El PP de Madrid no quiere repetir la guerra fratricida de octubre de 2004
Los veteranos aún recuerdan el choque a cara de perro de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón por la presidencia popular
El PP madrileño ha sido históricamente una de las organizaciones territoriales más fuertes de los populares, tanto en proyección como en influencia y en número de afiliados. Pero tal vez por ello, también ha vivido momentos de tensión . La coexistencia en un mismo ... territorio de dos instituciones tan fuertes como el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad de Madrid han obligado a los máximos responsables del partido a buscar siempre equilibrios muy delicados. En ocasiones, con éxito, como en la primera incursión de Pío García Escudero como presidente regional.
Esta fue la opción elegida por José María Aznar , entonces presidente del PP, para atemperar los ánimos y equilibrar egos: una tercera vía que logró que el partido funcionara en Madrid con eficacia y sin choques.
Pero esto cambió en 2004, cuando se vivió una auténtica guerra fratricida en el seno de la formación; tan descarnada que aún hoy se recuerda en Génova y cuya repetición se intenta evitar por todos los medios.
«Chantajes» y «campaña»
En realidad, comenzó un poco antes: en 2003, cuando Esperanza Aguirre ganó las elecciones autonómicas –en su repetición en octubre, tras el vergonzoso episodio del ‘tamayazo’–. En el círculo aguirrista se comenzó a defender la idea de que ella debería presidir el partido, igual que ocurría en el resto de comunidades, donde el presidente autonómico era también cabeza del partido.
Pero su ego chocó con otro: el del alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón. S u mano derecha y hombre de confianza, Manuel Cobo, presentó una candidatura alternativa a la de Aguirre para presidir el partido, en octubre de 2004. La campaña estuvo trufada de acusaciones y críticas entre ambas partes, en las que se habló de «chantajes» y de «campañas de desprestigio contra García Escudero».
El remate llegó el 13 de octubre, en una Junta Directiva Regional muy tensa en la que la bronca se adueñó de la situación. Yque Aguirre ganó por goleada: de 76 intervenciones, sólo 8 apoyaron a Cobo o Ruiz-Gallardón; el resto fueron una retahíla de críticas que machacaron al alcalde y su equipo. El clima se crispó tanto, que una atribulada Ana Botella exclamó: «No reconozco a mi partido» .
Al día siguiente, Manuel Cobo retiraba su candidatura. «No hemos sido derrotados, pero hemos sido vencidos», dijo. Esperanza Aguirre se convirtió en presidenta del PP y poder absoluto entre los populares en la región.
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