Carabaña, capital española del futbolín
La localidad, que en unos meses inaugurará una escuela dedicada a este deporte, celebra desde este sábado el campeonato nacional
![David Gañán, presidente de la Asociación Española, junto a Jorge Gómez en el Mundial de Nantes](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/12/01/futbolin-RucroJtE1JsZcKwAaZEF7GO-1200x840@abc.jpg)
Lo recogió Camilo José Cela, paisano del inventor de este deporte, Alejandro Finisterre, cuyas peripecias vitales dan para una novela. El cantar decía más o menos así: «Carabaña y Orusco, Tielmes, Perales, en quitando la iglesia, cuatro corrales». Sin embargo, en sus andanzas ... alcarreñas y por alrededores, el gallego no hacía más que repetir un refrán campesino. Pasó el tiempo, mucho tiempo, y Carabaña, famosa por sus aguas, es ya otra. De entrada, la coqueta villa del sureste de la región se convierte este fin de semana y hasta el lunes en la capital española del futbolín, ese deporte que es nuestra asignatura pendiente. Que estamos en segunda división, vaya. A pesar del talento aislado de muchos. Del 'clinck' de tantos futbolines, oxidados o no, que están asociados al divertimento y no tanto al profesionalismo que se estila por el resto de Europa. Y de ahí la importancia de este evento 'futbolinero' en Carabaña. De «Baby Foot», que lo llaman pasando los Pirineos.
«Es un deporte»
Quien lo dice es un as patrio del juego, David Gañán, presidente de la asociación Española y uno de los referentes de este «deporte» (insistamos en este concepto, «deporte»). Con esos mimbres, Carabaña acoge desde hoy hasta el lunes el Campeonato de España de Futbolín. Van a ser 160 participantes -que participarán en 10 modalidades- más la esperada compañía de los 'deportistas', lo que según el alcalde del municipio, Mario Terrón, supondrá «una inyección económica» y un acicate en la proyección turística no solo de Carabaña, también de todo el sureste madrileño.
Y aunque las mesas y la parafernalia puedan parecer futuristas, aunque la competición se retransmita en 'streaming', queda la esencia: la sana competición, la bola, un portero, dos defensas, cinco medios y tres delanteros. El premio, eso sí, es jugoso: 3.000 euros.
El alcalde, ufano por el acontecimiento, ilustra a ABC cómo se fraguó el torneo: «Había algún pueblo que se había interesado, hablé con el presidente de la Asociación, le dije que cumplíamos con los requisitos y se consiguió». Como Pasqual Maragall con los Juegos Olímpicos pero en el mundo del futbolín, que tiene su miga, según relata Gañán. «Hay todo un universo fuera de España en lo relativo al futbolín. Desde el marketing que arrastra a los patrocinadores y a los accesorios. Para hacerse una idea, hay países como Francia o Alemania, con más de 20.000 federados, más o menos el número de fichas expedidas en el fútbol sala español».
Más allá del bar, del recreativo
Gañán también reseña otro de los aspectos que el campeonato nacional dejará en la localidad, y es que, en lugar de en un bar o un recinto de ocio, las competiciones se desarrollarán en el pabellón deportivo del colegio municipal, el colegio Santa Lucía. Algo que, señala el primer edil, ya se hace en las fiestas de septiembre con la celebración del 'Desafío' del futbolín, que coincide con el torneo de fútbol que se compite de forma paralela. Deporte, nada más y nada menos. Y fuera del ambiente de la taberna o del salón recreativo, una de las prioridades de la organización.
En esos doce futbolines de Carabaña se conocerá al campeón de España, pero lo importante, aparte de la participación, es que el acontecimiento va ligado a un proyecto todavía más ambicioso: la escuela de futbolín, la primera de España, que según el regidor carabañero recibirá alumnos del sureste de la comunidad por no decir que de la comunidad entera.
Y no sólo eso. Carabaña catalizará lo que puede ser un hito en la evolución del futbolín: las reuniones que la asociación y la federación españolas e internacional mantienen con el Consejo Superior de Deportes con el objeto de que el ente gubernativo dé carta de naturaleza a lo que es una realidad. Que el «futbolín es un deporte» que cuenta «con sus reglas, su código de conducta y hasta de vestimenta». Y al día, "mínimo", hay que "dedicarle 30 minutos" de entrenamiento.
De algún modo, en Carabaña se van a sentar las bases de un deporte tan nuestro, tan interiorizado, que lo habíamos considerado como un mero entretenimiento.
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