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Batalla campal contra la Policía al acudir a detener a un maltratador en libertad provisional

El sospechoso y sus allegados se resistieron en plena calle y hubo que llamar a los antidisturbios, en San Blas-Canillejas. Un agente fue arrastrado por el suelo y otra fue herida en el tobillo, entre otros

Crimen en El Ruedo: un matrimonio muerto, un arma y sospechas de violencia de género

Imagen de archivo de una detención en San Blas abc
Carlos Hidalgo

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Varios sucesos con heridos de diversa consideración, incluidos tres policías, marcaron la jornada negra de ayer en Madrid. En el distrito de San Blas-Canillejas, la detención de un presunto maltratador se convirtió en una batalla campal que acabó con tres policías heridos de diversa consideración. Todo comenzó a las 11.30 de la mañana. Llegó a los servicios de emergencias un aviso de que una mujer estaba siendo maltratada.

Primero se personaron dos patrullas de la Policía Municipal y de la Nacional. La joven, una colombiana de 23 años, relató que un varón, de su misma nacionalidad y 33 años, le había pegado. Hasta tal punto, que de un puñetazo en la mandíbula le estaba sangrando la boca y tenía, al menos, dos dientes colgando. Entonces, el sospechoso salió huyendo a la carrera por la acera, a la altura del número 10 de la calle de las Modistas.

«¡Estoy en libertad provisional!»

Los agentes corrieron tras él y otro vehículo policial que se acercaba al barrio le interceptó. Se resistió a la detención, golpeó a los funcionarios, que finalmente le redujeron en el suelo, mientras él gritaba: «¡No puedo ir arrestado porque estoy en libertad provisional!». Le constaban antecedentes, entre otros, por atentado a agente de la autoridad.

Inopinadamente, un compatriota suyo de 40 años, la emprendió también contra los agentes, llegando a arrastrar a uno por el suelo y también una policía resultó lesionada en un tobillo.

Entonces, comenzaron a llegar más personas, cercanas todas a estos dos sujetos, que quedaron detenidos por atentado y, en el caso del de 33 años, también por violencia de género. Un indicativo de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, y otro del Grupo Operativo de Respuesta, del CNP, tuvieron que personarse para apartar al gentío y establecer un anillo de seguridad. Todos fueron filiados.

Mientras, la víctima de maltrato se encontraba con otros agentes cuando le empezaron a llegar a su móvil, por redes sociales, mensajes de familiares de su maltratador: «No le denuncies y te pagamos dinero y arreglamos lo de los dientes. Que el pobre tiene una niña», le decían.

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