Buitre negro, águila imperial, nutria... Especies recuperadas y salvadas por la campana
Son animales en peligro de extinción que en la última década han doblado su número de ejemplares en la región gracias a medidas de protección
Buitre negro: ¿Quién incuba el huevo cuando nieva?
![Un águila imperial, majestuosa](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/14/aguilaimperil-RarkC4q78RCVNlifNdYD25M-1200x840@diario_abc.jpg)
La Comunidad de Madrid es una región singular: tiene 8.000 kilómetros cuadrados, de los que un 15 por ciento son espacios naturales protegidos y un 55 por ciento es superficie forestal, y presenta una densidad de población de 872 habitantes por kilómetro cuadrado ( ... casi diez veces mayor a la media nacional, que es de 92). A la vez, en su territorio se encuentran ejemplares de algunas de las especies más protegidas por su riesgo de desaparición, que gracias a políticas activas y colaboración con entidades ecologistas –como SEO-Birdlife o Grefa– se han conseguido retener e incluso incrementar sus poblaciones. El águila imperial, la cigüeña negra, la nutria o el lobo son ejemplos de ellos.
En los últimos 10 años, según datos aportados por el consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, en uno de los últimos plenos de la Asamblea, se ha pasado de 49 a 90 parejas de águila imperial; de 104 a 200 de buitre negro; de 5 a 10 parejas de cigüeña negra, y de dos a cinco manadas de lobo ibérico: «Se ha encontrado el equilibrio, porque en esos mismos 10 años en que se asentaban especies en peligro de extinción, Madrid ha incrementado su población en 700.000 habitantes».
Uno de los casos de éxito en este sentido ha sido el águila imperial ibérica, que ha duplicado el número de ejemplares en la región en diez años y un 8 por ciento el año pasado. De hecho, ya hay presencia de esta especie en todos los espacios Red Natura 2000 de la región.
El águila imperial es la más emblemática de Madrid, donde se encuentran casi el 15 por ciento de los ejemplares mundiales. Para que crecieran y se multiplicaran, las autoridades de Medio Ambiente reconstruyeron plataformas de nidificación, arreglaron tendidos eléctricos –que provocan gran mortalidad entre sus ejemplares–, y les aportaron alimentación suplementaria, además de reforzar poblaciones que les sirven de presa como conejos. Los nidos se localizan, se vigilan y no se permite ninguna actuación a menos de 500 metros de ellos durante los meses de cría.
Algo parecido ha pasado con el buitre negro: en 1992 se incluyó en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, por encontrarse en peligro de extinción, y ahora prácticamente ha duplicado su número de ejemplares, pasando de 104 parejas en 2012 a más de 200 en 2022. Ahora, un 5 por ciento de la población española de esta ave se encuentra en la región madrileña, y principalmente en su zona oeste. Nidifica en dos zonas de especial protección para las aves (ZEPA): el Alto Lozoya y los Encinares de los ríos Alberche y Cofio, aunque también se está expandiendo al bajo Lozoya y a la ZEPA de El Pardo. En la Sierra de Guadarrama, los ejemplares se concentran en las áreas de Rascafría, Valsaín, río Moros, Pirón y Navafría.
Un tercer caso en el que las políticas aplicadas han funcionado es el de la cigüeña negra, una especie cuya subsistencia peligraba y que es esquiva y huidiza respecto al hombre. Pero Madrid le ha sentado bien a esta especie: a lo largo de la última década, se ha pasado de cinco parejas en 2013 a diez en 2023, aunque sigue siendo una de las seis especies de aves catalogadas en peligro de extinción en la Comunidad de Madrid.
Fototrampeo de nutrias
Aunque no hace muchos años llegó a verse un ejemplar de nutria nadando en las aguas del renaturalizado río Manzanares, a la altura del desaparecido estadio Vicente Calderón, lo cierto es que no es muy normal verlas ahí. Aunque sí en otras zonas de la región: se calcula que hay unos 50 ejemplares en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y en los arroyos cercanos.
Con esta especie se ha utilizado la técnica del fototrampeo para poder estudiar a fondo sus costumbres. Los técnicos de Medio Ambiente no aventuran el número de ejemplares que pueden componer ahora la población de nutrias en Madrid; pero sí han detectado un incremento de su presencia y de su actividad, que se extiende a un 10 por ciento más del territorio en los últimos diez años.
![La población de buitre negro está aumentando en la Comunidad de Madrid](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/14/buitrenegro-U26651630838Cqp-760x427@diario_abc.jpg)
Una quinta especie amenazada que va recuperándose en la Comunidad de Madrid es el lobo ibérico. En 2013 había dos manadas de estos animales, y en 2023 se ha constatado la actividad de cinco grupos, con cachorros. Hay otras zonas donde se descubre presencia esporádica o permanente de la especie, pero probablemente aún no cuente con grupos reproductores.
Los expertos constatan que sus hábitos de alimentación han cambiado: se ha reducido el número de ataques a animales vivos, mientras que su dieta se complementa con carne de animales muertos. Varios lobos tienen instalados en la actualidad collares con radioemisores, con los que es posible conocer los lugares donde crían, sus hábitos alimenticios y las causas de las muertes en las manadas.
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