en la Castellana, por ser «una vía de alta velocidad y ocupación». Pero a veces es peor el remedio que la enfermedad, «como el carril que hay en Serrano, que es un desastre».
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Fernando García, portavoz de la asociación Pedalibre, es precisamente de lo que se queja, de la falta de infraestructuras ciclistas y red carriles bicis protegidos en la ciudad y del incumplimiento por parte del ayuntamiento de esta construcción en la Castellana. «Madrid necesita, al menos, 500 kilómetros de red carril. No llegamos ni a los 140», expresa. Y algunos van «de la nada a ninguna parte».
Y aunque coincide en esa necesaria masa crítica y falta de cultura, afirma que, en general, «nadie percibe Madrid como una ciudad segura para la movilidad en bicicleta».
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