Lobato a ABC, este domingo: «Fue eso, lo que cuentas»

«Me acabo de sentar en la cafetería dentro», escribió a las 15.44. Ocuparon una mesa alta a la derecha de la entrada, en el espacio que hay antes de las escaleras que suben al salón del Círculo. Tras el saludo y una breve conversación de cortesía, Fernández-Miranda le dice: «Javi tiene que contarte algo».

«Sé la llamada y los mensajes de WhatsApp que te enviaron el 14 de marzo a primera hora de la mañana -arranca Javier Chicote-, lo que te pidieron que hicieras y no hiciste, y que has dejado constancia de todo ello. Esto te va a afectar…».

Lobato escucha atento y no puede ocultar un gesto de honda preocupación. Dice unas primeras palabras: «Van a pensar que os lo he pasado yo, como si fuera una operación mía, que la he diseñado yo».

Lobato sigue reconociendo los hechos sin poner una sola pega: «Yo lo llevé (a la notaría) cuando salió el tema del Supremo (la imputación de Álvaro García Ortiz), esto que esté aquí, por si algún día empiezan a salir mails y whatsapps».

Sí incidió en que él fue a la notaría «antes de que saliera lo de Óscar». Se refería a las recientes informaciones sobre la posibilidad de que Óscar López -actual ministro para la Transformación Digital y director de Gabinete de Pedro Sánchez en el momento de los hechos, el 14 de octubre- lo sustituya al frente de los socialistas madrileños.

«Para curarte en salud. El problema lo tienen ellos», intervino Juan Fernández-Miranda, y Lobato asintió. «Te va a estallar a ti, por eso te avisamos», añadió. En ese momento, Lobato pregunta por la información «exacta» que se va a sacar.

Chicote le cuenta el relato de los hechos, cómo la noche del 13 de marzo varios medios publicaron que era falso que la Fiscalía hubiera ofrecido un pacto a la pareja de Isabel Díaz Ayuso y que, en concreto, la cadena SER citó entrecomillados del correo electrónico con la confesión, pero sin mostrar en ningún caso el documento.

«Te contactan por la mañana a primera hora (desde Moncloa), te envían el documento para que lo saques y dices que no lo vas a sacar. Entonces te dicen que lo van a filtrar a 'El Plural' y a algún otro medio. El contenido se conocía, pero no el documento».

Lobato interviene: «Claro, quién me iba a haber dado a mí el documento…». «Lo manejaba Moncloa…», añade Javier Chicote, quien le hace una pregunta clave y directa: «Si algo de lo que estoy diciendo no es correcto, dímelo».

Juan Lobato responde: «Es que fue eso, vamos…», dice mientras asiente y confirma todos los extremos de la información. Los periodistas le preguntan si quiere hacer manifestaciones para publicarlas, si lo va a reconocer o lo va a negar: «No voy a decir 'Eso es mentira'», responde.

El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid también pregunta si van a contar que fue al notario a protocolizar los mensajes o sólo hablarían de su conversación con Pilar Sánchez Acera. Le informan de que van a publicar todos los hechos, tal como ocurrieron y les ha confirmado el propio protagonista, incluida su visita al notario. Lobato se muestra entonces aun más preocupado.

En ningún momento de la reunión, que se prolonga desde las 16.00 hasta casi las 16.30, el líder de los socialistas madrileños niega nada: lo confirma y se preocupa por las consecuencias políticas sobre su congreso regional, que será después del federal de este fin de semana en Sevilla. Explica que ante la militancia le van a pintar como un traidor y le van a colocar un candidato alternativo.

Acto seguido, se le ofrece que haga llegar su versión para recogerla en la información. El político se despide y los periodistas quedan a la espera de su respuesta.

A las 20.13, Lobato escribe a Fernández-Miranda: «Te mando la respuesta». Esta llega un minuto después: «Acudí al notario cuando se abrió el proceso judicial sobre los emails del novio de la Sra. Ayuso. Quería dejar registrado que de acuerdo con las pruebas que yo tengo, se acredita, en relación con el procedimiento de la Fiscalía General, que ni a mí ni a Pilar Sánchez Acera nos llega ninguna información por parte de la Fiscalía, sino que esa información ya la tenían los medios de comunicación. En época de bulos es útil dejar acreditada la realidad de los hechos. En todo caso llevaré a cabo las actuaciones que proceda ante la notaría».

Es una versión adulterada y en un tono muy distinto de los hechos que él mismo había reconocido a los periodistas apenas cuatro horas antes y que hoy trata de amplificar a través de sus intervenciones en distintos medios que se han puesto en contacto con él.