Madrid impone el primer cierre selectivo, aunque descarta que se generalice
La Comunidad ordenó ayer la suspensión de la actividad hostelera, de ocio y los mercadillos en Tielmes ante el riesgo de contagio comunitario
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La situación epidemiológica de Tielmes (2.604 habitantes según los últimos datos disponibles del INE) ha llevado a la Comunidad de Madrid a tomar medidas extraordinarias para evitar la propagación del coronavirus (Covid-19). Una decisión que está enmarcada en la recomendación ... de mantener el «confinamiento voluntario» que vienen solicitando las autoridades sanitarias madrileñas desde el empeoramiento de la situación epidemiológica en varios municipios y distritos de la capital, especialmente en la zona sur . Así las cosas, la Dirección General de Salud Pública ordenó con fecha del pasado sábado -tal y como se hizo público ayer en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid- la suspensión cautelar de la hostelería, el ocio y los mercados al aire libre en esta localidad al este de la región.
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Una fórmula que, sumada a la recomendación de no entrar ni salir del municipio salvo causa justificada, abre la posibilidad de cierres selectivos de zonas de la Comunidad con una alta tasa de incidencia de la enfermedad. Sin embargo, desde la Consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruiz Escudero , aseguraron a ABC que se trata de una medida «excepcional y puntual» que, «a día de hoy», no se prevé extender a otras zonas en las que sin embargo la tasa de incidencia del virus es muy elevada.
Transmisión comunitaria
Para Salud Pública existen «datos indicativos» de que puede estar produciéndose «transmisión comunitaria». Por ello, destacan en la orden, es «necesario advertir y recomendar a la población y restringir el movimiento y la actividad social para disminuir la transmisibilidad de la enfermedad». El Ayuntamiento de Tielmes colgó en sus calles, 24 horas antes, un bando municipal informando de las medidas extraordinarias después de que su corporación hubiera realizado días atrás algunas otras actuaciones. Entre ellas, el pasado día 15 decidió cerrar la piscina municipal y las dependencias del Consistorio hasta nueva orden, así como los parques y jardines, también incluidos en la orden de Sanidad.
A juicio de su alcalde, Miguel Ángel Barbero (PP) , su localidad no puede hablar de «casos aislados». El pasado jueves ya se contabilizaron 24 positivos y se está a la espera de conocer el resultado de unos 70 diagnósticos más. Los últimos datos disponibles -del pasado martes- revelaban una tasa de incidencia de 339,62 casos confirmados por cada 100.000 habitantes que habría aumentado considerablemente a tenor de la subida exponencial de contagios. La orden regional señala también la suspensión cautelar de funcionamiento del centro de día integrado en el complejo residencial «La Solana» de la localidad.
Miedo en otras localidades
El miedo a que la movilidad, sobre todo de la población joven asintomática -en el punto de mira de Sanidad a través de sus test masivos de PCR-, propague el virus ha llegado ya a los municipios aledaños. Paradigmáticamente, Carabaña ha tomado medidas similares cerrando el polideportivo, el gimnasio, los parques y la Casa Consistorial sin tener que lamentar ningún caso positivo desde hace meses. Lo cierto es que las recomendaciones de Sanidad no limitan la libertad de movimiento, lo que genera cierta incertidumbre en las localidades aledañas ante una posible llegada de sus convecinos buscando los bares y restaurantes a los que ya no pueden acudir en Tielmes.
Brea de Tajo, Valdacerete, Orusco , en sus cercanías, no tienen tampoco ningún caso registrado en las últimas semanas. De no cumplirse esas recomendaciones de confinamiento la zona podría verse seriamente comprometida. Como viene informando Sanidad, al Ejecutivo regional le consta que hay casos puntuales en los que no se está respetando, ni siquiera, el aislamiento obligatorio de asintomáticos ni la cuarentena de sus contactos. Aunque la orden explicita la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Policía Local para «el control y aplicación de las medidas adoptadas», lo cierto es que el éxito de las recomendaciones, por su carácter voluntario, depende de la responsabilidad individual.
Ante esta situación, el Gobierno regional estudia «hacer autos» para que un juez determine el «seguimiento por autoridad policial» de estas personas que ponen en riesgo la salud de los demás . Un hecho que trae de cabeza a la Comunidad de Madrid a cuenta del aumento de casos que han experimentado municipios como Alcobendas, Móstoles, Fuenlabrada y Parla. Estos dos últimas localidades se sumarán -el próximo jueves y viernes, respectivamente- al estudio masivo de pruebas PCR aleatorias que inició la Comunidad hace justo una semana y que, desde hoy, repetirá en los distritos de la capital más afectados. Hoy en Carabanchel, mañana en Usera, el miércoles en Villaverde y el sábado en Puente de Vallecas.
Después de que la Justicia no respaldara la batería de medidas extraordinarias que intentó poner en marcha el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso -entre ellas la prohibición de fumar sin distancia de seguridad y el cierre del ocio nocturno -, Sanidad ve muy limitada su capacidad de actuar en la expansión del Covid-19 . Las medidas implantadas en Tielmes «no afectan a derechos fundamentales», defienden desde la consejería de Sanidad. «No necesitaríamos una ratificación judicial», aseguran, al mismo tiempo que subrayan que son «proporcionadas» y «limitadas en el tiempo», como exige la legislación.
La escalada de brotes -los últimos cinco comunicados anteayer con 74 positivos y 217 contactos bajo vigilancia- pone en el punto de mira al «factor social» como fuente de contagio . Comportamientos poco responsables, a ojos de las autoridades sanitarias, como comidas familiares que superan el umbral de diez personas que fija como razonable Sanidad. Los botellones y los encuentros en la vía pública, junto con la actividad del ocio nocturno y los prostíbulos , también están también en el ojo del huracán.
Madrid sigue estudiando la petición de la ministra de Igualdad, Irene Montero, de cerrar los locales de alterne como ya han hecho otras autonomías . Para el Ejecutivo madrileño el tema entraña cierta «dificultad» ya que, tal y como argumentó el pasado viernes el consejero Ruiz Escudero, se trata de «una actividad no regulada».
En este escenario, la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública pidió ayer a la Comunidad de Madrid evaluar la posibilidad de volver a la fase 2 y realizar «confinamientos selectivos» en zonas de «especial incidencia». Al mismo tiempo, tildó su actuación de «irresponsable e incompetente» por considerar que la gestión sanitaria no ha sido la acertada y que aún «no se ha producido una rectificación y la situación sigue empeorando a pasos cada vez más acelerados».
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