Alquilan su casa a una familia de refugiados sirios y se la okupan: «Cobran casi dos mil euros en ayudas»
Los inquilinos llevan cuatro años sin pagar el alquiler y, según la propietaria, acumulan una deuda de 37.000 euros
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Cuatro años sin que sus inquilinos le paguen el alquiler y obligada a vivir con su familia en casa de su madre. Esta es la situación de Basi, que junto a su marido y sus dos hijos se fueron de alquiler a un piso más barato para hacer frente a la hipoteca de la vivienda que se habían comprado en una urbanización de Valdemoro mientras se la alquilaban a otras personas.
A la hora de decidir a quién alquilárselo, la propietaria decidió colaborar con una ONG que facilitaba vivienda a personas en situaciones desafavorecidas y, finalmente, los inquilinos fueron los miembros de una familia de Siria. También son un matrimonio con hijos, concretamente tres y, desde el principio, tuvieron que ajustarse a su presupuesto bajando el precio del alquiler 50 euros, tal como indican desde 'El Periódico'.
El problema llegó cuando comenzaron a pagar menos y tarde, siendo esto progresivo y terminando en la siguiente situación: hace cuatro años dejaron de pagar y pasaron a convertirse en inquiokupas, acumulando una deuda de 37.000 euros a día de hoy y dejando a Basi y su familia sin ingresos extra para hacer frente a la hipoteca, por la que pagan mil euros, además de otros 130 de comunidad.
De arrendadores a morosos
Desde Telemadrid hablaron con ella y así explicaba su situación: «Nosotros al principio pudimos tirar un poquito de ahorros que teníamos, los ahorros se gastaron, obviamente. Tuvimos que empezar a pedir préstamos, ya llegó un momento que estamos en todas las listas de morosos y tuvimos que tirar de la familia».
De este modo, Basi se arrepiente de haber alquilado su piso a esta familia, alegando que el padre «es un refugiado político de Siria. Vino por una ONG, quisimos ayudar y, por querer ayudar pues nos han debido de tomar por tontos». Al verse envueltos en dificultades, la propietaria decidió pedir ayuda a la ONG, que desde el principio prometía hacerse cargo si había cualquier problema:
«Fuimos a hablar con ellos al principio cuando nos empezaron a pagar mal, nos dijeron que iban a solucionar las cosas, que no nos preocupáramos. Cuando ya dejaron de pagar, volvimos a llamarles y ya nos dijeron que es que como habían dejado de trabajar con ellos, que ya no podían hacer nada. Y se desentendieron totalmente de nosotros».
2.000 euros en ayudas del Estado
Basi lamenta que ahora están pagando a la familia de iqnuiokupas para que se quede en su casa, de la que aún tienen la hipoteca, cuando ellos cuatro no tienen ni casa para estar, y se han visto obligados a irse a vivir con su madre.
Aunque aún no saben si la familia que no les paga aún se ha declarado como vulnerable, sí son conocedores de los ingresos que reciben, siendo estos aproximadamente de 2.000 euros, pues los mismos inquilinos les facilitaron esa información: «Nos pusieron un Whatsapp, en ese mensaje viene detallado todo lo que les paga el Gobierno, por alimentación, por alquiler, por niños... más un ingreso que tuvimos, por equivocación seguramente, de la Cruz Roja a su nombre, de otros 360 o 340 euros», cuenta a Telemadrid.
Admite que ya no cree en la justicia ni en el sistema: «Ahora mismo al que esté en la misma situación que yo, no le diría que denunciara. Hay muchas formas de echar a esta gente, y lo siento mucho», reconoce Basi.
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