Lobato dimite tras ordenar Moncloa a los cargos medios que le abandonen

Esos whatsapps demuestran que La Moncloa participó en la estrategia de utilizar información confidencial del novio de Isabel Díaz Ayuso para atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Lobato se negó a utilizar ese documento y acudió al notario para dejar constancia de su negativa. Cuando ABC se lo advirtió la víspera de la publicación, lo confirmó por completo: «Es tal como lo cuentas».

A la espera de la declaración del dimitido líder del PSM este viernes ante el Tribunal Supremo y según ha podido saber ABC, tanto desde Moncloa como desde Ferraz han puesto en marcha esta semana una operación para obligar a los cargos medios de la federación madrileña a posicionarse contra su líder y conseguir así arrinconarle y que abandone. Su capacidad de presión es alta, pues hay un número considerable de dirigentes socialistas de Madrid que han sido colocados en Moncloa, en ministerios o en empresas públicas. Tal y como explican en el PSM, «nosotros somos distintos a otras federaciones, pues nuestros dirigentes viven aquí y no tienen que desplazarse desde su provincia ni pagarse una vivienda o cambiar a los niños del colegio». Es por eso que el PSOE de Madrid está muy controlado por el Gobierno de España cuando en La Moncloa reside un socialista, como es el caso.

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«La Moncloa y Ferraz son lo mismo y el aparato funciona», aseguran desde el PSM para explicar cómo se han movido para enviar ese mensaje a los socialistas madrileños: «Tienen una estructura que maneja todo el poder y han sacado los Panzer contra Juan. Controlan los cuadros del partido, la dirigencia depende del Gobierno. Cuando te dan a elegir entre papá y mamá, te vas con el que te da la paga».

Desde su federación se explica que «no tenía ninguna posibilidad de ganar unas primarias. Ya había ruido de fondo en el PSM, pero esto es una deslealtad no por el fondo, que cada uno tendrá su criterio ético, sino porque hacerle eso a una compañera y callarse se interpreta como una traición contra los tuyos, contra tu número tres». Al final, si hay algo que se castiga entre la militancia «es la traición». Sin embargo, también desde el partido de Lobato se asegura que en estos días ha recibido más de 1.000 mensajes de militantes y que estuvo hasta altas horas de este miércoles para leerlos todos.

Los tiempos no han favorecido a Lobato, que de momento mantiene el acta como diputado de la Asamblea de Madrid y también como senador. Pocas horas después de la exclusiva de ABC, el juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado le citó a declarar como testigo este viernes a las 10.00, precisamente el mismo día en que comienza el Congreso Federal del PSOE en Sevilla. Minutos antes de hacerse pública la carta de dimisión, el entorno de Lobato confirmó a este periódico que no acudirá al cónclave socialista: «Es imposible, se entendería como una provocación. El percal es muy gordo». Desde otras federaciones del partido comparten este criterio: «No puedes encabezar una delegación en estas circunstancias. Que no pueda ni andar con los suyos porque eres un apestado es lo más duro que te puede pasar en política».

Desde una federación crítica con Pedro Sánchez se lamenta cómo ha gestionado Lobato el caso, pero insisten en que «el problema lo tiene el Gobierno». «Si el viernes se confirma la información, que nadie se ha atrevido a desmentir, tiene más relevancia que el escándalo de Begoña Gómez. En el caso de la mujer de Sánchez hay que ver si hay tráfico de influencias, en qué volumen y si hay apropiación indebida (del software de la Universidad Complutense), pero que el gabinete del presidente del Gobierno se implique en una revelación de secretos para perjudicar a un adversario político es gordísimo».

Una vez resuelta la cuestión política en relación con el futuro de Lobato, el caso entra en una segunda derivada que se disputará en el Supremo este viernes. El ya exlíder de los socialistas de Madrid acudirá a prestar declaración como testigo y tiene obligación de decir verdad. No obstante, como explican los abogados consultados por ABC, se puede decir verdad de muchas maneras. Y de eso dependerá qué sucederá no sólo con el propio Lobato, sino también con Pilar Sánchez Acera, el hoy ministro Óscar López y -quién sabe- el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

No hay duda de que en La Moncloa se seguirá con mucha atención, aunque los antes citados se encontrarán en Sevilla participando en su 41 Congreso Federal. El cónclave estará marcado por los escándalos de corrupción que cercan al Gobierno y muy en particular por las exclusivas de ABC que han propiciado la dimisión del líder de la tercera federación socialista.