... Y Pinito del Oro volvió a la plaza del Rey
La magia del mayor espectáculo del mundo volvió ayer a «su» lugar en la capital: aquél en que se levantó, durante casi cien años, el Circo Price. Una placa recuerda lo que fue y lo que significó esta sala, a la espera de que Madrid vuelva a tener un circo estable
TEXTO: SARA MEDIALDEA FOTO: ERNESTO AGUDO
Tres elefantes bajaban, todo tranquilidad, por la calle Barquillo. La señora que se cruzó con ellos no daba crédito: «¡Esta ciudad es la pera!». Unos metros delante, caminaban, aún embutidos en sus uniformes azul eléctrico y oro, una docena de flexibles acróbatas orientales. Y detrás, dos payasos debatían dónde ir a comer mientras sus enormes zapatos se desplazaban con una agilidad inversamente proporcional a su tamaño.
Si se piensa, no es tan raro: estaban en la plaza del Rey, y no ha habido un lugar en Madrid más vinculado al mundo del circo. Porque eso eran todos ellos, artistas circenses. Como las dos niñas que bailaban el hula-hop, la trapecista de ojos rasgados o el muchacho que jugaba a malabares. Un miniespectáculo servido por el Circo Mundial a las puertas del que fuera Circo Price, después banco y ahora Ministerio de Cultura. Y ante los ojos de la ministra Carmen Calvo y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, y de varias docenas de ciudadanos contagiados por la alegría y el calor de los artistas. Y de los elefantes, que emitían un sonido mucho más parecido a un ladrido que al barritar de las películas de Tarzán.
La ministra y el alcalde descubrieron una placa en recuerdo del lugar que ocupó el Price desde 1876 hasta la demolición del inmueble, en 1970. Un escenario por el que pasó lo mejor de lo mejor, no sólo del circo -los Briatore, los Moreno, Popoff y Thedy, Miss Mara, Pinito del Oro o Charlie Rivel- sino también del flamenco -Valderrama o Farina- y donde interpretó el compositor Franz Listz, según comentario erudito del alcalde madrileño.
La placa explica que allí estuvo «el internacionalmente famoso Circo Price, gran coliseo donde se representaron circo, ópera, zarzuela, ballet, variedades y veladas deportivas».
Hace más de un año que la Asociación de Amigos del Circo pedía este recuerdo. Su presidente, José Palacio, quiere que el Circo Estable que ahora se construye en Madrid «lleve el nombre de Price».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete