Los ladrones hacen caja con Filomena ante el colapso de las calles
La reducida movilidad dificulta a la Policía dar caza a pequeños delincuentes de barrio

Los estragos de la borrasca Filomena , con ingentes cantidades de hielo aún por retirarse de las calles, han reducido la movilidad en Madrid y en el resto de municipios de la región hasta límites insospechados. Calles secundarias todavía sin circulación y otras, de ... doble sentido, donde solo hay habilitado un carril para el paso de los vehículos, han puesto en jaque la labor de los servicios de emergencias a la hora de hacer frente a los numerosos avisos que se vienen registrando. Con estos mimbres, no es de extrañar que los pequeños delincuentes de barrio estén aprovechando la tesitura para hacer de las suyas sin ser sorprendidos por los agentes.
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Prueba de ello son los robos que se están produciendo por las noches en diversos bares del barrio de Entrevías (en el distrito de Puente de Vallecas). Pero eso no es todo. Otra de las controversias surgidas está relacionada con un fenómeno en creciente explotación desde que se implantara el toque de queda: los robos con fuerza en vehículos estacionados dentro de garajes. La última oleada se ha producido en varias urbanizaciones de Fresnos, en Torrejón de Ardoz. Al menos, tres aparcamientos subterráneos se han visto afectados en la noche de ayer, con la sustracción de las ruedas y volantes de cerca de una decena de vehículos.
Carteristas sorprendidos
También en San Cristóbal de los Ángeles los maleantes han tratado de sacar provecho de la tesitura, en este caso con robos al descuido a personas que tenían dificultades para caminar por el resbaladizo pavimento. A primera hora del pasado viernes, varios vecinos consiguieron retener a un carterista hasta la llegada de los agentes de la Policía Nacional. Caso similar al vivido en la misma zona por otra afectada, quien, gracias a la acción de un ciudadano que logró bloquear al ladrón, pudo recuperar su monedero.
Pese a la aparente sensación de impunidad que creen tener estos malhechores, no todos los golpes han llegado a buen puerto. Un ejemplo son los dos jóvenes detenidos «in fraganti» el jueves mientras robaban en un chalé del barrio de Mirasierra (Fuencarral-El Pardo). Los hechos tuvieron lugar minutos antes de las 18 horas cuando los asaltantes, que habían esperado a que el dueño de la casa se fuera a trabajar, entraron en la misma sorteando unos barrotes. Sin embargo, la alarma de seguridad detectó su presencia, trasladándose el correspondiente aviso a la Policía.
A su llegada, los agentes del Cuerpo Municipal sorprendieron con las manos en la masa a los cacos, que optaron por atrincherarse dentro. Tras ello, los funcionarios desplazados, que contaron con el apoyo de la Policía Nacional, forzaron los barrotes y accedieron al inmueble, procediendo a la detención de dos de los rateros. El tercero, no obstante, logró escapar llevándose consigo un televisor. Los arrestados, dos hombres de 33 y 24 años de origen magrebí se habían hecho con diversos artículos robados, entre ellos una cartera de monedas antiguas y dos relojes. Contaban también con un martillo rompecristales.
Sea como fuere, lo cierto es que Filomena ha alterado el mundillo delincuencial, camaleónico como pocos ante este tipo de coyunturas extremas. A la espera de que las aguas bajen de nuevo a su cauce, no conviene bajar la guardia.
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