José Manuel Albares: «Ceuta y Melilla son españolas»
La cumbre bilateral con Rabat evidencia la división del Gobierno de coalición. Asistirán 12 ministros. Ninguno de Podemos
![El ministro José Manuel Albares, ayer con Juan Fernández-Miranda, adjunto al director de ABC](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/01/30/r-Rxezw6vtPiD1AM9O7AjPr4N-1200x840@abc.jpg)
A dos días de que se celebre en Rabat la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos, el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, destacó que esta cumbre es «un momento para reforzar las bases» entre países para una relación «mucho más sólida».
Unas bases que «son también las bases entre Europa y Marruecos», explicó Albares en el coloquio que tuvo lugar ayer en el Club Siglo XXI. El ministro se refirió a Marruecos como «un vecino con el que tenemos frontera terrestre y una muy extensa frontera marítima» y que al igual que con otros, es obligatorio «llevarnos de la mejor manera posible». «Las fronteras pueden dividir y enfrentar», señaló.
Albares explicó que las nuevas relaciones con Marruecos deben «asentarse sobre unas bases mucho más sólidas», en las que se comenzó a trabajar tras la reunión de Pedro Sánchez y Mohamed VI el 7 de abril de 2022, cuando firmaron la hoja de ruta para unas relaciones diplomáticas renovadas. De hecho, desde entonces, mientras en Europa han aumentado las rutas migratorias, en España ha caído. Y el comercio ha superado la barrera de los 10.000 millones de euros «una cifra que pensamos que jamás alcanzaría». Se ha retomado también la operación Paso del Estrecho, que deja 1.300 millones de euros.
Al hilo de la apertura la semana pasada de una nueva aduana en Ceuta y ante la reapertura de la de Melilla, Albares aseguró quedarse «perplejo» cuando le preguntaron si se iba a discutir sobre su «españolidad» en la RAN. «A mí no me tiene que certificar ningún país la españolidad de Ceuta y Melilla ni la de Valladolid, Barcelona o Santiago de Compostela», afirmó. Y sentenció: «Por si a alguien le queda alguna duda, Ceuta y Melilla son españolas, punto. No lo discute nadie. No le vamos a pedir a nadie que nos ratifique algo que es evidente».
El escenario de la RAN con Marruecos evidenciará de nuevo la división del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, ya que a Rabat no asistirá ningún ministro de Unidas Podemos. Es el caso de la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz y de la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra. También del titular de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón. En cuanto tuvieron noticias de la RAN, hicieron saber que no asistirían.
El Sáhara Occidental
Esta decisión responde al descontento de esta parte del Ejecutivo con Pedro Sánchez, que se remonta a marzo del año pasado, cuando el Presidente trasladó a Mohamed VI que España considera el plan de autonomía para el Sahara Occidental como «la base más sólida, creíble y realista» para una solución al conflicto. Esta declaración la realizó Sánchez sin consultar a sus socios de Gobierno ni al Congreso de los Diputados. Cambió así la postura de España respecto al Sahara y declaró la soberanía marroquí sobre este territorio. Todos los partidos reaccionaron en contra.
A la cumbre hispano-marroquí acudirán doce ministros españoles. Las vicepresidentas primera y tercera del Gobierno, Nadia Calviño y Teresa Ribera, acompañarán a Sánchez. También lo harán los ministros de Exteriores, José Manuel Albares; Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Justicia, Pilar Llop. Se sumarán la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; Educación, Pilar Alegría; Comercio, Reyes Maroto; Agricultura, Lluis Planas; Cultura, Miquel Iceta; Ciencia, Diana Morant, y Migraciones, José Luis Escrivá.
Está previsto que estos ministros firmen con sus homólogos marroquíes más de veinte acuerdos en materias de energía, economía, cultura, educación, salud y cooperación, entre otras. Ante la ausencia de ministros de Podemos, según fuentes gubernamentales, será Albares quien firmará estos acuerdos.
La última RAN entre España y Marruecos fue en 2015. Para que se celebre, y así España y Marruecos firmen la paz definitiva -que se rompió cuando España acogió al líder del Frente Polisario, Brahim Gali-, Sánchez cedió y cambió la postura que históricamente había mantenido respecto al Sahara Occidental.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete