Pelea pactada, al estilo ruso, entre el Frente Atlético y Ultras Sur
Los radicales quedaron en una zona apartada, diez contra diez y sin opción de llevar armas
![Radicales de Ultras Sur y Frente Atlético, el domingo, durante la pelea](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2021/03/16/pelea2345-kzuG--1248x698@abc.jpg)
Diez contra diez, aparentemente sin reglas. A un lado, de rojo, el Frente Atlético; al otro, de blanco, Ultras Sur. Pese a que el derbi se jugó hace justo una semana, poco importa a los ultras de los dos equipos capitalinos. El partido, para ellos, ... se disputa todos los días del año. El odio es mutuo y la pandemia nunca ha sido un escollo insalvable. El domingo pasado, en una zona de campo lejos de la Policía y ajena a miradas indiscretas, los radicales quedaron para pegarse. Y lo hicieron después de pactar el enfrentamiento, muy al estilo de las ‘drakas’ rusas. El combate duró solo unos minutos. ¿La única condición? Acudir a la cita sin armas. Nada de palos, cuchillos o cualquier tipo de objeto contundente. A cambio, protectores bucales, cascos de goma y guantes propios de las artes marciales mixtas. La ‘victoria’ cayó del lado madridista.
El choque, bajo estas circunstancias, es el primero que se registra dentro de la región madrileña. Pero no por falta de intentos. El cierre de los estadios ha agudizado una fórmula que busca avivar las trifulcas entre ultras sin riesgo a ser interceptados. Ya en diciembre, coincidiendo con el partido de la primera vuelta disputado en Valdebebas, este diario informaba del ofrecimiento de un miembro del Frente Atlético a otro de Ultras Sur para acordar una pelea. Aquella propuesta, enviada de madrugada a través de mensajería instantánea, no llegó a buen puerto. Los radicales del Real Madrid alegaron la supuesta dificultad para sortear el toque de queda impuesto por el coronavirus. Los rojiblancos, en cambio, tenían claro que la negativa iba ligada a la falta de capacidad de sus rivales para reunir el mínimo necesario de individuos.
Al día siguiente, mientras el balón rodaba en el estadio Alfredo Di Stéfano, una veintena de Ultras Sur irrumpió por sorpresa en el bar La Exagerá (ubicado en el Barrio del Pilar), donde estaban reunidos varios integrantes del Frente Atlético. Vestidos de negro y totalmente encapuchados, atacaron el establecimiento con piedras y botellas. «Mira, mira, mira, todos los cristales rotos, todo esto lo estaban tirando, se han cargado La Exagerá», relataba un testigo, superada la embestida.
Evitar a la Policía
La presión policial y el avance de las tecnologías ha hecho mutar el tradicional juego del ratón y el gato entre ultras. En los últimos años, la facilidad para conocer la posición del enemigo ha derivado en una guerra de guerrillas, con ‘invitaciones’ cruzadas más allá de los partidos. Lejos quedan los sonados esquinazos a la Policía a mediados de los años 2000, cuando Ultras Sur cambió la Plaza Mayor (el lugar acordado para bajar al Vicente Calderón escoltados) por Príncipe Pío, entre otros plantones; y el Frente Atlético hizo lo propio, cambiando sin previo aviso la plaza de Castilla por la avenida de Pío XII.
Desde entonces, la metamorfosis del mundo ultra ha derivado en un particular club de la lucha que tiene su origen en el país ruso. En 2013, un día antes de la final de Copa del Rey que el Atlético de Madrid ganaría al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, los radicales se citaron en un descampado próximo al campus de Cantoblanco. El encuentro, sin embargo, no llegó a producirse debido a que el bando rojiblanco dio media vuelta al advertir en las inmediaciones la presencia de un coche policial.
En los años posteriores, han sido varios los encontronazos, aunque nunca pactados de antemano. Hasta ahora. El domingo, dos decenas de jóvenes (la mayoría no pasaba de los 25 años) llegaban a las manos bajo la ‘supervisión’ de otros individuos. Un peligroso fenómeno que dificulta el trabajo de los investigadores, concentrado principalmente en los aledaños de los estadios y otra clase de eventos relacionados con los grupos. La violencia, en el mundo del fútbol, siempre encuentra una salida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete