Así organizaba sus golpes la mayor banda de ladrones al descuido
La Policía detiene a un clan familiar colombiano que hurtó al menos medio millón en joyerías y bancos

La operación Palace , comandada por el Grupo de Atracos de la UDEV Central, ha dado al traste con la mayor organización criminal dedicada a una de las nuevas modalidades (perfeccionada) de robos en bancos y joyerías. Se trata de un clan colombiano asentado ... en San Blas y en Seseña (Toledo), con alrededor de medio centenar de reseñas policiales por delitos contra el patrimonio, la mayoría por robos con fuerza y hurtos. El grupo lo conforman entre ocho y nueve personas, de las que cuatro han sido arrestadas tras casi once meses de investigación. Dos son hermanos y tienen lazos de parentesto con los otros encartados. Entre ellos está el cabecilla, como el resto, de origen colombiano. Los expertos calculan que hay unas 50 personas, de distintas células (que se suelen conocer entre sí, pero que van cada una por libre), operando así en España.En el caso que nos ocupa, es gente muy experta, multirreincidente, asentada en nuestro país desde hace años y con una enorme capacidad de movilidad por el territorio nacional; aunque, debido a las restricciones de la pandemia, en el último año se habían circunscrito a la Comunidad de Madrid. Han obtenido más de 238.000 euros en efectivo y otros 145.000 en joyas sustraídas . Aunque les constan hechos anteriores incluso fuera de nuestras fronteras, como Alemania e Israel. Tan escurridizos son, que alguno de los investigados suma 20 identidades falsas distintas.
El secreto del éxito de esta operación ha sido la constancia, el trabajo continuado de comparación de denuncias en distintas comisarías, vigilancias, visionado de cámaras (el hecho de que lleven mascarillas por el Covid está dificultando mucho la identificación de delincuentes) y seguimientos.
El modus operandi , siempre muy similar, es otro de los elementos que ha conseguido juntar todas las piezas del puzle: lejos de ser una banda de carteristas aficionados, estos delincuentes, de 35 años de media, planificaban estos ‘palos’ sin violencia para asegurarse el éxito pero también ganancias suculentas; incluso haciendo seguimientos a los furgones que traían el dinero o a personas que sabían que iban a realizar un ingreso muy importante: en el caso de los bancos, los botines iban de los 6.000 a los 61.000 euros; y en el de las joyas, de los 10.000 a los 60.000, aunque a punto estuvieron de hacerse con 200.000 o 300.000 euros en piedras preciosas que llevaba un representante en su maletero, en Getafe, cuando intentaron abrirlo, sin éxito.
Además de las vigilancias previas, cuidaban mucho el momento del golpe. Eran hombres y mujeres de aspecto bastante atractivo y acudían a las sucursales bien vestidos, incluso trajeados, para no levantar sospechas. Los de dentro y los de fuera estaban en contacto por móviles y se hacían señas previamente pactadas . Uno de ellos procuraba despistar al empleado, bien pidiendo cambio de billetes en cantidades más pequeñas o alegando un problema con el cajero automático. Solo en alguna ocasión utilizaron el método de la siembra, consistente en tirar algo al suelo (en este caso, un yogur). En ese momento, uno de ellos aprovechaba para pasar a la zona de la caja y tomar el efectivo que allí había .
Se han constatado once casos, aunque seguro que hay muchos más, por lo que la operación continúa abierta: el 9 de marzo de 2020 robaron a un cliente de un banco de Alcorcón 61.000 euros;el 25 de mayo actuaron en otra sucursal de Tetuán ; el 2 de junio, en otra de Puente de Vallecas ; el de 10 de junio, en una joyería de Alcalá de Henares (donde uno de los encartados fue arrestado);el 21 de agosto, en otro banco de Getafe;el 17 y el 24 de septiembre, en dos de Fuencarral-El Pardo ; el 26 de octubre fue la intentona al representante de Getafe , a cuyo coche le habían puesto un ‘rabo’ o baliza; el 2 de diciembre le tocó a un banco de Arganzuela ; el 22 de diciembre, a una joyería del distrito de Salamanca (12.000 euros de botín), y el 19 de enero, a otra de Centro . Finalmente, fueron arrestados el 4 de febrero. El juez los ha dejado en libertad cono cargos y se sospecha que ya están ‘trabajando’ de nuevo.
En los dos practicados se intervinieron numerosa documentación falsa, 545 euros en efectivo y tres recibos de envío de dinero, de 500 euros cada uno.
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