Un informe advirtió a Abascal de que el expresidente de Vox en Baleares lo grababa

De las Heras escribe esta carta tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo, cuando lleva cinco meses como presidenta de la formación en sustitución de Campos. Un periodo en el que relata todo tipo de injerencias por parte de su predecesor «convocando reuniones a mis espaldas» e «intentando destruir la organización» para convertirla en su «cortijo».

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En el texto, explica que la campaña del 28M ha sido muy difícil debido a las «zancadillas» de Campos y su entorno para intentar «debilitar» al partido. «Os he llamado en infinitud [sic] de ocasiones porque la situación se hacía muy difícil con una persona intentando por todos los medios acabar conmigo», apunta dirigiéndose a Ángel López Maraver y aludiendo también a Enrique Cabanas, personal de la confianza de Abascal, a quienes solicita que le trasladen esta información.

En el informe, De las Herras acusa a Campos de buscar «financiación paralela» y de jactarse de que el partido le importaba «dos huevos». «Desde entonces hasta hoy han buscado la forma de derrocarme a través de mensajes negativos, atribuyéndome una mala gestión; porque Jorge siente que le han arrebatado lo que a su juicio le pertenece y, si no es suyo, no es de nadie», prosigue.

Alerta, también, de que «las conversaciones con Enrique no son las únicas que graba Jorge, sino también las conversaciones con Santiago Abascal», aunque de este hecho tiene conocimiento «a través de un testimonio y no de conversaciones».

Tras exponer una serie de hechos y acusaciones contra el diputado mallorquín, la actual presidenta de Vox Baleares «ruega» a la dirección nacional que no le dé a Campos ninguna cuota de poder dentro del partido. «Mis recomendaciones son que Jorge no recupere el control del partido, ni la portavocía parlamentaria, ni forme parte del gobierno, ya que supondría la sentencia de Vox Baleares para regresar al cortijo de Jorge«, propone postulándose como cabeza para el Congreso por esta comunidad.

Una advertencia pese a la cual, poco después, la dirección nacional decide quitar a Campos del grupo parlamentario de Baleares y colocarlo de número uno en las listas al Congreso por Baleares en las elecciones de julio para, seguidamente, encomendarle la creación de una ley de Libertad Lingüística.

De las Heras alega en este escrito que se ve en la obligación de trasladar toda esta información «para que, por favor, se informe a nuestro estimado presidente» y poder tomar una decisión «con pleno conocimiento de causa».

Recuerda que su función era «acabar con la supuesta batalla entre Jorge y el general Fulgencio Coll, número uno de Vox en el Ayuntamiento de Palma, que tenía dividido al partido en Baleares», y sostiene que, aunque se mantuvo neutral «enseguida», se dio cuenta de que el problema era el «ego de Jorge Campos contra todo lo que pudiera hacerle sombra».

Detalla cómo el entorno de Jorge Campos se refiere a Abascal como el «puto Santi» y recalca que Campos manejaba los hilos a través del «grupo G8» —que conocía por uno de los integrantes— y que hacía que el Comité Ejecutivo Provincial fuera «una puesta en escena».

De las Heras también pone en conocimiento del partido «la cuestión económica», lo que a su juicio es de una «extrema gravedad». Alude a un contrato mercantil con la entidad de Producciones Audiovisuales Gálata S.L. «por virtud del cual el Grupo Parlamentario abonaba un importe mensual de 5.745,5 euros» y se facturaban «cada mes aproximadamente 1.200 euros de más».

«Dichas cantidades han sido destinadas a pagar cenas, 'viajes presidenciales', sueldos, y una larga retahíla de destinos prohibidos con cargo a un presupuesto público, pero a través de dicha empresa, cuyo objeto mercantil es la comunicación y periodismo», sostiene la líder regional, que acusa a Campos de haber urdido una trama para beneficiarse económicamente del partido, a través de «una empresa pantalla que gasta fondos públicos a destinos que la ley no permite».

«En una de las ocasiones, se abonaron por esta empresa la friolera de 12.000 € en una cena de navidad en Mallorca, cobrando a su vez el importe a los asistentes. Es decir, se recaudaron 12.000 euros en efectivo, sin contabilidad alguna. Desconozco en qué se han invertido o quién se ha embolsado esos 12.000 euros», denuncia en otro punto donde aclara que también ha puesto al tanto de esta situación a Ignacio Hoces, Juanjo y García Conde.

«También en temas económicos, el gasto del presupuesto del partido en Baleares ha ido prácticamente en su integridad a los desplazamientos personales de Jorge en primera clase y hoteles de hasta 200 euros la noche, aunque ello supusiese no poder pagar tan siquiera papel higiénico para las personas que trabajan en la sede, o tener las sedes de Menorca y de Ibiza sin mobiliario alguno», prosigue De las Heras. Todo ello, explica, hasta «endeudarse» para «seguir sufragando sus gastos personales viviendo a cuerpo de rey a costa del partido, y de ahí su insistencia en no perder el control».

De las Heras se queja amargamente en su escrito de que una de las condiciones que dio al partido para aceptar la presidencia de Vox Baleares fue hacer una auditoría interna. «Sin embargo, se me dijo que no era posible debido a que todo se controlaba bajo un único CIF y que todo se controlaba desde nacional, lo que me alivió en gran manera pues me habían llegado rumores de la gestión económica balear de Jorge».

Pese a todo, apunta que «Baleares era la excepción, la provincia más deficitaria, con autogestión económica, con una empresa pantalla que gasta fondos públicos a destinos que la ley no permite, y con una deuda asumida con nacional que ni siquiera a día de hoy se me ha indicado a cuánto asciende, y por la cual, se me han descontado de momento 10.000 euros del presupuesto de campaña», resume la presidenta de Vox Baleares, quien no ha querido hacer declaraciones al respecto y niega a través de terceras personas la autoría de este escrito, corroborada por ABC.

Este diario se puso en contacto con Jorge Campos, quien no quiso hacer declaraciones sobre las graves acusaciones expuestas en el informe. Desde hace meses, voces del partido lo apuntan como uno de los cabecillas de la rebelión en el grupo parlamentario, cuyos compañeros han acabado dinamitando al partido en las islas esta semana.

Este lunes cinco rebeldes enfrentados a la dirección nacional expulsaron a la líder Patricia de las Heras y al presidente del Parlamento autonómico, Gabriel Le Senne, los únicos diputados fieles a Santiago Abascal. El partido, que ha estado negando la crisis interna de la que ha informado ABC, hasta que reconoció esta vez que los cinco «sujetos» actuaron al margen de la dirección de Vox por «ambiciones personales», por lo que ha decidido expulsarlos.

Campos niega estar detrás del boicot y apoya las medidas disciplinarias contra sus cinco compañeros del Grupo Parlamentario, grupo del que formaba parte antes de su salida a Madrid. «No estoy detrás de lo que ha pasado en Vox», ha zanjado en estos últimos días alegando que no tiene ninguna responsabilidad orgánica en Baleares y que respalda «totalmente» a Ignacio Garriga, secretario general de Vox y número dos de Abascal.