Chueca ‘tabernaria’ ante un Orgullo descafeinado
A días del inicio del acontecimiento LGTBI más importante, el barrio valora cómo llevar las carrozas a los bares con las distancias pandémicas: «El ánimo no está para macrofiestas»
Resol fresco sobre las banderas , la de España, que cuelga en vertical, y otras arcoiris y ‘errejoners’ que piden ‘Love’ descoloridas aunque no lleven ni un mes colgadas. Chueca, a junio del presente. Por la calle de Barbieri, a pocos días de los ... actos –que habrá– del Orgullo pandémico , una pareja en guayabera gesticula de la mano algo de guirnaldas que no se ven. Hay ambiente en Chueca, el que ponen las terrazas en la atardecida cuando, si no respirar, al menos se puede vivir. En La Coñería (tienda de pasteles) venden los dulces procaces que aprovecharon la campaña de la Comunidad para promocionarse. En la acera de enfrente hay ofertas de mojitos, y un señor con jersey pasea un perro nervioso.
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Hay varios hechos incuestionables. El ránking de Small Business Prices señala a Madrid como la segunda ciudad del mundo más favorable , más amigable, para la comunidad LGTBI , y desde la última vez que este cronista visitó la zona ha cambiado mucho el escenario; ni llueve, ni se está en precampaña. En aquel entonces ya avisaron que en Chueca iba a ganar el PP, y acertaron. También había más miedo al bicho y la alegría, contenida, no era la misma. Anótese que en el mismo estudio que citamos se dice que la primera ciudad es Luxemburgo, pero allí el arte y el sol brillan por su ausencia.
Lo que es esta tarde de junio en concreto, en la primera mesa con ganas de hablar, Paula se erige en portavoz de su mesa, de sus amigos, de todo un movimiento. Y va cortita y al pie respecto a la vicepresidencia segunda de Vox en la Asamblea regional y la disposición del nuevo Gobierno regional a revisar la redacción de las leyes de género (en ningún caso, su derogación, como pide Vox): «Me parece una broma macabra que haya gente del LGTBI que haya votado a Vox. Hay mucha gente que no sabe a quién vota ni mira el programa político ». Sus conmilitones la aplauden y la quieren «presidenta». Alrededor, hay camareros con ganas de vender, algún bostezo, aguas con gas y sin gas, y un matrimonio francés en pantalones cortos en mitad del tendido.
Botellas arcoíris
Chueca es también un mostrador con una botella arcoíris de las famosas destilerías segovianas. Y una cabina que anuncia un mindfullness con esos mismos colores: los del arcoíris. Allí, al solano, Henry reparte pulseritas de dos locales, que en Chueca la hostelería va de ‘holdings’. «Soy de Venezuela. Éste es un país antiguo y debe aprender a respetar que cada uno haga lo que quiera , pero lo que no se entiende es la inconsciencia (por Vox)». De cara al Orgullo descafeinado confiesa que él «no haría una fiesta hasta que no pase la pandemia , aunque los bares sí que están preparados». Preparados para la nueva normalidad del Orgullo.
«Aquí me siento seguro»
Más adelante, Drag Sorny , de plata y sol, barcelonés tuneado de los tacones a los mofletes, entra en política y habla sobre la victoria del PP en Chueca: «El voto no tendría que ver con la orientación política» . Y Drag Sorny, en un inesperado giro discursivo, sí que rompe una lanza por Madrid frente a la Barcelona de Colau: «Aquí sí me siento seguro. Comparada con mi ciudad, hay una diferencia abismal». Después del análisis sociopolítico, se deja posar con un broma para destensar el ambiente: «Sácame con fondo amarillo, que así brillo». Sus amigas Isabella y Mireia muestran una prudencia que contrasta con la edad, con el verano inminente: «Aunque queramos juerga, no está el ánimo para macrofiestas. Ni mucho menos. Ya nos hemos acostumbrado a las distancias, a los grupos reducidos y demás. Algo multitudinario puede ser peligroso».
El paseo no se detiene, y junto a la mítica tasca de El Comunista, otro drag, JotaCarajota , se limpia el rimmel/sudor con acento sureño y quiere quitarse del sol. Taconea hasta la sombra mientras por Augusto Figueroa pasan mensajeros, ‘riders’, VTC con escaso sentido de la orientación y gente así. «En Andalucía», incide JotaCarajota, «sí va a haber Orgullo en la calle, pero aquí no, por las aglomeraciones de la capital. Todo queda aquí en los bares , y hay que apoyarlos, claro que sí. Y apunta ahí, Vox es una puñetera basura». Y lo apuntamos por prurito periodístico.
Tras la ruta por la zona queda claro por qué Chueca es ‘tabernaria’. Y por qué en el Orgullo, que es libertad, entra también la libertad de los bares. Y ése será otro de los ‘leitmotivs’ que marcarán unas celebraciones más de culto interno. Como las últimas Pascuas.
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