El taxista condenado por violar a una cliente ebria: «Tranquila, llevo protección»
Según la sentencia, el agresor ignoró los gritos de la joven tras despertarse en pleno ataque

Los actos sucedieron en la madrugada del 21 de mayo de 2016 cuando un taxista de 60 años (J.R.), violó a una joven cliente aprovechando que esta se encontraba dormida y ebria en el asiento trasero del taxi . El acusado se encuentra en prisión provisional por esta causa desde el 3 de junio del año pasado.
La violación se produjo después de que el taxista recogiese en el centro de la capital a dos amigas que volvían a sus domicilios después de pasar la noche de fiesta. Tras dejar a la primera de ellas en su destino en Pozuelo de Alarcón , la compañera de la víctima acordó con el taxista que llevase a su acompañante hasta su dirección y abandonó el vehículo.
Cuando el acusado se encontró a solas con la joven, «paró el taxi en un lugar propicio cercano al domicilio de la amiga y accedió a la parte trasera del vehículo», donde violó a la joven.
La resolución indica que, cuando J.R. comenzó la violación, la víctima se despertó, le pidió que parase y comenzó a gritar: « No, no, tengo que irme, tengo familia ». El taxista ignoró sus gritos y continuó con la violación mientras le ofrecía explicaciones en las que le aseguraba estar usando protección .
Finalizada la agresión, el acusado intentó evitar que la joven saliera del vehículo e insistió en llevarla a su casa pero logró huir «aterrorizada» y llamó al servicio de Emergencias 112, siendo localizada pocos minutos después.
Tras esto, la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al taxista a siete años de prisión como autor de un delito de abusos sexuales. La sentencia le prohibe comunicarse con la víctima y le impide acercarse a ella en los próximos diez años a una distancia inferior a un kilómetro. También le impone libertad vigilada durante otros siete años , una vez que cumpla la pena de cárcel y, tal y como adelantó ayer la SER, le obliga a indemnizar a la víctima en 55.000 euros por los daños morales.
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