Bandas latinas: ejecución a tiros a la salida de un concierto de un Trinitario acusado de abuso sexual a una menor
Un dominicano muerto a tiros y tres heridos más, también a machetazos, entre ellos un menor marroquí tutelado
Marlaska descarta que este suceso se relacione con el crimen de Alcorcón del sábado, que se inició por celos
Símbolos, atuendos y drogas: las señales de alarma de las bandas latinas en los institutos
El concierto del cantante Rochy RD la madrugada de ayer vivió una réplica, aún más grave, que el anterior, un día antes, en una discoteca del sur de Tenerife: si este acabó con una pelea y dos jóvenes con la cabeza abierta, el de Fuenlabrada, ... en la discoteca Caña Brava, terminó en un baño de sangre con un chaval, S. H., de 21 años muerto de un disparo en la sien, y tres heridos de diversa consideración, a tiros y machetazos.
La Policía Nacional investiga el caso madrileño como una posible 'vendetta' entre bandas. Precisamente, el cantante dominicano ha pasado dos veces por la cárcel: primero, por un delito tecnológico; y recientemente salió de una prisión de su país, donde sigue investigado por presuntos abusos sexuales a una menor de 16 años, a cambio de dinero.
Un 'modus operandi' que recuerda demasiado al de otro rapero, Symol Fyly, investigado en la operación Sana, en Madrid. Mientras que este último se mueve en el círculo de los Dominican Don't Play (DDP), el 'artista' tras cuya actuación se desencadenó el tiroteo de ayer está en la órbita de sus rivales, los Trinitarios, precisan a ABC fuentes del caso.
Aunque las pesquisas no han hecho más que empezar, se intentó saber si el caso de Fuenlabrada era una respuesta a la muerte de un chico venezolano y peticionario de asilo político en España prácticamente 24 horas antes. Aunque este asunto, ocurrido en Alcorcón poco después de otra reyerta previa en una discoteca del mismo municipio, estaría originado por una cuestión de celos por una chica; los encartados en el crimen, también a tiros, se encontrarían en la órbita de una de estas bandas, pero el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, los desvinculó horas después.
En una furgoneta blanca
A las 6.10 de ayer, se recibía el aviso. Al término del concierto de Rochy RD, al menos tres sujetos esperaban justo en la puerta a sus víctimas. Algunos testigos hablan de una furgoneta blanca de la que se bajaron dos varones, encapuchados, vestidos de negro, uno con un revólver y otro con un bolomachete, y se lanzaron al ataque. Habría al menos un tercer pandillero al volante del vehículo, para ayudar en la fuga.
La secuencia de hechos fue la siguiente, según los primeros datos de la investigación recabados por ABC: los cuatro heridos salieron de la sala Caña Brava, en el número 95 de la calle de Luis Sauquillo, en el barrio El Arroyo, a las afueras de Fuenlabrada. Era la hora del cierre y los asesinos les tenían controlados, se dirigieron a un dominicano de 21 años, al que descerrajaron un tiro en la sien, que le atravesó la cabeza. Los sanitarios del Summa estuvieron 45 minutos intentando salvarle; al principio estaba inconsciente pero respiraba, aunque finalmente falleció en el hospital de campaña, según Emergencias 112.
«Yo pasaba por ahí»
También atacaron a otro dominicano, de 31 años, al que pegaron un tiro en un hombro. Ingresó en el hospital 12 de Octubre con pronóstico reservado. Llegó a decir que no tenía «nada que ver con el grupo, sino que pasaba por allí». Los otros dos lesionados son de nacionalidad marroquí. Uno tiene 18 años y lesiones leves en las manos a causa de las cuchilladas del bolomachete, al tratar de defenderse. Su compatriota, Wallid, está tutelado por la Comunidad de Madrid en un centro de menores de Getafe y fue recogido en el hospital por sus monitores. Sufrió una contusión en la cabeza y otro disparo, también leves. Ambos están en la Fundación Alcorcón.
Los dominicanos residían en Madrid, y los magrebíes en Getafe, precisan fuentes del caso. Ninguno en Fuenlabrada. Se sospecha que se trata de jóvenes vinculados a los Trinitarios y que, supuestamente, los atacantes pertenecen a los DDP. El hecho de que entre ellos haya marroquíes no es nada nuevo, puesto que las bandas latinas, ahora oficialmente conocidas como juveniles, se nutren también de españoles, magrebíes o rumanos.
Los tres supervivientes intentaron huir, corriendo decenas de metros, en dirección a la calle de Extremadura, la más cercana, pero en obras; por ella, según algunos testigos, fue por donde huyeron los dos homicidas, aunque todo esto se encuentra bajo investigación. Así como la naturaleza de la supuesta furgoneta blanca. Entre otras pesquisas, se están analizando las cámaras de seguridad de los negocios privados de la zona, porque las cámaras de tráfico no graban. De hecho, justo enfrente de Caña Brava hay una gasolinera.
Huellas en un BMW
La Policía Científica pasó horas recabando pruebas. Varios disparos impactaron contra la pared y también analizaron las posibles huellas dactilares que los criminales podrían haber dejado sobre un BMW serie 3 de color azul que estaba aparcado a muy poca distancia de donde cayó el muerto. Los fugitivos estuvieron apoyados sobre ese turismo de alta gama y Homicidios e Información esperan conseguir avanzar en la investigación con esas y más diligencias. También buscaron casquillos (las pistolas, a diferencia de los revólveres, expulsan las vainas) y las armas.
La de fuego no debía de ser una 'chilena' (una pistola de fogueo manipulada para detonar munición real), puesto que en un segundo disparo habría estallado en manos del pistolero; lo más probable es que la compraran en el mercado negro, traída del extranjero o en una 'darkweb', como sugirió Pablo Pérez, representante del sindicato Jupol.
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