El jefe de la UDEF de Madrid invirtió millones en empresas de al menos 6 países
El policía detenido sabía que con esa estrategia y su red de testaferros dificultaba seguirle el rastro
El exjefe de UDEF de Madrid tuvo que crear una red de testaferros para lavar tanto dinero
![Algunos de los coches intervenidos en la operación Augur](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/11/13/ines.jpg)
Óscar Sánchez, el exjefe de Blanqueo de Madrid, invirtió millones de euros en empresas extranjeras de al menos media docena de países a través de terceros. Esos colaboradores y testaferros, algunos ya detenidos, sustentaban la red que el policía había creado para blanquear ... el dinero obtenido de su alianza con una potente organización de narcos. Era tal el volumen que no daba abasto a colocar las millonarias ganancias, como informó este miércoles a ABC. De ahí que aún guardara en efectivo más de 20 millones de euros en su chalé de Villalbilla, en su segunda residencia de Denia (Alicante) e, incluso, en su despacho de la Jefatura Superior de Madrid.
El fin de esas inversiones en empresas en el extranjero -que ya trata de esclarecer el Juzgado Central 1 de la Audiencia Nacional- era diversificar el destino de las cantidades ingentes de dinero obtenido (usaba también monedero de criptomonedas y licencias VTC), por un lado, y por otro dificultar el rastreo en una eventual investigación patrimonial como la que está en marcha, según las fuentes consultadas por ABC.
Cuando los investigadores pidan las comisiones rogatorias para aclarar qué empresas están detrás, a qué sectores se dedican y quiénes son los inversores, en algunos países se encontrarán las dificultades habituales y un proceso mucho más lento.
De momento, se sabe que en esa trama organizada por el inspector jefe hay tanto sociedades pantalla que son las que invierten como testaferros. «Se ha servido durante años de todos los conocimientos aprendidos tanto en su paso por la Udyco como en los tres años que lleva ya en la UDEF de Madrid», señalan con rabia los agentes.
Asuntos Internos y Udyco Central, que han participado codo con codo en la operación Augur, siguen trabajando tanto en esa investigación patrimonial como en las detenciones pendientes. Queda por arrestar a testaferros y a miembros de la organización española que está detrás del contenedor interceptado en Algeciras (Cádiz) con 13.000 kilos de cocaína el pasado 14 de octubre. Esas detenciones pendientes eran una de las razones por las que los investigadores apelaron durante semanas al sigilo.
Todo colonizado
Se espera hallar material comprometedor para el inspector jefe y el resto de encarcelados en los dispositivos móviles y electrónicos hallados en los 27 registros que se llevaron a cabo la semana pasada en Madrid, Málaga, Guadalajara y Alicante, entre otras provincias. Dado el nivel de impunidad que creían tener es más que probable que bajaran la guardia al comunicarse entre ellos, igual que los vieron relajarse en algún momento durante los diez meses largos de vigilancias, seguimientos y escuchas desde que se presentó la denuncia ante la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional en enero.
Las fuentes consultadas insisten en que Óscar Sánchez tenía «colonizadas» la mayoría de investigaciones de tráfico de estupefacientes a gran escala, cuyos datos se graban en las bases policiales, por lo que era muy difícil iniciar unas pesquisas sin que él se enterara y alertara a sus socios.
Su grupo y el DAVA
Se da la paradoja de que en el caso del contenedor de Algeciras de las 13 toneladas de cocaína trabajaban Udyco Central, Vigilancia Aduanera (DAVA) y la UDEF de Madrid, es decir, la unidad de la que era jefe Óscar Sánchez. Cuando lo interceptaron, tuvo el cuajo de enviar a varios de sus subordinados a la apertura del contenedor, a sabiendas de que esa droga la había importado en un cargamento de fruta la empresa Abadix, al servicio de sus socios y de la potente organización de narcos que está detrás. «Quizá se sentía a salvo, cubierto el expediente, porque él tenía el contenedor como investigado, igual que otros muchos, pero claro, avisaba a los dueños de la carga», indican fuentes policiales.
Curiosamente, cuando tuvo noticia de que se abría ese contenedor mandó a sus hombres, pero no avisó a nadie de la Udyco Central, aunque los especialistas de cocaína ya estaban sobre el terreno.
Es llamativo, con todo, que una vez abierta la mercancía, cuyo peso nunca se había alcanzado en una operación policial en suelo español, Óscar Sánchez siguiera trabajando como si tal cosa y no hiciera ningún intento de huir o diera pasos en falso. Sí se sabe que informó de lo que había ocurrido a alguno de sus contactos más cercanos dentro de la organización.
O se sentía a salvo o decidió esperar acontecimientos. Los investigadores creen que él pensaba que lo había hecho todo muy bien y que no lo iban a pillar, de ahí su desconcierto absoluto cuando el GEO entró en su vivienda a las 5.15 horas de la madrugada y cuando vio a alguno de sus antiguos compañeros.
No abrió la boca, no se justificó, no se jactó de nada ni intercedió en favor de su mujer, que era algo con lo que contaban los agentes. El papel de esta policía nacional básica está aún por determinar, aunque no hay duda de que sabía de la millonada que escondían las paredes de su adosado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete