COLONOS
Jeosm: «Tengo más en común con alguien de Hospitalet que de Chamberí»
El fotógrafo y grafitero defiende a capa y espada su barrio de Villaverde, que con sus problemas, es su paraíso madrileño
Jeosm es José. J. Clemente , talaverano del 82, buena añada. Lejos de algunos 'colonos' más madrileñistas, en el fotógrafo y artista gráfico late más el grito barrial de su Villaverde. Quizá por eso nos cita en un túnel, donde fijó para la ... eternidad algunas pintadas de su primera época, un género que ha documentado y al que Pérez-Reverte puso prosa en el libro 'Guerreros urbanos'. Le interesan las personas, el entrecruce humano de Madrid, donde capta a la gente que le motiva a su oficio. Ha retratado a Vargas Llosa o a Zidane , por esa querencia por lo humano frente al paisaje. Dice, categórico, que la Estación de Atocha, con sus andenes y sus rostros de desolación o esperanza, es mucho más Madrid que la Puerta del Sol. Con desesperación, a pesar de los parques, ve las torres de su barrio. Donde hay más ventanas que terrazas. Con lo que eso significa.
Su Madrid no tiene épica (y que le «perdonen los literatos»), aunque sí «los madrileños» a los que admite que tienen su épica y su relato. La sinceridad de Jeosm es así. No ama a Madrid «especialmente», aunque en su magín de fotógrafo hay una instantánea: Preciados en Navidad y «estelas de peña paseando». En los siete libros que desde el momento ha dado a la prensa coincide en lo que acuñó Terencio : nada humano le es ajeno.
Su Madrid, en palabras.
Lo mío son las imágenes, por eso soy fotógrafo. No me suelo expresar bien con palabras pero diría que es hostil.
¿Hostil?
Porque es frenético, rápido, exigente, es una colmena. Mira este barrio en el que no hay balcones, apenas un mirador. Parecemos abejas. Hay cristales pero no hay balcón. Así no tienes que hablar con el vecino. Madrid tiene una parte muy bonita, muy social y muy sociable; también tiene muchas oportunidades, pero nadie te regala nada.
¿Cuándo llegó a esta ciudad?
Con 3 años. Por lo que no tenía ningún imaginario previo de Madrid. Vine por un trabajo de mi padre. No vine aquí con idea de prosperar. No fue una decisión mía. Ya me dirás cómo voy a proponerme prosperar con tres añitos.
¿Ha visto evolución?
Tiene cosas que han ido a mejor y otras a peor. Por ejemplo, las infraestructuras han ido a mejor, así como el transporte público, las obras de mejora para la circulación, los paseos, las calles… Se le está poniendo de cara al turista o al capitalismo y menos al de Madrid.
A qué le suena eso de la identidad madrileña
Sociable, abierta, exigente, un poco chula, por qué no. También un poco superviviente. Es un nadar en un mar de tiburones.
Cuando vuelve a Talavera, ¿qué echa de menos de Madrid?
Más que de Madrid echo de menos cosas de Villaverde. De hecho, más que madrileño me siento de Villaverde. Para mí Villaverde sería mi patria. Soy más de allí que de Madrid. Tengo más en común con un tío o una tía de Hospitalet que de Chamberí.
¿Se dice en Villaverde «subimos a Madrid»?
No, decimos «vamos al centro». Todavía es un barrio de Madrid.
¿Cómo desconectar de la capital?
Lo tengo muy muy fácil. Me voy a hacer grafitis por ahí. Cojo a mis perros y me doy una vuelta por el Manzanares. No necesito irme más lejos. Lo concibo como una patria. Aquí no siento estrés. Es mi refugio. Eso ocurre cuando me mandan a hacer un reportaje con el tráfico, la gente, la rapidez.
Regáleme una imagen madrileña
La Estación de Atocha. Es un sitio increíble de encuentros. Me da igual si de día o de noche, pero dentro, en los andenes. Ahí si es Madrid. Eso es más Madrid que la Puerta del Sol .
¿Hay algo que le haya aportado la ciudad?
Me ha dado todo. Me ha dado quien soy, me ha dado oportunidades, la agenda de amigos. Me ha dado todo, también a nivel profesional. Mi trabajo no lo podría haber desarrollado de la misma manera que si hubiera estado en Talavera.
¿Es fotogénica?
Sí, pero a mí no me llama, porque me interesan las personas, no los paisajes. Me siento turista por algunos lugares de Madrid.
¿Dónde se siente cómodo en el centro?
La zona de Sol, calle Fuencarral, Tribunal, Malasaña...
¿Qué no le pueden quitar de Madrid?
Que es un sitio en el que tarde o temprano todas las personas que te interesan acaban viniendo.
¿Qué garitos son los más suyos?
Ya no quedan mis garitos, han cambiado de nombre, de estilo… En la calle Carretas estuve mucho tiempo cuando tenía un estudio allí.
¿Madrid tiene épica?
No. Tienen épica los madrileños. Que me perdonen los literatos.
¿Quita vida está ciudad?
No lo sé. Es verdad que, más que años de vida, diría que uno se quema a nivel emocional. Por eso Villaverde es mi refugio. Pero me encantaría tener una casa de un pueblo o en la playa, como mucha gente. Pero no hace falta. Ya digo, salgo con mis perros, hago alguna pintada por ahí, veo a los amigos…
¿Si tuviera que hacer un grafiti en Nueva York y tuviera que reflejar algo de aquí, qué pintaría?
Pintaría mi nombre. Yo pinto mi nombre, no mi ciudad.
¿Se puede amar Madrid? ¿Usted lo hace?
No, no especialmente. No por no nada. Amo a las personas. No soy nada mitómano con las ciudades o los objetos. He tenido muchas cámaras, las he cambiado o vendido o se me han roto. Al igual que con otros objetos. No me condiciona la ciudad. Madrid es un espacio de oportunidades para desarrollar mi trabajo.
¿Se ve viviendo en Madrid hasta el Día del Juicio?
No lo sé. Depende.
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