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Almeida invoca el espíritu de los Pactos de la Villa para su segundo mandato

A pesar de revalidar el cargo por mayoría absoluta, el alcalde tiende la mano al resto de grupos para lograr grandes acuerdos

Almeida concentra el poder en sus dos alfiles y relega a los exconsejeros de Ayuso a los distritos

El alcalde electo de Madrid, Almeida; detrás, la socialista Reyes Maroto con sus ediles guillermo navarro
Cris de Quiroga

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Los 29 concejales del PP no sabían cómo sentarse. Hacía 12 años que ningún partido conseguía la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Madrid. El hemiciclo del Palacio de Cibeles es una medialuna dividida en tres bancadas y, este sábado por la mañana, los grupos municipales se reubicaron. El PP ganó 14 escaños más en las urnas y ocupa ahora casi dos tercios del pleno. La izquierda, Más Madrid (12 ediles) y PSOE (11), comparten la bancada de la izquierda. En la última fila de la zona central, los cinco concejales de Vox, que han perdido su influencia en el Gobierno. Y aún con una victoria contundente, libre de cadenas políticas, José Luis Martínez-Almeida invocó el espíritu de los Pactos de la Villa para su segundo mandato.

En lo peor de la pandemia, ese acuerdo selló un consenso histórico en Cibeles, 352 puntos que suscribieron por unanimidad cinco partidos para reconstruir la ciudad después del coronavirus. Recién investido alcalde, Almeida recordó ese «extraordinario ejemplo a la nación». «Quiero tender la mano a todos los grupos municipales. Vamos a continuar en la línea de diálogo y de tratar de llegar a los grandes acuerdos que beneficien a todos los madrileños», destacó. Una vez concluida la sesión plenaria, el regidor insistió en el mismo mensaje delante de los periodistas: «La mayoría absoluta no quiere decir que no trabajemos con los grupos municipales, que no busquemos puntos de acuerdo a pesar de nuestras diferencias».

Almeida fue el último compareciente de un pleno solemne que, después de cuatro años turbulentos y de sesiones mensuales broncas, regaló un receso de paz política. El impás del día cero de la XII Corporación. La sesión constituyente arrancó con la formación de la Mesa de Edad y, durante unos minutos, el concejal más mayor de la sala, con 74 años, el veterano activista vecinal y número dos de Más Madrid, Félix López Rey, presidió el pleno. A su lado, el más joven, Antonio Giraldo, de 30 años, estrella de Twitter y gurú urbanista del PSOE.

El siguiente paso, el acto de juramento, se realizó por orden alfábetico. «¿Juráis y prometéis cumplir fielmente las obligaciones como concejal del Ayuntamiento de Madrid?», preguntó el secretario del pleno. Uno a uno, los 57 concejales se levantaban: «Sí, juro (o prometo, o sí a secas)». «Queda constituida la sesión al tomar posesión los 57 concejales electos», declaró Félix López Rey. Y después, el momento más esperado, la votación para investir al alcalde de Madrid hasta 2027. El ujier entregó cuatro sobres a cada edil y, en cada uno, el nombre de un candidato. José Luis Martínez-Almeida (PP), Rita Maestre (Más Madrid), Reyes Maroto (PSOE) o Javier Ortega Smith (Vox).

Las papeletas se introdujeron en una urna con el emblema de la ciudad, una réplica del objeto antiguo anterior a 1967. No hubo sorpresas: todos los ediles votaron al cabeza de lista de su partido. Almeida, 29 votos. Maestre, 12. Maroto, 11. Ortega Smith, 5. El pleno irrumpió en aplausos, que se contagiaron a los palcos y sus invitados, entre ellos, los exalcaldes Alberto Ruiz-Gallardón, José María Álvarez del Manzano y el socialista Juan Barranco, y la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto a la expresidenta Esperanza Aguirre. De la exdirigente madrileña Almeida heredó la portavocía del PP en el ayuntamiento, en 2017, un abogado del Estado desconocido que, dos años más tarde, arrebataría a Manuela Carmena el timón. La exalcaldesa, por cierto, se ausentó.

