1885: muere Alfonso XII

Alfonso XII, «el Pacificador», uno de los monarcas más queridos por el pueblo español, moría el 25 de noviembre de 1885 en el Palacio Real de El Pardo a causa de una tuberculosis.
Hijo de Isabel II y Francisco de Asís, el monarca tuvo que hacer frente a una de las etapas más convulsas del siglo XIX, restaurando la credibilidad de los Borbones y restableciendo el orden en un país sumido en las cotinuas luchas internas que desató el Sexenio Revolucionario (1868-1874).
Se coronó en enero de 1875, tras el pronunciamiento del 29 de diciembre de 1874 del general Martínez-Campos en Sagunto.
Su espíritu conciliador le sirvió para poner fin a la inestabilidad en que el país se encontraba sumido cuando llegó al trono y, en 1876, se puso fin a la Tercera Guerra Carlista, se suprimieron los fueros Vascos y Navarros y cesaron, de forma transitoria, las hostilidades en Cuba con la Paz de Zanjón.
Todos estos logros hizo que se ganara el sobrenombre de «el Pacificador» y que fuera una persona muy apreciada por los ciudadanos. Tras su muerte, su viuda, María Cristina de Habsburgo y Lorena, asumió la regencia hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII, en 1902.
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