El agresor del enfermero en el Metro intentó huir a la desesperada al saberse acorralado por la Policía
El atacante, de 19 años y origen colombiano, fue detenido cuando recogía algunos efectos personales de su domicilio. Para evitar ser capturado se había teñido el pelo y se había quitado los aros de las orejas

Acorralado, el presunto agresor del enfermero en un vagón de Metro, intentó ayer un movimiento a la desesperada para borrar su rastro. Acudió a su domicilio a recoger algunos efectos personales, sin saber que los ojos de la Policía Nacional controlaban el portal ... desde que fuera identificado apenas unas horas antes, según avanzó La Sexta.
Cuatro días después de producirse el ataque, en la estación de Alto del Arenal de la línea 1, la Brigada Móvil concluyó la investigación de manera satisfactoria. El atacante, de 19 años y origen colombiano, tiene antecedentes por delitos de receptación y contra el patrimonio. Para evitar ser descubierto, se había teñido el pelo y se había quitado los aros de las orejas. Las imágenes grabadas por otro viajero unido a la toma de declaración de las personas que lo acompañaban resultaron clave para dar con su paradero. Fue arrestado a las puertas de su vivienda, en el distrito de Villaverde.
Tras recibir el impacto, el enfermero acudió por su cuenta al Hospital 12 de Octubre, donde trabaja. Poco después recibió el alta. Algunas informaciones señalaban ayer que había sido operado el mismo lunes, a la espera de conocer si ha perdido parte o la totalidad de la visión en uno de sus ojos. Fuentes del Hospital explicaron a ABC que su estado de salud pertenece al ámbito privado y aseveraron que el propio afectado ha pedido que no se divulgue ningún dato relacionado con esta circunstancia.
Varios pasajeros presenciaron el altercado, que dejó al enfermero de rodillas en el vagón, cubriéndose el ojo herido, mientras el autor huía por el anden sin mascarilla. Dado lo certero del puñetazo, los investigadores creen que este usó un puño americano o algún objeto de pequeño tamaño y similar contundencia. En la secuencia, difundida en redes sociales, se observa al ahora detenido golpear a su víctima al grito de «Ojalá te mueras, gilipollas». Y todo por recriminarle que no llevara la mascarilla puesta.
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