Sexo, «lexatín» y tarjetas visa
Detenidos nueve empleados de un local de los bajos de Azca que drogaban a los clientes para robarles
Cuatro de la madrugada del 10 de febrero. Dos menores de edad pasan por los bajos de Azca. Un relaciones públicas les engatusa para que entren en su local, un prostíbulo, el Sensaciones, con un «flyer» de descuento en copas. Al poco tiempo, los jóvenes apuran su primera bebida y retozan con dos prostitutas. Diez minutos después, un «machaca» aporrea la puerta: «Si queréis más tiempo, pagad otra vez». Los chavales se quieren ir, pero entre el portero, también magrebí, y el relaciones públicas, los meten en el club a la fuerza, de nuevo.
Casi al mismo tiempo, entra la Policía Nacional de la comisaría de Tetuán. Uno de los menores ya presentaba síntomas de somnolencia. Iba a ser una víctima más del «clan del Sensaciones», una suerte de secta criminal en la que todos (propietario, prostitutas, camareras, portero y relaciones públicas) jugaban un papel distinto, pero con el mismo objetivo: drogar a sus clientes hasta dormirlos, para arrebatarles sus tarjetas de crédito y facturar cantidades altísimas (hasta 3.000 euros en uno de los cinco casos denunciados) con el datáfono del local y a beneficio de la empresa titular del negocio.
Así, el cabecilla, Pedro Fraile, español de 55 años con dos antecedentes por hechos similares, presuntamente se ha embolsado entre noviembre y enero pasados 8.000 euros. Que se sepa, claro, porque parece que no todas las víctimas, clientes del prostíbulo, se han atrevido a denunciar. Una (tan) mala noche no la tiene cualquiera. Las altas dosis de Lexatin que disolvían en sus copas les hacían perder la voluntad, hasta el punto de revelar sus PIN bancarios.
Hay nueve detenidos por hurto y estafa. Además, las dos prostitutas mencionadas y los porteros están acusados de corrupción de menores.
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