Foto de familia del grupo municipal del PP, junto a Isabel Díaz Ayuso, tras el pleno de investidura EP

Los otros tres candidatos, uno a uno, subieron a la tribuna con una serie de «discursos elegantes», como luego los calificó Almeida. De nuevo, el espíritu de los Pactos de la Villa. La líder de Más Madrid y de la oposición, Rita Maestre, felicitó al regidor por su «victoria incontestable» en las urnas. La heredera de Carmena se centró en lanzar un mensaje de reseteo tras perder 200.000 votos y siete escaños el pasado 28M. «No hemos venido a pelear la segunda plaza. Es conveniente ser autocrítico y es los que vamos a hacer desde el primer día. Vamos a por ello, que hoy empieza todo de nuevo».

Reyes Maroto es la nueva de Cibeles, la exministra de Industria designada por Pedro Sánchez para reflotar a los socialistas en la capital. El PSOE arañó unos 50.000 votos más que en 2019 y se han traducido en tres concejales más. Maroto se postuló como «alternativa al actual gobierno», pretende personificar «una oposición constructiva y dialogante, pero también exigente y dura». La edil pidió a Almeida un gran pacto por la vivienda y que la bandera LGTBI ondee en la fachada de Cibeles.

El perfil más duro del consistorio en los últimos cuatro años y uno de los fundadores de Vox, Javier Ortega Smith, ofreció al alcalde una «oposición leal y constructiva». La relación política entre ambos ha sido inexistente desde que Vox bloqueara, a finales del año pasado, los presupuestos y las normas urbanísticas. Pero Ortega Smith ha tendido la mano, con una advertencia: «La mayoría absoluta le puede llevar a la tentación de convertirla en un rodillo arbitrario».

Un cóctel de 600 invitados

La sede del Ayuntamiento de Madrid amaneció acordonada. Más de 600 invitados se congregaron en la Galería de Cristal, el espacio diáfano junto al hemiciclo, para presenciar la segunda coronación de Almeida a través de una pantalla. «Juro cumplir fielmente las obligaciones del cargo», recitó el alcalde, antes de sostener simbólicamente el bastón con la empuñadura de oro. Fuera, en el cóctel, Almeida celebró y abrazó a conocidos, políticos y exdirigentes. También posó con su pareja, Teresa Urquijo y Moreno. La vicealcaldesa saliente, Begoña Villacís, ofició su última despedida: «Hay que saber perder». Ayuso deseó «todos los éxitos» a su compañero de tándem electoral y el alcalde de Lisboa, Carlos Moades, también arropó al recién investido que, sobre las dos de la tarde, subió a su despacho, en la quinta planta de Cibeles.

José Luis Martínez-Almeida, este sábado, junto a su pareja, Teresa Urquijo y Moreno EP

Ahí firmó el decreto de su nuevo Gobierno, el organigrama que ejecutará durante los próximos cuatro años la hoja de ruta del PP. Hay unos «ejes claros», según incidió el alcalde en su discurso de investidura: consolidar Madrid como motor económico, afianzar el reequilibrio territorial entre los 21 distritos y 131 barrios, culminar la transformación urbana con «nuevas y ambiciosas obras», implantar políticas sostenibles sin perjudicar la economía, solucionar el problema de la vivienda, continuar las mejoras en la digitalización, incrementar la calidad de vida de los barrios con más equipamientos y asistir a las personas más vulnerables.

La primera medida, en el pleno de julio, será el desbloqueo de las normas urbanísticas. Pero antes de eso, el próximo lunes, Almeida reunirá a sus caballeros en la mesa redonda de lo alto de Cibeles. La primera Junta de Gobierno de un mandato que, en principio, no augura ningún sobresalto.

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