En 2022 empiezan a demoler los añadidos y a hacer catas para convertir en museo la Casa-Palacio de los Vargas
Los trabajos incluyen acabar con los pegotes contemporáneos y hacer las catas en busca del suelo original del siglo XVI y en la prospección de los jardines históricos
Fue un Vargas, Francisco, quien mandó construir el Palacio de los Vargas en 1519, a la entrada de la Casa de Campo. Y fue otro Vargas, su nieto Fadrique, quien lo vendió a Felipe II cincuenta años después. En torno a este edificio ... y a sus jardines, el rey materializó el Real Sitio en el que cazaba, y en el que hizo diseñar unos entretenidos jardines renacentistas , al frente de los cuales puso nada menos que a Juan Bautista de Toledo. El conjunto es hace tiempo municipal, y el Ayuntamiento de la capital quiere ahora iniciar los trabajos para recuperarlo. Empezando en breve, al comienzo de 2022, con la demolición de los añadidos conteporáneos e iniciando las catas arqueológicas.
La finca de recreo real contaba con todos los elementos necesarios para el solaz del monarca y su corte:más allá de la casa, Felipe II se ocupó sobre todo del diseño de varios lagos para la pesca, los Reservados Chico –con las galerías de grutas o burlas – y Grande. Conectaba además la finca con la gran masa forestal del entorno, donde poder practicar la actividad cinegética.
Ahora, el área de Cultura, Turismo y Deporte, que dirige Andrea Levy, se ha puesto manos a la obra para recuperar aquella villa. La idea es convertirlo al final en un centro de interpretación sobre la Casa de Campo –tanto en sus valores medioambientales como en los históricos–, un museo vivo y disfrutable por los visitantes.
Protección y usos
Como toda la Casa de Campo, la Casa-Palacio de los Vargas y el Jardín de Felipe II forman parte del ámbito declarado Bién de Iterés Cultural, en la categoría de Sitio Histórico. En dicha declaración, se dejan bien claros los usos permitidos en el espacio para su correcta conservación. En el caso del Jardín de Felipe II, la Huerta de la Partida –muy cercana– y el Reservado Grande , sus usos son recreativo y cultural, ligados a la recuperación de las trazas históricas de los jardines y viveros.
También el palacete y las Grutas Renacentistas tendrán un uso característico cultural o museológico, ligado preferentemente a hechos o actividades relacionados con el Sitio Histórico.
Desde el área municipal de Cultura tienen previsto destinar la Casa-Palacio de los Vargas y el Jardín de Felipe II a un uso cultural, museológico y de jardín histórico. Hay en marcha una actuación global para la Casa-palacio de los Vargas que persigue la recuperación de sus trazas históricas como un espacio de excepcional valor histórico, y crear allí la sede de un centro de interpretación y un conjunto museístico, además de la recuperación integral de sus jardines históricos.
Se realizará una prospección arqueológica de la casa, en busca del suelo original del siglo XVI
Una vez finalizada la redacción del proyecto de la I fase de esta rehabilitación, se comenzará con la demolición de todos los añadidos contemporáneos de los años 60, 70 y 90. Además se procederá a la prospección arqueológica de la casa, en busca del suelo original del siglo XVI y la realización de catas también en los jardines históricos. Una vez adjudicado el Acuerdo Marco de Obras de Restauración, las obras de esta primera fase comenzarán a principios del año que viene.
Además, es intención del área destinar la casa-Palacio, una vez se finalice su rehabilitación, también a albergar un Centro de Documentación de los Paisajes Culturales Urbanos, «para que los ciudadanos conozcan los orígenes históricos de este sitio, uno de los primeros sitios reales y muy vinculado a la designación de Madrid como sede estable de la Corte y por ende como capital del Reino», señalan fuentes municipales.
El proyecto incluye la recuperación de los jardines del Reservado Chico, con sus fuentes y estatuas y las galerías de burlas. Y a largo plazo, se recuperará también el Reservado Grande.
Por fases
La idea es que el proyecto se vaya desarrollando por fases. La primera contempla los trabajos ya realizados: la investigación histórica, la redacción del Plan Director de la Casa-Palacio de los Vargas y Reservados, el proyecto básico y la solicitud de la subvención del 1,5 por ciento cultural al Ministerio de Transportes para este fin, algo que no se consiguió.
Ahora, con el nuevo año, comenzará la siguiente fase: la eliminación de los impactos negativos –los pegotes añadidos a lo largo del tiempo–, así como las actualizaciones arqueológicas en el interior de la Casa-Palacio.
Con posterioridad, se procederá a la rehabilitación integral del palacete y del Reservado Chico –lo que incluye las grutas, las estufas, la tapia, el jardín de cuadros y la casa del jardinero–. «La redacción de su proyecto está pendiente de los resultados arqueológicos que nos de la fase I», explican desde Cultura. Antes además de este paso , será necesario que los viveros municipales que ahora hay en esta zona, se trasladen al Reservado Grande .
También se incluirán aquí otros proyectos a llevar a cabo entre 2022 y 2023: restauración de las Grutas, de las infraestructuras hidráulicas y las fuentes, de la vegetación de los jardines ocupados por los viveros;de la rehabilitación de la casa del jardinero – ocupada ahora por vestuarios–; de la transformación de los edificios de oficinas de viveros en invernaderos del jardín–estufas–; y el derribo de los edificios contemporáneos inadecuados, ocupados por vestuarios de jardineros.
A más largo plazo, se estudiará acometer los trabajos de restauración del Reservado Grande, para lo cual Medio Ambiente deberá desocupar la Faisanera, donde ahora tiene talleres de maquinaria, lavado de coches y aparcamiento de vehículos para el mantenimiento de la Casa de Campo.
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