Huerta de Mena: la 'arboleda perdida' y lúdica de Hortaleza
En sólo seis años, por la finca de Carlos Arniches, que inspiró a Rafael Alberti, desfilaron desde García Lorca a Buñuel, de Ortega y Gasset a Manuel de Falla
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Pueblo antiguo de Hortaleza. Hoy barrio. La M-40 con sus prisas, pero si se fija la mirada en el mapa, en un breve remanso de vegetación, hasta el pasajero distraído cae en una oasis, blanco en primavera, verde y ocre el resto del año. ... Es la Huerta de Mena, la Finca de los Almendros, que adquiere personalidad propia en el siglo XVIII, y personalidad lírica cuando el dramaturgo Carlos Arniches la compra por «80.000 pesetas». Y ahí, en esas zona del antiguo pueblo de Hortaleza, el autor de la 'La señorita de Trevélez' y de más de 200 obras , convidó «a arroz y a merendar a la Generación del 27». Quien habla así es su bisnieto, Joseba Arrón Arniches, médico y autor de numerosos libros sobre su familiar; el último, 'Carlos Arniches: el gran patriarca'.
Arrón reconstruye a un hombre que «creó una gran familia, más allá de la sangre», y las tardes entre los escritores con el aplaudido dramaturgo como un aglutinador de talentos en la entonces provincia de Madrid. Corrían «los felices años 20». En Hortaleza los más añosos recuerdan de los más añosos (sic) que la finca, que Arniches vendió a la Iglesia en 1928 «por 120.000 pesetas», andando el tiempo, tuvo un lago que, cuando el recinto pasó a manos de las Madres Adoratrices, lo explotaban mediante un ticket de baño. Porque el estanque, que también tiene su historia, venía alimentado por un manantial próximo que daba frescor a la finca. De estos detalles, de la necesidad de conservación, dio detalles Daniel Rebner, de la Plataforma Salvar Hortaleza, que, si algo aprecia, aparte lo histórico, es «la maravilla de ver al final del invierno los almendros florecidos».
Él facilitó a ABC no solo un informe remitido a la Comunidad para la declaración de la zona como Bien de Interés Patrimonial (BIP), también un trabajo de Marcos Vasconcellos, que hizo un estudio, 'Amada Victoria', que sitúa en esa quinta y en ese estanque uno de los romances de Rafael Alberti con la 'sobrina' de Arniches, Victoria Amado. Un romance con su reflejo en el poema 'El cuerpo deshabitado' según recuerda el poeta, periodista y gestor cultural, Juanjo Téllez, que daría, tiempo después, forma a 'Sobre los ángeles'. Fueron seis años de esta extensión lúdica de la Residencia de Estudiantes que dirigió Alberto Jiménez Fraud.
Buñuel, Lorca, Alberti encontraron un paraíso, una arboleda perdida. Con la música de fondo, añade Vasconcellos, «de Falla, Albéniz, Turina, Granados y Rodrigo». O incluso «es probable que asistiera José Ortega y Gasset», a la sazón sobrino de José Gasset Chinchilla y antiguo propietario del terreno. Por eso, hoy los ecos, y la finca bien cuidada por los desvelos de Juanma, el guardés y último obstáculo para retratar el lugar, se imponen al sonido de las autovías y las impersonales oficinas adyacentes. En este eslabón perdido de la Generación del 27, figura, además, la resurrección, muchos años después, de una revista de tronío, 'Litoral', empeño de José María Amado, otro 'sobrino' de Arniches.
Si en la Residencia de Estudiantes, pese a todo, había una cierta disciplina; en la Huerta de Mena esta gallofa creadora irrepetible halló su cielo. Arniches, se ha dicho, los llevaba a merendar; si hacía falta platito de arroz como cortesía levantina. Tanta fue la importancia, que el Atlético celebró allí, meses antes de la venta de aquel paraíso, su campeonato regional del 1928.
El Atlético celebró en el recinto la consecución del campeonato regional de 1928, meses antes de la venta de la finca
José Antonio Martín Otín, alias 'Petón', quiere ver en los jardines «a Ramón Argüelles y Manolín Merediz», atléticos y 'residentes' en la 'Colina de los Chopos' celebraron el campeonato regional de 1928. Cuando el 'sport' del fútbol formaba parte del todo que implantó moral mente Alberto Jiménez Fraud. No está el lago, pero sí el poema de Alberti, o 'El Padre Pitillo'. Cuando Arniches se inspiró en el consejero espiritual de aquellos pagos : el sacerdote Francisco Campos Martínez.
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