Prehistoria del Real Madrid a través de sus campos
A punto de cumplir 120 años, recorremos los primeros y ya desaparecidos escenario del club en Retiro, Ciudad Lineal, distrito de Salamanca o Moncloa
![El primer equipo del Real Madrid en el campo de fútbol de O’Donnell, en 1902](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2022/02/20/real-madrid-ciudad-lineal-kP8--1248x698@abc.jpg)
Murió Paco Gento el año de los 120 años del Real Madrid (sic). Una triste coincidencia, como cualquier otra, para poner a la institución al frente del espejo del pasado y cómo la ciudad, en este centenario y dos décadas, ha ido cambiando. Del solarón ... al estadio, de las calzas largas al pantalón corto de Juanito: del viejo Chamartín al nuevo Bernabéu que vertebra la urbe futurista. En el Club más laureado de la Historia, en una empresa (en el sentido más amplio del término) que trasciende al propio deporte, hay que hacer un recorrido por una capital que ya no existe y un deporte, aquel ‘football’, que propiciaba higiene mental y fortaleza a sus practicantes.
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Cierto es que el balompié no llegó a Madrid por el Manzanares –carece de puerto que sepamos–, mientras que en la España costera se iba asimilando el fútbol por los estibadores de Huelva y por las reglas que traían los marinos británicos, exportadores de la cosa. Y aun así el fútbol llegó pronto a la capital, muriendo el XIX, con la pérdida de las colonias (les dolía España y suponemos que también las espinillas) y con unos chavales de la alta burguesía, miembros de la Institución Libre de Enseñanza, que practicaban este deporte en los descampados de la ciudad de entonces. Lo mismo una pachanga en algún llano por Moncloa, que en el Solar de la Estrada (Altos de Velázquez). En suma, cualquier sitio más o menos plano dónde darle a este deporte, entonces anárquico y con árbitros de parte.
![El primer campo de Chamartín, en 1925](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2022/02/20/real-madrid-chamartin-kP8--510x349@abc.jpg)
Madrid Football Club
Cuenta a ABC Ángel del Riego Anta, coautor junto a su hermana Marta de ‘La Biblia Blanca: Historia Sagrada del Real Madrid’, que la cuestión era hacer deporte en «todo aquello que se pareciera a un campo de fútbol», así en la Pradera de San Isidro como en Puerta de Hierro. Y mucho Madrid, en aquel entonces, era campo.
![Prehistoria del Real Madrid a través de sus campos](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2022/02/20/estadios-kVf-U502287984411WG-510x920@abc.jpg)
El Madrid tuvo sus antecesores, sus disensiones y sus fidelidades, pero ahí está el Sky y hasta el Madrid Football Club, que daría su primer pelotazo más o menos serio en el Campo de la Rana o Campo del Camino del Tiro al Pichón, en pleno Retiro . Son lugares donde las mujeres con los últimos miriñaques miran a estos raros atletas. Y va calando el fútbol en una de sus, hoy, capitales mundiales. Pero el aniversario que celebramos es 1902, un 6 de marzo, si bien la prensa de la época recoge publicados los estatutos unos días antes. Igual que antes el precedente directo del Madrid, el Sky se había constituido como pudo bajo la presidencia de Julián Palacios; el último hito antes de que el Madrid abandonara la prehistoria y entrara en la historia y en las hemerotecas. Y aquí sí que son fundamentales dos hermanos, Juan y Carlos Padrós, «dos próceres catalanes afincados en la capital», como bien rememoró Antonio Escohotado en el que sería a la sazón su último libro: ‘La forja de la gloria’. En ellos latía la vocación institucional del Madrid.
![Partido del Madrid en el Hipódromo, en 1907](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2022/02/20/real-madrid-hipodromo-kP8--510x349@abc.jpg)
De la amistad de los hermanos con el joven Alfonso XIII , ya mayor de edad, surgiría la primera competición nacional en el antiguo Hipódromo y la primera Copa del Rey que entonces era innominada como Copa Coronación. Y no sólo eso, sino en el pandemónium que era y es España, el binomio hiperactivo de los hermanos Padrós impulsó una Federación Española que mandar a París para la creación de lo que hoy conocemos FIFA. Hoy en la Sacramental de San Justo hay que hacer casi arqueología para encontrar la tumba de Carlos Padrós, tal y como sostienen los hermanos Del Riego en su particular Biblia. Patio de Santa Gertrudis, tumba 423.
Pura lejanía
En 1912, sigamos con la Historia, acaba en parte el nomadismo y se inaugura e l estadio de O’Donnell , aunque pronto queda pequeño y hay que recurrir al Velódromo de Ciudad Lineal, la pura lejanía pero donde el Madrid juega por primera vez en césped. Y así hasta que en el 24 se fijen aproximadamente las latitudes actuales más o menos del Real Madrid: Chamartín de la Rosa, entonces pueblo independiente. Pero antes, como recuerda a ABC el escritor Alberto Cosín, hay un rosario de campos que Cosín se ha molestado en identificar sobre el plano de la capital. El solar de Estrada, «que tomaba el nombre de un marmolista» de la zona donde actualmente está la Fundación March. O la explanada de Goya –«antiguo escombrero en el que se cavó una zanja» para evitar que los carros arrojarán desperdicios–, con una grada para las autoridades de la época que después sería trasladada a Chamartín. O el Hipódromo (Nuevos Ministerios)...
Hay un Madrid del Madrid que sería bueno recordar en las guías, pero en lo que nos interesa hay que recordar que la concesión de Real en 1920, que en la Guerra Civil se produce una diáspora, que el bohemio Pedro Luis de Gálvez ‘salva’ de la Modelo a Ricardo Zamora y que éste, contaba Gómez de la Serna, le dedicó una fotografía con el texto «A Pedro Luis de Gálvez, el único hombre que me ha besado en la cárcel». Porque Zamora fue el primer mito, cronista de sus gestas en el YA, como advierte el poeta Carlos Aganzo. Teclado y zamorana que advierten del nivel intelectual de aquella pléyade.
![Equipo de 1911, posando en la calle Jorge Juan](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/02/20/real-madrid-jorge-juan-kP8--510x349@abc.jpg)
Rumbo a la leyenda
Y el hito adviene en 1943, con España tratando de salir adelante y cuando Santiago Bernabéu «llega de rebote», sostienen los Anta, a la presidencia del Real Madrid. El de Almansa se había fogueado en el equipo durante dieciséis temporadas, pero fue su «ojo» el que lo llevó a la inmortalidad. Y con él el club a la leyenda, a la tecnificación progresiva del hormigón y el músculo y, como no, la venida de Di Stefano, del que este periódico advirtió de sus «increíbles dotes de ubicuidad». Luego no acabarían tan bien como una historia de éxito puede hacer presuponer.
Pero ese Madrid que pasa por Juanito, para por la pensión de plaza de Matute para las promesas no madrileñas del Castilla, y llega a las noches europeas, las 13 ‘orejonas’, ya se conoce. Hemos intentado dibujar la ciudad que acogía, y que ya no existe, a aquel Madrid de la Prehistoria. Una forma novedosa de pasear la capital. Jesús Bengoechea, historiador del Madrid, es claro respecto a esta prehistoria sobre la que hemos intentado arrojar luz: «El Madrid de las cinco copas eclipsa todo lo anterior». Porque el mito tiene un pasado que abarca a toda la ciudad y a todo el país. Un viaje desconocido al corazón de muchos.
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