Cierran las cocinas fantasma de Arganzuela por realizar en el interior obras sin licencia

Las cocinas fantasma de Arganzuela, situadas al lado del colegio público Miguel de Unamuno, han echado el cierre y todos sus restaurantes virtuales (hasta doce operaban en el interior) han abandonado el local situado en la calle de Alejandro Ferrant solo un año después de encender los fogones. El motivo del cese de actividad es que los responsables del negocio estaban realizando obras en el interior sin tener la licencia necesaria.

«Los servicios de control de la agencia de actividades del Ayuntamiento de Madrid han realizado seguimientos e inspecciones de la actividad con objeto de verificar el cumplimiento de la legalidad en todo momento«, ha comenzado a explicar este miércoles el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes. »En julio, se detectó que se estaban realizando obras que no se amparaban en la licencia otorgada. Unas obras importantes que modificaban la distribución interior«, ha confirmado el delegado.

Tras detectar los trabajos ilegales, el ayuntamiento dictó en agosto una orden de paralización inmediata y de cese, ha asegurado Fuentes, y realizó inspecciones posteriores. «En una visita realizada el 9 de septiembre por la Policía Municipal se confirma que se estaba desmontando la actividad industrial«, ha concluido el responsable de Desarrollo Urbano.

Con la medida llega el alivio de la Asociación de Familiares de Alumnos (AFA) del CEIP Miguel de Unamuno, que celebra el adiós de las cocinas fantasma que daban al patio exterior del recinto escolar. «Se acaban las basuras, los cientos de camiones y motos, el ruido incesante, el humo... Gracias al incansable trabajo de familias y vecindario», han aplaudido en redes sociales los portavoces de la AFA, que temen que el cese sea temporal. «Aunque las familias estamos contentas, no vamos a parar hasta saber que esto es un cierre definitivo y el ayuntamiento anule la licencia», han concluido.

El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Madrid anuló en junio la licencia que el ayuntamiento había otorgado a estas cocinas fantasma, tras un recurso presentado por la AFA, al considerar que incumplían la normativa urbanística y carecían de informes de impacto medioambiental y jurídico. El ayuntamiento decidió recurrir el fallo y defendió desde el principio que «no era necesario un informe de evaluación ambiental«.

El embrollo judicial, tras el recurso municipal, todavía no había llegado a su fin y se sigue a la espera de la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Este miércoles, el delegado ha defendido el buen hacer del ayuntamiento. «Había finalizado el proceso de reedición de oficio de la licencia otorgada inicialmente y cumplía todo el ordenamiento jurídico y todos los antecedentes. Estaba bien concedida«, ha subrayado Fuentes. Las obras que ahora han provocado el cese no estaban amparadas en esa licencia ni tenían otra específica.

Para hacer frente a ese recurso ante el TSJM, el AFA obtuvo más de 9.500 euros a través de una campaña de 'crowdfunding'. Si el consistorio no hubiera recurrido, el establecimiento habría sido clausurado de forma inmediata el pasado mes de junio.